Marsilio de Inghen (ca. 1320-1396). El precursor de la nueva física y la teoría de la gravedad
Marsilio de Inghen, conocido como Marsilius ab Inghen, fue un filósofo y científico alemán nacido en Inghen, diócesis de Utrecht, en una fecha incierta, y fallecido en Heidelberg en 1394. A lo largo de su vida, dejó una profunda huella en el ámbito de la Filosofía y las ciencias, siendo uno de los grandes pensadores que aportó al desarrollo de la física medieval y a la consolidación de la nueva física que germinaría en los siglos posteriores. Discípulo de uno de los más importantes filósofos de la época, Guillermo de Ockham, Marsilio de Inghen adoptó, aunque con algunas modificaciones, las doctrinas de su maestro y las llevó más allá, estableciendo las bases para el desarrollo de nuevas teorías físicas.
Orígenes y contexto histórico
Marsilio de Inghen nació en una época de grandes transformaciones en Europa. La Edad Media estaba llegando a su fin y comenzaban a gestarse las bases de la modernidad. Durante su vida, Inghen fue testigo de los profundos cambios que se vivían tanto en el ámbito religioso como científico, en especial en las universidades, centros de pensamiento y conocimiento en los que se desarrollaba gran parte de la actividad intelectual de la época.
Era de origen holandés, pero su educación tuvo lugar en Alemania, lo que lo vinculó directamente con el movimiento filosófico de los parisienses, un grupo de pensadores que compartían el interés por la lógica, la física y la teoría de los movimientos. Este grupo fue considerado uno de los primeros precursores de figuras como Leonardo da Vinci y Galileo Galilei, lo que demuestra la trascendencia de los estudios realizados por Marsilio.
En su juventud, Marsilio se dedicó a los estudios teológicos y filosóficos, siendo miembro de la Iglesia Católica. Se desempeñó como canónigo y tesorero en la Iglesia de Saint-André de Colonia, lo que le permitió tener un contacto cercano con el mundo eclesiástico. Durante su carrera académica, fue nombrado rector en varias ocasiones de las universidades más prestigiosas de la época, entre ellas la Universidad de París, donde se consolidó como uno de los pensadores más influyentes de su tiempo.
Logros y contribuciones
A lo largo de su carrera, Marsilio de Inghen desempeñó un papel esencial en el desarrollo de la filosofía y las ciencias físicas. Su obra no solo está ligada a la filosofía escolástica, sino que también influyó en el nacimiento de nuevas corrientes científicas que buscaron explicar el mundo natural de una manera diferente a los enfoques tradicionales de la Edad Media. En este sentido, su trabajo se puede considerar como un puente entre el pensamiento medieval y las innovaciones de la Revolución Científica.
Una de las mayores contribuciones de Marsilio fue su influencia en el campo de la física. Fue uno de los primeros pensadores que aceptó las doctrinas matemáticas de la Universidad de Oxford, las cuales establecieron las bases para el desarrollo de la nueva física, especialmente con respecto a los conceptos de impetus (fuerza motriz) y la teoría de la gravedad. Estos conceptos fueron claves para el desarrollo posterior de la teoría de los movimientos de los proyectiles, un área crucial para los avances en física.
Además, Marsilio adoptó las ideas de Guillermo de Ockham, su maestro y precursor de la lógica moderna. Si bien las doctrinas de Ockham eran conocidas por su principio de simplicidad, Marsilio de Inghen las interpretó y modificó para dar paso a nuevas ideas que cuestionaban los modelos tradicionales de la física. En este sentido, Marsilio y sus contemporáneos fueron algunos de los primeros en abrazar el principio de que las leyes naturales debían ser explicadas mediante principios matemáticos y lógicos, en lugar de depender únicamente de explicaciones metafísicas o religiosas.
Otro aspecto relevante de su legado fue su participación en la creación de la Universidad de Heidelberg, donde fue nombrado rector, lo que consolidó su influencia en el ámbito académico europeo. Durante su tiempo en la universidad, Marsilio enseñó Filosofía y participó activamente en el debate intelectual que caracterizó a esa época.
Momentos clave
A lo largo de su vida, Marsilio de Inghen vivió momentos clave que marcaron su desarrollo personal y su impacto en la historia de la filosofía y la ciencia. Entre estos momentos destacan:
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Formación académica y su relación con Guillermo de Ockham: Su conexión con uno de los filósofos más importantes de la Edad Media, Guillermo de Ockham, marcó el inicio de su carrera intelectual. Ockham fue una influencia fundamental en sus estudios filosóficos y científicos, lo que llevó a Marsilio a adoptar algunas de sus ideas.
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Rector de la Universidad de París: Marsilio fue nombrado rector de la Universidad de París en dos ocasiones, lo que le permitió tener una destacada posición en el ámbito académico de la época. Durante este tiempo, desempeñó un papel fundamental en la enseñanza de la Filosofía y la ciencia.
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Creación de la Universidad de Heidelberg: Marsilio de Inghen fue el primer rector de la Universidad de Heidelberg, institución que se convirtió en uno de los centros más importantes de estudio en la región. Su legado en esta universidad perduró a través de su enfoque académico y su trabajo filosófico.
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Desarrollo de la teoría de la gravedad y el impetus: Una de las contribuciones más importantes de Marsilio de Inghen fue su desarrollo de la teoría de la gravedad y el concepto de impetus. Estas ideas fueron fundamentales para la posterior evolución de la física moderna y sentaron las bases para la teoría de la aceleración y el movimiento de los proyectiles.
Relevancia actual
A pesar de que Marsilio de Inghen vivió en una época muy diferente a la nuestra, su trabajo sigue siendo relevante en la actualidad, especialmente en el campo de la historia de la ciencia y la filosofía. Su adopción y modificación de las ideas de Guillermo de Ockham y su desarrollo de la teoría de la gravedad y el impetus contribuyeron de manera significativa a la posterior evolución de la física.
En particular, sus ideas sobre el movimiento y la fuerza motriz influyeron profundamente en los estudios posteriores de figuras clave como Galileo Galilei y Isaac Newton, quienes sentaron las bases de la física moderna. Marsilio es considerado, por tanto, un precursor de la ciencia moderna, y su trabajo sigue siendo objeto de estudio en las universidades y centros de investigación científica.
Marsilio de Inghen es también un ejemplo de la importancia de la educación en el ámbito religioso y filosófico, ya que sus años en las universidades más prestigiosas de Europa demostraron cómo la educación académica podía ser un motor de cambio en la sociedad medieval. En este sentido, su figura sigue siendo una inspiración para aquellos que estudian el proceso de transformación de la ciencia a lo largo de los siglos.
Contribuciones filosóficas y científicas
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Textus dialecticus de suppositionibus (1512): Una de sus obras más importantes, donde expone sus ideas sobre la lógica y el lenguaje.
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Comentarios a las obras de Aristóteles sobre Lógica y Física: Marsilio aportó un análisis profundo de las ideas aristotélicas, integrándolas con las teorías científicas de su tiempo.
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Comentario a las Sentencias de Pedro Lombardo: Un análisis teológico y filosófico que tuvo una gran influencia en la escolástica medieval.
Marsilio de Inghen, al igual que otros pensadores de su época, fue un puente entre las ideas filosóficas de la Edad Media y el Renacimiento, un periodo que vería el florecimiento de la ciencia moderna. Su obra continúa siendo una piedra angular en el estudio de la evolución del pensamiento filosófico y científico.
MCN Biografías, 2025. "Marsilio de Inghen (ca. 1320-1396). El precursor de la nueva física y la teoría de la gravedad". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/marsilio-de-inghen [consulta: 17 de junio de 2025].