Max Ferdinand Perutz (1914-2002): El pionero de la biología molecular y la estructura de las proteínas

Max Ferdinand Perutz (1914-2002) fue un bioquímico austríaco
que alcanzó la fama mundial por sus innovadoras contribuciones al
estudio de la estructura tridimensional de las proteínas globulares, lo
que le valió el Premio Nobel de Química
en 1962. Este reconocimiento llegó por su trabajo pionero en la
determinación de la estructura de la hemoglobina, la proteína encargada
de transportar el oxígeno en la sangre, un hallazgo que revolucionó la
biología molecular y la química estructural. Su investigación sentó las
bases para una comprensión más profunda de la biología de las proteínas
y sus aplicaciones en diversas disciplinas científicas.

Orígenes y contexto histórico

Max Perutz nació en Viena,
Austria, en 1914, en un contexto de grandes cambios sociales y
políticos. La Primera Guerra Mundial (1914-1918) había dejado a Europa
devastada, y el entorno político de Austria estaba marcado por la
inestabilidad. Aunque las dificultades económicas y sociales afectaban
a muchas familias de la época, la familia Perutz fue capaz de ofrecerle
a Max una educación de calidad. En 1932, se matriculó en la Universidad de Viena, donde comenzó su formación en química orgánica. Su interés por las ciencias experimentales lo llevó a descubrir pronto su pasión por la bioquímica y la cristalografía, lo que lo conduciría hacia una carrera científica extraordinaria.

En 1936, Perutz trasladó su investigación a la Universidad de Cambridge, donde comenzó a trabajar en el Laboratorio Cavendish bajo la dirección de J. D. Bernal.
Este fue un punto crucial en su carrera, pues Bernal, un físico y
cristalógrafo, fue uno de los primeros en aplicar la difracción de
rayos X al estudio de las proteínas, una técnica que Perutz
perfeccionaría a lo largo de su vida.

La Segunda Guerra Mundial
interrumpió brevemente su carrera, pero Perutz continuó trabajando en
distintos laboratorios, incluida la Fundación Rockefeller y la industria química. Tras la guerra, en 1947, fue nombrado Jefe del nuevo Medical Research Council Unit for Molecular Biology en Cambridge, donde continuó con su labor pionera.

Logros y contribuciones

Max Perutz fue una figura central en el desarrollo de la biología molecular. Su principal logro fue la determinación de la estructura de la hemoglobina,
una proteína fundamental en el cuerpo humano. La hemoglobina es
responsable del transporte de oxígeno en los glóbulos rojos, y su
estructura compleja había desconcertado a los científicos durante años.

En 1938, Perutz publicó, junto a otros científicos, su primer trabajo sobre la difracción de rayos X de cristales de hemoglobina, un avance clave en la investigación de la estructura molecular de las proteínas. Este trabajo llamó la atención del Profesor Keilin,
quien, como especialista en biología y parasitología, proporcionó a
Perutz acceso a su laboratorio de bioquímica en Cambridge. Fue ahí
donde Perutz comenzó a investigar la estructura tridimensional de la hemoglobina de manera más detallada.

En 1953, Perutz logró demostrar que la estructura de la hemoglobina podía resolverse mediante la comparación de patrones de difracción
obtenidos de diferentes fuentes. Esto implicaba, entre otras cosas, el
uso de átomos de mercurio que se unían a la proteína en posiciones
específicas, lo que permitía a los científicos ver la estructura de la
hemoglobina con una claridad sin precedentes. Este trabajo fue decisivo
para el entendimiento de cómo las proteínas pueden tener una estructura
tridimensional tan compleja, lo cual tiene un impacto profundo en la
biología molecular.

La hemoglobina
se consideró un ejemplo paradigmático de una proteína globular, y el
trabajo de Perutz en este campo tuvo enormes implicaciones para la
ciencia de las proteínas en general. Este descubrimiento fue la base
para que Perutz y su colaborador, J. C. Kendrew, recibieran el Premio Nobel de Química en 1962 por sus contribuciones a la comprensión de las estructuras de las proteínas.

A lo largo de su carrera, Perutz aplicó técnicas similares a otros estudios de proteínas, incluyendo enzimas, anticuerpos, y cápsulas víricas, que constituyen un campo de gran importancia para la medicina y la biología molecular moderna.

Momentos clave en la vida de Max Perutz

La vida de Max Perutz estuvo
marcada por diversos hitos que reflejan su evolución como científico y
su dedicación al estudio de la bioquímica. A continuación, se destacan
algunos de los momentos clave de su carrera:

  • 1938: Publicó su primer trabajo sobre la difracción de rayos X de cristales de hemoglobina.

  • 1947: Fue nombrado Jefe del nuevo Medical Research Council Unit for Molecular Biology, en Cambridge.

  • 1953: Demostró que la estructura de la hemoglobina podía resolverse mediante la comparación de patrones de difracción.

  • 1962: Junto a J. C. Kendrew, recibió el Premio Nobel de Química por su trabajo sobre la estructura de las proteínas.

  • Años posteriores: Se convirtió en presidente del Laboratorio del Consejo de Investigación Médica de Biología Molecular.

A lo largo de su carrera, Perutz también exploró otros campos de la ciencia, como la cristalografía aplicada al estudio de los glaciares. Investigó la estructura cristalina del hielo
y la nieve, descubriendo detalles sobre cómo los glaciares avanzan de
manera más rápida en la superficie que en las zonas profundas. A pesar
de que estas investigaciones no estaban directamente relacionadas con
la bioquímica, Perutz las consideraba una forma de escapar a la
naturaleza, ya que era un apasionado del esquí y el senderismo.

Relevancia actual

El impacto del trabajo de Max
Perutz sigue siendo fundamental en el campo de la biología molecular.
La determinación de la estructura de la hemoglobina abrió un nuevo
horizonte para la investigación de las proteínas y sus funciones en el
organismo. Hoy en día, las técnicas de cristalografía y difracción de
rayos X siguen siendo esenciales para los estudios de estructuras de
proteínas, y han permitido avances en el tratamiento de diversas
enfermedades, incluidos trastornos genéticos, infecciones y
enfermedades neurodegenerativas.

La biología molecular
ha experimentado un auge en las últimas décadas, y gran parte de los
avances actuales se basan en los principios establecidos por
científicos como Perutz. Su legado sigue vivo, no solo en las
publicaciones científicas, sino también en las generaciones de
biólogos, químicos y médicos que continúan explorando las proteínas y
su estructura.

La figura de Max Perutz trasciende
el ámbito académico, convirtiéndose en un símbolo de dedicación
científica, perseverancia y pasión por el conocimiento. En su honor, el
Medical Research Council Laboratory of Molecular Biology sigue siendo un centro de referencia mundial para el estudio de la biología molecular.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Max Ferdinand Perutz (1914-2002): El pionero de la biología molecular y la estructura de las proteínas". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/perutz-max-ferdinand [consulta: 16 de junio de 2025].