Gonzalo Queipo de Llano y Sierra (1876-1951). El militar que forjó la historia de la guerra civil española
Gonzalo Queipo de Llano y Sierra fue una de las figuras más controvertidas y significativas en la historia militar de España durante el siglo XX. Nacido en 1876 en Sevilla, se destacó por su implicación en los eventos que marcaron el destino de España, desde la Guerra de Marruecos hasta la Guerra Civil Española. Su carrera estuvo marcada por una serie de transformaciones, desde su apoyo inicial al régimen de Primo de Rivera hasta su papel fundamental en la sublevación de 1936, lo que lo posicionó como un protagonista clave en el franquismo.
Orígenes y contexto histórico
Gonzalo Queipo de Llano nació en una familia de la alta burguesía sevillana. Desde joven, mostró una notable inclinación hacia la carrera militar, ingresando en la Academia de Caballería. Durante sus primeros años como cadete, Queipo ya empezó a destacarse por su carácter y dedicación al servicio militar. Posteriormente, comenzó a ganar experiencia en diversas zonas de conflicto, incluyendo la Guerra de Cuba, donde se destacó por su valentía y estrategia. Esta participación en el conflicto cubano le permitió adquirir los méritos necesarios para ascender dentro del ejército.
A lo largo de los primeros años del siglo XX, España atravesaba una serie de cambios sociales, políticos y económicos. En este contexto, Queipo de Llano se convirtió en un defensor del régimen de Primo de Rivera, dictador que gobernó España entre 1923 y 1930. Sin embargo, su relación con el dictador no fue duradera. A pesar de haber apoyado inicialmente su gobierno, Queipo se distanció de Primo de Rivera debido a diferencias políticas. En 1928, fue apartado del ejército y relegado a la reserva, lo que marcó un giro en su carrera.
Logros y contribuciones
Aunque su carrera estuvo llena de altibajos, Gonzalo Queipo de Llano desempeñó un papel crucial en la historia militar de España durante la Segunda República y la posterior Guerra Civil Española. Su habilidad estratégica y su carácter agresivo le otorgaron una gran influencia, especialmente durante los primeros días de la sublevación de 1936.
Uno de los momentos más destacados de su carrera fue su participación en la intentona republicana de 1930, en la que, junto a Ramón Franco Bahamonde, intentó tomar el control de la estación de radio en el aeródromo de Cuatro Vientos en Madrid. El asalto fracasó estrepitosamente, lo que obligó a Queipo a exiliarse en Francia. Durante su exilio, entabló amistad con importantes figuras de la política española, como Indalecio Prieto y Marcelino Domingo, quienes, como él, se encontraban alejados del régimen de la Segunda República.
Sin embargo, al llegar la Segunda República, Queipo regresó a España y se integró rápidamente en las fuerzas militares del nuevo régimen, apoyando las reformas que impulsaba el ministro de la Guerra, Manuel Azaña. Ascendido a general de división, ocupó un cargo importante como jefe del Cuarto Militar del Presidente de la República. No obstante, a pesar de su apoyo inicial, su relación con el gobierno republicano se deterioró, lo que resultó en su relevo en 1933.
Momentos clave en la vida de Gonzalo Queipo de Llano
La vida de Queipo de Llano estuvo marcada por varios momentos decisivos que definieron su carrera. A continuación, se mencionan algunos de los más importantes:
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Intento de sublevación en 1930: Queipo de Llano, junto con Ramón Franco Bahamonde, intentó dar un golpe de Estado republicano, pero fracasó y se exilió en Francia.
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Retorno a España y apoyo a la República: Tras el advenimiento de la Segunda República, Queipo regresó a España y ocupó importantes cargos militares en apoyo al gobierno de Azaña.
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Encuentro con Emilio Mola en 1936: Queipo se reunió con el general Emilio Mola en Pamplona y, después de comprometerse con el levantamiento militar, aceptó sublevar la VII División Orgánica en Valladolid.
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Sublevación en Sevilla (18 de julio de 1936): Desde su puesto en Huelva, Queipo se dirigió rápidamente a Sevilla, donde, tras detener a autoridades republicanas, proclamó el estado de guerra y se hizo con el control de la ciudad, marcando el inicio de la guerra civil en Andalucía.
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Consolidación en el franquismo: Tras su participación decisiva en la sublevación, Queipo de Llano se convirtió en uno de los hombres clave del régimen franquista, obteniendo gran influencia en la región andaluza y ganándose el apodo de «virrey de Andalucía».
La Guerra Civil Española y su ascenso dentro del franquismo
El 18 de julio de 1936, el golpe de Estado liderado por Francisco Franco se extendió rápidamente por toda España. Queipo de Llano jugó un papel fundamental en la conquista de Sevilla, uno de los bastiones republicanos más importantes de la época. Su audaz intervención permitió que las fuerzas sublevadas tomaran el control de la capital andaluza, lo que convirtió a Andalucía en un área estratégica para el bando sublevado. Queipo fue rápidamente nombrado jefe del Ejército del Sur, aunque actuó con un grado de autonomía que no siempre fue bien visto por Franco.
Durante este periodo, se hizo famoso por sus arengas diarias emitidas por Radio Sevilla, donde justificaba la sublevación y arremetía contra el gobierno republicano. Estas charlas, que tuvieron un enorme impacto en la propaganda franquista, le valieron el apoyo popular y consolidaron su figura como líder militar.
A medida que avanzaba la guerra, Queipo de Llano continuó desempeñando un papel importante dentro del bando sublevado. En 1937, fue nombrado consejero nacional de Falange Española de las JONS, lo que reforzó su vinculación con el régimen de Franco. Sin embargo, las tensiones entre ambos hombres aumentaron con el tiempo, ya que Queipo comenzó a tener diferencias con el liderazgo de Franco.
La postguerra y la decadencia de Queipo de Llano
Con la victoria franquista en la Guerra Civil, Gonzalo Queipo de Llano continuó desempeñando funciones dentro del régimen, aunque su relación con Franco se volvió cada vez más distante. Tras su destitución de la Capitanía General de Andalucía, fue enviado a Burgos y, posteriormente, a Italia, donde se encargó de una misión militar de cuya naturaleza exacta no se tiene conocimiento. Su influencia en el gobierno de Franco disminuyó significativamente después de la guerra.
En 1942, Queipo de Llano regresó a España y se retiró de la vida política, aunque Franco le concedió la Cruz Laureada de San Fernando en un acto público en Sevilla. Su figura se fue desdibujando con el paso de los años, y murió en Sevilla el 9 de marzo de 1951, siendo enterrado a los pies de la Virgen de la Macarena, en un acto que reflejaba su profunda vinculación con la ciudad y la religiosidad que marcó su vida.
Relevancia actual
La figura de Gonzalo Queipo de Llano sigue siendo polémica en la historia de España. Su rol en la sublevación de 1936 y en la consolidación del régimen franquista le otorgan un lugar destacado en los eventos que dieron forma a la dictadura de Franco. Sin embargo, su autoritarismo, su relación con la Falange y su actitud implacable hacia sus enemigos políticos lo convierten en un personaje profundamente divisivo en la historia de España.
Hoy en día, su legado sigue siendo objeto de debate en España, donde sigue existiendo una profunda polarización en torno a su figura. Mientras algunos lo consideran un héroe militar y un defensor de la unidad de España, otros lo ven como un símbolo de la represión franquista. La memoria de Queipo de Llano sigue siendo un tema central en los estudios sobre la Guerra Civil Española y el franquismo.
MCN Biografías, 2025. "Gonzalo Queipo de Llano y Sierra (1876-1951). El militar que forjó la historia de la guerra civil española". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/queipo-de-llano-y-sierra-gonzalo [consulta: 15 de junio de 2025].