Olgiati, Francesco (1886-1962): El filósofo neoescolástico que unió el tomismo y la filosofía moderna

Francesco Olgiati (1886-1962) fue un destacado filósofo neoescolástico y sacerdote italiano que dejó una profunda huella en el ámbito de la filosofía contemporánea. Nacido en Busto Arsizio, Varese, y fallecido en Milán, Olgiati es reconocido principalmente por su trabajo en la afirmación de un tomismo puro, además de su contribución a la apertura de este sistema filosófico a los nuevos avances que presentaban las filosofías modernas. Su influencia perdura en la historia de la filosofía, no solo por sus estudios sobre la metafísica y la realidad, sino también por sus esfuerzos por integrar el pensamiento clásico con las modernas corrientes filosóficas.

Orígenes y contexto histórico

Francesco Olgiati nació en Busto Arsizio, una localidad en la región de Varese, Italia, en 1886. Su formación intelectual comenzó en el ámbito religioso, donde asumió el rol de sacerdote, y rápidamente se volcó en el estudio profundo de la filosofía. En su vida académica, Olgiati fue profesor titular de historia de la filosofía y más tarde de filosofía en la Universidad Católica del Sacro Cuore de Milán, una de las instituciones educativas más prestigiosas de Italia.

A lo largo de su carrera, Olgiati se distinguió por su capacidad de conciliar las tradiciones filosóficas más antiguas con las nuevas corrientes de pensamiento que surgían a lo largo del siglo XX. Fue un firme defensor del tomismo puro, un sistema filosófico basado en las enseñanzas de Santo Tomás de Aquino. Este enfoque subraya la importancia de la metafísica como la base para comprender la realidad, que, según Olgiati, era fundamental para el desarrollo de cualquier sistema filosófico coherente. Aunque la filosofía moderna se alejaba a menudo de estos principios, él creía que el tomismo tenía la flexibilidad necesaria para adaptarse y aprender de las contribuciones de otras corrientes filosóficas contemporáneas.

Logros y contribuciones

Olgiati dedicó su vida a profundizar en la relación entre la metafísica y las diferentes interpretaciones de la realidad que han surgido a lo largo de la historia de la filosofía. Para él, todo filósofo, aunque se oponga a la metafísica, siempre tiene una concepción de la realidad que, al menos en el plano de los valores, constituye un punto de partida crucial para cualquier sistema filosófico. Este concepto lo denominó “alma inspiradora”, que considera la esencia misma de cualquier pensamiento filosófico.

A lo largo de su vida, Olgiati identificó tres concepciones fundamentales de la realidad, que representaron las bases de las filosofías occidentales:

  1. Realismo: Para Olgiati, el realismo comprendía la realidad como un ente objetivo, tal como lo entendían filósofos clásicos como Sócrates, Platón, Aristóteles y Santo Tomás de Aquino. Esta concepción sostenía que la realidad existía independientemente de nuestra percepción de ella, y el conocimiento filosófico debía centrarse en comprender estos entes como tales.

  2. Fenomenalismo: La segunda concepción abordaba la realidad como un fenómeno o algo que aparece ante la percepción humana, una idea explorada ampliamente por filósofos como Immanuel Kant y otros pensadores idealistas. Para Olgiati, este enfoque era una limitación, ya que reducía la realidad a una mera apariencia, sin reconocer su ser esencial.

  3. Idealismo: Finalmente, el idealismo concebía la realidad como un sujeto o como algo que está determinado por las ideas o la conciencia humana. Según Olgiati, aunque el idealismo también tenía su valor en el campo filosófico, no podía ofrecer una interpretación adecuada y coherente de la realidad en su totalidad.

Olgiati defendió incansablemente la metafísica realista, ya que consideraba que era la única que podía comprender la realidad como un ente en su totalidad, sin la distorsión del subjetivismo o la simple aparición fenoménica.

Momentos clave en su carrera filosófica

Olgiati dejó una extensa producción filosófica que abarca diversos temas, desde el pensamiento de figuras clave como Bergson y Berkeley hasta el análisis de la filosofía de Santo Tomás de Aquino. Algunas de sus obras más influyentes incluyen:

  • La filosofia di E. Bergson (1914): En este libro, Olgiati aborda el pensamiento del filósofo francés Henri Bergson, explorando su enfoque sobre la duración y el flujo temporal como elementos esenciales para entender la realidad. A través de esta obra, Olgiati demostró su habilidad para integrar el pensamiento moderno en una estructura filosófica más clásica.

  • L’anima di S. Tommaso (1923): Esta obra refleja su profundo respeto por Santo Tomás de Aquino, destacando la importancia de su tomismo en la filosofía medieval y su vigencia en la filosofía contemporánea. A través de este análisis, Olgiati subraya la influencia perenne de Aquino en la reflexión filosófica.

  • L’anima dell’Umanesimo e del Rinascimento (1924): Olgiati profundiza en el pensamiento humanista y renacentista, mostrando cómo las ideas de esta época influyeron en el desarrollo de la filosofía moderna y cómo se pueden conectar con el tomismo y el realismo clásico.

  • Cartesio (1933): En esta obra, Olgiati analiza las ideas del filósofo francés René Descartes, particularmente su dualismo entre cuerpo y alma. Aunque Olgiati se aleja del enfoque cartesiano, reconoce su importancia en la evolución del pensamiento moderno.

  • I fondamenti della filosofia classica (1950): Esta obra reúne los principios fundamentales de la filosofía clásica, en los que Olgiati retoma temas de la antigüedad para contrarrestar las tendencias filosóficas modernas y defender el legado de los grandes pensadores clásicos.

  • Benedetto Croce e lo storicismo (1953): Olgiati examina las ideas de Benedetto Croce, un filósofo italiano vinculado al historicismo. A través de este análisis, el autor revisa las implicaciones de esta corriente filosófica en la comprensión de la historia y la cultura.

  • A. Rosmini e la filosofia classica (1955): Finalmente, en este trabajo, Olgiati examina la figura de Antonio Rosmini, otro pensador neoescolástico, mostrando cómo su obra complementa y amplía el tomismo en el contexto de la filosofía clásica.

Relevancia actual

Aunque Francesco Olgiati falleció en 1962, su pensamiento sigue siendo relevante en la filosofía contemporánea. Su enfoque sobre la metafísica como base para comprender la realidad sigue siendo un pilar en muchos círculos académicos, especialmente en aquellos que defienden una visión realista del mundo. Además, su esfuerzo por integrar las filosofías modernas con las ideas tradicionales lo coloca como un referente de la reconciliación entre la tradición y la modernidad en el ámbito filosófico.

Hoy en día, su legado sigue vivo en los estudios tomistas y neoescolásticos, y sus obras continúan siendo objeto de estudio en seminarios y universidades. A medida que las discusiones filosóficas siguen evolucionando, la capacidad de Olgiati para conectar el pensamiento clásico con los desarrollos modernos demuestra la durabilidad de su enfoque filosófico.

En resumen, Francesco Olgiati fue una figura clave en la filosofía del siglo XX, y su trabajo sigue siendo una fuente de inspiración y reflexión para filósofos que buscan una interpretación profunda y coherente de la realidad.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Olgiati, Francesco (1886-1962): El filósofo neoescolástico que unió el tomismo y la filosofía moderna". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/olgiati-francesco [consulta: 22 de junio de 2025].