Medio, Antonio (1912-1977).


Barítono español, nacido en Gijón el 14 de abril de 1912 y fallecido en la misma ciudad el 30 de agosto de 1977. Está considerado uno de los mejores intérpretes de zarzuela de la posguerra, aunque debió mucha de su fama al enorme número de funciones en que intervino. La mejor cualidad que poseía era su capacidad como actor. Su voz no era ciertamente de las más brillantes, pero lo suplió con su gran resistencia -recibió el apelativo de «barítono de la voz de hierro»-, junto a recursos vocales muy del gusto del público de la época.

En su juventud formó parte de varios conjuntos artísticos, en los que actuaba por afición. Trabajó de empleado para un armador a la vez que, dadas su buenas aptitudes en la escena, iniciaba estudios musicales; aprendió solfeo con el director de la Banda Municipal de Gijón, D. Amalio López, y canto con Marcelino Junquera. Su estreno zarzuelístico se produjo en 1938, en plena guerra civil, con dos obras menores: La bengala, de Guridi, y Los brillantes, de Jacinto Guerrero. Al terminar la contienda, pudo hacer su debut en Madrid con las zarzuelas Luisa Fernanda y Molinos de viento, figurando entonces en los carteles de la «compañía Lírica Luis Sagi-Vela».

En 1941 tuvo lugar su primer gran triunfo ante el público madrileño con el estreno en el Teatro Calderón de La zapaterita, junto a la soprano Conchita Panadés. La década de los cuarenta fue de frenética actividad en la zarzuela, en unos años en los que el género habia recobrado su esplendor anterior. Estrenó con gran éxito las obras del maestro Sorozábal Black el payaso y Don Manolito, con Pepita Embil y Manuel Gas; y un año después (1944) Tiene razón Don Sebastián, en el Teatro Principal de Zaragoza. También estrenó varias piezas de Jesús Romo, como El gaitero de Gijón y El balcón de Palacio. En total, contó en su haber con más de treinta estrenos y casi cien títulos.

Con la compañía de Los Ases Líricos, de Pepita Embil, recorrió toda España y gran parte de Hispanoamérica, contribuyendo en buena medida al éxito de la zarzuela en aquellas tierras. En los años cincuenta destacó en algunas comedias y en la interpretación de zarzuelas asturianas de Eladio Verde. Su retirada de los escenarios tuvo lugar en 1957, con una actuación en el Teatro Arriaga de Bilbao (Las golondrinas). Recibió el Premio Nacional de Teatro (1943), el de Interpretación (1947), la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes y las medallas de oro de varios centros asturianos en Latinoamérica.