Óscar Ribas Reig (1936-2020). El primer presidente constitucional de Andorra y arquitecto de su modernización política
La historia contemporánea del Principado de Andorra no puede entenderse sin la figura de Óscar Ribas Reig, un líder visionario que impulsó las reformas institucionales que llevaron al país a consolidarse como un estado moderno y constitucional. Político y abogado de formación, fue el primer jefe del Gobierno bajo la nueva Constitución andorrana de 1993, encabezando una etapa de transformación profunda en el marco jurídico y político del país. Su legado es un referente clave en la evolución de Andorra desde una estructura feudal a un sistema parlamentario moderno.
Orígenes y contexto histórico
Óscar Ribas Reig nació el 26 de octubre de 1936 en Sant Julià de Lòria, una de las siete parroquias que conforman el Principado de Andorra. Su educación fue internacional: se licenció en Derecho en la Universidad de Barcelona y posteriormente cursó estudios en Filosofía Comparada en la Universidad de Freiburg, Suiza. Esta sólida formación académica sentó las bases de un pensamiento reformista que más tarde marcaría su trayectoria política.
A mediados del siglo XX, Andorra mantenía una estructura política peculiar, basada en un sistema feudal de coprincipado compartido entre el presidente de la República Francesa y el obispo de la Seo de Urgel. Este modelo, anacrónico en el contexto europeo del momento, requería una urgente actualización institucional, necesidad que Ribas Reig comprendió desde sus primeros pasos en la política como conseller general en tres legislaturas consecutivas.
Logros y contribuciones
El principal hito de la carrera de Óscar Ribas Reig fue su doble mandato como jefe del Gobierno de Andorra, especialmente su segunda etapa, en la que lideró la aprobación de la primera Constitución democrática del Principado. Sus logros abarcan un amplio abanico de reformas institucionales y relaciones internacionales, entre los cuales destacan:
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Impulso de una nueva legislación sobre los derechos de las personas.
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Firma de un tratado con la Comunidad Económica Europea para la integración parcial de Andorra, que la convirtió en miembro de la Unión Aduanera para productos industriales.
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Aprobación de la Constitución de 1993, que supuso el fin de la soberanía compartida entre los copríncipes y la creación de una estructura democrática moderna.
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Convocatoria y organización de las primeras elecciones legislativas constitucionales en diciembre de 1993.
Además de su papel en el ámbito institucional, Ribas Reig fue un actor influyente en la economía del país. Mantuvo intereses en sectores estratégicos como la industria, el tabaco y la banca, lo que le permitió tener una visión amplia del desarrollo nacional, no solo desde la política, sino también desde el tejido económico.
Momentos clave
A lo largo de su carrera, Óscar Ribas Reig protagonizó varios momentos determinantes en la historia política de Andorra. Estos son los más relevantes:
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1982: Es elegido por primera vez jefe del Gobierno, pero dimite en 1984 por falta de apoyos parlamentarios para iniciar una reforma institucional profunda.
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1989: Su formación de centro-izquierda obtiene la mayoría absoluta en las elecciones de diciembre, lo que le permite volver al cargo de jefe del Gobierno el 12 de enero de 1990.
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1993: Bajo su liderazgo, los andorranos aprueban en referéndum la Constitución del Principado, finalizando siglos de estructura feudal y estableciendo una soberanía popular.
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1993: Se organiza la primera convocatoria electoral bajo la nueva Constitución. Ribas Reig es reelegido el 19 de enero de 1994 como jefe del Ejecutivo.
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1994: Dimite el 25 de noviembre tras perder una cuestión de confianza por la retirada de apoyos de las formaciones Nova Democracia e Iniciativa Democrática.
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7 de diciembre de 1994: Es reemplazado por Marc Forné, del Grup Liberal, en la jefatura del Gobierno.
Relevancia actual
La figura de Óscar Ribas Reig permanece como un referente histórico de la transición andorrana hacia la modernidad. Su papel fue decisivo en la redacción y aprobación de la Constitución, documento que sigue siendo la piedra angular del sistema político actual. Además, su visión europea y su capacidad para negociar con organismos internacionales ayudaron a posicionar a Andorra en el escenario internacional, superando su tradicional aislamiento.
En tiempos donde muchos países enfrentan tensiones entre tradición y modernización, el legado de Ribas Reig ofrece una lección de liderazgo prudente, reformismo gradual y diálogo político. Supo actuar como puente entre el antiguo régimen feudal y el nuevo estado democrático, algo que lo convierte en una figura central en la historia del Principado.
Su formación humanista y su conocimiento del derecho internacional fueron herramientas clave para construir un sistema institucional sólido y creíble. Asimismo, su capacidad de convocatoria le permitió integrar sensibilidades diversas en un mismo proyecto político, aunque también enfrentó los límites de la fragmentación parlamentaria, como evidenció su salida del Gobierno en 1994.
Un político visionario con proyección europea
Más allá del contexto estrictamente andorrano, Ribas Reig tuvo proyección en el ámbito internacional. Fue miembro de honor de la Academia Teatiana per la Scienze y socio de la Unión Europea de Consejeros Técnicos y Científicos (UNECTES), lo que muestra su vinculación con círculos académicos y técnicos de alto nivel. Estas conexiones reforzaron su visión europeísta y moderna de la política.
El tratado con la Comunidad Económica Europea en 1990 no solo representó un avance comercial, sino también un paso estratégico para abrir Andorra al mundo, establecer lazos con los países vecinos y facilitar la inserción del país en el tejido económico europeo.
Vinculación con otros líderes andorranos
En su trayectoria, Ribas Reig fue tanto predecesor como sucesor de figuras clave en la política andorrana. En su segundo mandato reemplazó a Josep Pintat, un dirigente con un enfoque más conservador, lo que marcó un cambio de rumbo hacia una política más reformista y abierta. Posteriormente, su dimisión llevó al poder a Marc Forné, representante del liberalismo andorrano, lo cual evidenció la consolidación del pluralismo político en el Principado.
El legado institucional de Óscar Ribas Reig
El impacto de Ribas Reig trasciende su gestión directa. La estabilidad constitucional que hoy disfruta Andorra se debe en buena parte a su capacidad para diseñar un sistema inclusivo y representativo. La Constitución de 1993, su mayor legado, continúa siendo el marco de referencia para el funcionamiento del Estado.
Entre los elementos duraderos de su gestión se pueden mencionar:
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Separación clara de poderes en la estructura de gobierno.
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Reconocimiento pleno de los derechos humanos y libertades fundamentales.
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Establecimiento de elecciones democráticas periódicas.
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Modernización de las relaciones exteriores mediante acuerdos con entidades supranacionales.
Ribas Reig encarnó la figura del estadista, más allá de un simple político de partido. Su paso por el poder supuso el tránsito de Andorra de un microestado con estructuras anacrónicas a un país plenamente integrado en el entorno europeo.
Una figura clave en la historia de Andorra
El fallecimiento de Óscar Ribas Reig, el 18 de diciembre de 2020, cerró un capítulo fundamental en la historia del Principado. Su legado, sin embargo, sigue presente en las instituciones, las leyes y la visión de país que contribuyó a edificar. No solo fue el primer presidente constitucional, sino también el principal artífice del Andorra moderno.
Ribas Reig representa el tipo de liderazgo que deja huella profunda: prudente pero ambicioso, legalista pero pragmático, reformista sin romper con las raíces del país. Gracias a él, Andorra entró con solidez en la contemporaneidad, dotada de herramientas para afrontar los desafíos del siglo XXI.
MCN Biografías, 2025. "Óscar Ribas Reig (1936-2020). El primer presidente constitucional de Andorra y arquitecto de su modernización política". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/ribas-reig-oscar [consulta: 24 de junio de 2025].