Musso y Valiente, José (1785-1838).
Político y erudito español nacido en Lorca (Murcia) el 25 de diciembre de 1785, y muerto en la misma ciudad en 1838 (se desconoce la fecha exacta; probablemente el 31 de julio o el 2 de agosto).
Hijo de José María Musso y Alburquerque, y de Joaquina Pérez Valiente y Brost, personas acomodadas: ella era hija de los condes de Casa-Valiente. Estudió las primeras letras y latinidad en el seminario de las Escuelas Pías del Avapiés, en donde estuvo interno desde 1796 hasta el otoño de 1798. Sus padres le pusieron después bajo la dirección de un ayo, el padre Chevalier, un sacerdote francés emigrado, el cual le acompañaba en los estudios de Filosofía en San Isidro y de Matemáticas en la Academia de San Fernando. Se retiró después a Lorca, para cuidar la fortuna familiar, y allí le sorprendieron los sucesos de 1808. En 1810 toda la familia tuvo que emigrar a Murcia, mientras su casa de Lorca era saqueada por los franceses. El 21 de junio de 1810 se casó con Concepción Fontes y Reguera, dama linajuda de Murcia. En el verano de 1811 tuvieron que emigrar otra vez, en este caso hacia Valencia. Al regresar, como hubiese fiebre amarilla en Cartagena, tuvieron que retirarse a San Javier.
Vocal de la Junta de Lorca, tuvo tiempo de escribir un pequeño tratado titulado Reflexiones sobre la naturaleza y último fin del hombre, mientras que estudiaba también música, francés y se ejercitaba con los clásicos españoles. En 1820 concurrió al premio convocado por la Academia de la Lengua sobre el magno suceso del cambio de régimen, y lo ganó con el Discurso gratulatorio al Señor Don Fernando VII, Rey de España, por haber jurado la Constitución política de esta Monarquía, publicado en Madrid, en 1821. Perteneciente a la Milicia Nacional de caballería, fue alcalde 1º constitucional de Lorca, en 1822. Publicó la Alocución con que […] abrió las sesiones […] de 1º de Enero de 1822 (Murcia, 1822). Poco después fue perseguido por sus mismos conciudadanos, y tuvo que emigrar a Gibraltar. Allí, a comienzos de 1823, escribió A los Españoles en sus discordias civiles, que se publicó después en las Memorias de la Academia Española (tomo III).
Tras la invasión francesa, volvió a Lorca, aunque no quiso hacer carrera en el bando absolutista, limitándose a traducir a Terencio, a estudiar el teatro clásico español y a profundizar en la historia nacional. Proyectó una historia de la Guerra de la Independencia, pero Calomarde le negó el acceso a los documentos. Elegido académico de la Historia, su discurso de ingreso versó sobre la idea de que España sólo había sido feliz cuando el gobierno había reunido el vigor y la prudencia necesarios en el que manda. Después, fue elegido académico honorario de la Lengua el 19 de junio de 1827, y leyó su discurso sobre la influencia del carácter de las naciones en la formación de las lenguas, y de éstas en los que las hablan, publicado también en las Memorias de la Academia. Fue, asimismo, académico supernumerario de la Lengua el mismo año, y de número en 1830. Otros cargos a los que tuvo acceso fueron: gentilhombre de cámara en 1830; académico honorario de San Fernando, también en 1830; subdelegado de Fomento en Murcia, en 1834; y gobernador civil de Sevilla, el 1 de julio de 1835; de este último tuvo que salir oculto. Todavía vivió tres años en Madrid, dedicado a las prácticas religiosas, al Ateneo (del que fue bibliotecario), y al Liceo, y aún ingresó en la Academia de Ciencias naturales, para la que escribió dos Memorias, y en la de la Historia, el 29 de diciembre de 1837, en la que ingresó con un discurso sobre la Ilustración a las Cortes de León y Coyanza. Algunas cartas de Lista (entre 1828 y 1833), y de Quintana (entre 1830 y 1839), a él dirigidas, fueron publicadas por Martínez Torrón en 1993. Una colección de manuscritos suyos se conserva en la Biblioteca Menéndez Pelayo.
Bibliografía
-
GIL NOVALES, Alberto. Las Sociedades patrióticas. (Madrid; Tecnos, 1975).
-
OCHOA, Eugenio de. Apuntes para una biblioteca de escritores españoles contemporáneos en prosa y verso. 2 vols. (Madrid, 1840).
A. GIL NOVALES.