Ángel Peralta y Pineda (1926-2018): La leyenda del rejoneo español

Ángel Peralta y Pineda, nacido el 18 de marzo de 1926 en Puebla del Río, Sevilla, y fallecido el 7 de abril de 2018 en Sevilla, fue uno de los rejoneadores más destacados de la historia del toreo. Hijo de una familia de tradición campera, Ángel se crió entre caballos y reses bravas, lo que marcó su destino desde temprana edad. A lo largo de su carrera, que se extendió hasta sus 65 años, dejó una huella imborrable en el mundo del rejoneo, convirtiéndose en una figura emblemática de este arte ecuestre.

Orígenes y contexto histórico

Ángel Peralta creció en un entorno donde el toro y el caballo formaban parte del día a día. Hijo de una familia que poseía amplias dehesas, el joven Ángel pudo desenvolverse con facilidad en el mundo del rejoneo desde su más temprana juventud. A los 17 años, ya demostraba sus habilidades en la doma de caballos y en el manejo de su recua. Fue en este contexto que debutó como rejoneador en la pequeña plaza sevillana de La Pañoleta el 21 de febrero de 1943. Este debut fue el inicio de una carrera que rápidamente se consolidaría, y que le llevaría a las más grandes plazas del mundo del toreo.

Su hermano, Rafael Peralta Pineda, también fue un destacado rejoneador, y juntos compartieron muchos momentos y éxitos a lo largo de sus carreras. Ángel Peralta, sin embargo, marcó su propio camino en la historia del rejoneo, gracias a su estilo único y sus contribuciones al arte de la lidia ecuestre.

Logros y contribuciones

Ángel Peralta se consolidó como uno de los mejores rejoneadores de su época, destacándose no solo por su destreza, sino también por su capacidad innovadora. A lo largo de su carrera, fue responsable de una serie de aportaciones técnicas y artísticas que transformaron el rejoneo tal y como se conocía. Entre sus principales logros se encuentra el haber sido el primer rejoneador en clavar banderillas por el lado izquierdo, un gesto que marcó un antes y un después en la técnica de la lidia ecuestre.

Además, Ángel Peralta fue el primero en poner banderillas cortas a dos manos y en dejar el caballo suelto al momento de acudir al embroque. Pero su genio creativo no se limitó a estos aspectos técnicos. También inventó la suerte de la rosa, una suerte en la que el rejoneador clava un par de banderillas cambiado por la espalda, un movimiento que sorprendió tanto a la afición como a los expertos del toreo. También innovó en el uso del caballo, arrodillando al animal para citar al toro mientras avanzaba, y desarrolló la pirueta inversa al galope, en la que el caballo realiza un giro en la cara del toro.

El legado de Ángel Peralta no solo se encuentra en su repertorio de suertes, sino también en la longevidad y la calidad de su carrera. A pesar de los percances que sufrió a lo largo de los años, como la lesión en el brazo que lo afectó en 1967, Peralta continuó toreando hasta sus últimos años, demostrando una gran resiliencia y pasión por el rejoneo.

Momentos clave de su carrera

A lo largo de su trayectoria, Ángel Peralta vivió y protagonizó muchos momentos memorables que consolidaron su estatus como uno de los más grandes rejoneadores de la historia. Uno de los momentos más destacados tuvo lugar el 12 de octubre de 1969, en Abarán (Murcia), donde, junto a su hermano Rafael, desorejó y cortó los rabos de todas las reses que lidió y mató, todas pertenecientes a la ganadería de los Peralta. Este triunfo supuso un hito en su carrera y una de las tardes más gloriosas de su vida.

Otro de los grandes momentos de Peralta tuvo lugar en la Plaza de la Real Maestranza de Sevilla en 1979, durante la Feria de Abril. A sus 53 años, Ángel Peralta se alzó con el trofeo al máximo triunfador de la feria, un reconocimiento a su talento y su entrega al arte del rejoneo.

La temporada de 1985, en la que participó en 73 festejos, es otro de los logros que destacan en su carrera. A pesar de su edad, Peralta continuaba siendo un rejoneador activo y con gran demanda, lo que demuestra la admiración que despertaba en la afición y su indiscutible maestría.

Relevancia actual

Aunque Ángel Peralta se retiró de los ruedos tras un grave accidente en 1990, cuando fue derribado por un toro en la plaza de La Zubia, su legado sigue vivo en el mundo del rejoneo. Su influencia en las nuevas generaciones de toreros ecuestres es incuestionable, y muchas de las técnicas que él inventó o perfeccionó siguen siendo parte del repertorio de los rejoneadores actuales. La importancia de Ángel Peralta no solo se encuentra en sus logros individuales, sino también en su contribución al enriquecimiento y la evolución del rejoneo como disciplina.

En la actualidad, su nombre sigue siendo recordado y venerado tanto en España como en otros países, donde el rejoneo goza de una gran tradición. Su figura continúa siendo un referente para quienes desean adentrarse en el mundo del toreo ecuestre, y su estilo sigue siendo una inspiración para nuevos toreros.

Un legado imborrable

Ángel Peralta, con su dedicación, valentía y aportaciones al rejoneo, dejó una huella que será difícil de igualar. Su historia es la de un hombre que, desde sus humildes orígenes en la dehesa sevillana, alcanzó las más altas cumbres del toreo, innovando y llevando el rejoneo a nuevas dimensiones. A través de su arte y su vida, Ángel Peralta se consolidó como una de las figuras más emblemáticas del toreo ecuestre, y su nombre permanecerá para siempre en la memoria de la afición taurina.

A lo largo de su extensa carrera, Peralta no solo cosechó victorias y premios, sino que también estableció nuevas formas de interpretar el arte del rejoneo, dejando un legado que continúa vivo en cada rejoneador que sigue sus pasos. Su historia no solo está escrita en los carteles de las plazas de toros, sino también en el corazón de los aficionados que, hoy en día, siguen admirando su arte y su valentía.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Ángel Peralta y Pineda (1926-2018): La leyenda del rejoneo español". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/peralta-y-pineda-angel [consulta: 24 de junio de 2025].