Máximo, San (¿-350).


Obispo de Jerusalén en el siglo IV. Por mandato del césar Maximiano Valerio, el obispo Máximo fue apresado y condenado a realizar trabajos forzados en las minas, después de haberle sacado un ojo y quemarle con un hierro candente uno de los pies. Posteriormente fue liberado y pudo volver a regir su diócesis de Jerusalén, donde murió el año 350. Su fiesta se celebra el 5 de mayo.