Étienne Marcel (ca. 1320-1358): El Preboste que Desafió a la Monarquía
Étienne Marcel (ca. 1320-1358): El Preboste que Desafió a la Monarquía
Orígenes y Primeros Logros
Étienne Marcel nació hacia 1320 en París, en el seno de una familia perteneciente a la alta burguesía de la ciudad, dedicada al negocio de los pañeros y cambistas. Esta posición familiar le permitió acceder a una educación y una vida acomodada dentro de un contexto social donde los mercaderes comenzaban a ganar una creciente influencia. Su familia, aunque respetada, no se encontraba entre las más poderosas dentro de la burguesía, lo que más tarde jugaría un papel fundamental en la actitud combativa de Marcel hacia la clase alta parisina.
A los treinta y pocos años, Marcel alcanzó uno de los cargos más destacados de la ciudad: el de preboste de los mercaderes, un puesto crucial para la administración de la ciudad y el control de los oficios artesanales y el comercio. Su posición le otorgaba la responsabilidad sobre la recaudación de impuestos destinados a la mejora de las vías de comunicación, lo que le daba una notable influencia en la vida económica y social de París. Este puesto no solo le proporcionaba poder, sino que también lo acercaba a las figuras más influyentes de la alta burguesía y, a su vez, le otorgaba un notable control sobre los gremios artesanales.
Sin embargo, a pesar de tener acceso a esta posición, Étienne Marcel no fue favorecido por el reparto de la fortuna familiar. Este hecho parece haber influido de manera significativa en su actitud hacia la aristocracia mercantil, que consideraba que lo había marginado de los mayores beneficios. Este resentimiento no tardaría en manifestarse en su lucha por el control político de París.
El Contexto de la Comuna de París de 1356
En 1355, la situación política de Francia era sumamente convulsa. La guerra contra Inglaterra se encontraba en un punto crítico tras la desastrosa derrota en la batalla de Poitiers (septiembre de 1356), en la que el rey Juan II fue hecho prisionero. La captura del monarca por los ingleses fue un golpe devastador para el reino, y el delfín Carlos, heredero del trono, asumió la regencia. En este contexto, se convocó una nueva asamblea de los Estados Generales para pedir subsidios con los que pagar el rescate del rey. Fue en este escenario en el que Étienne Marcel se destacó como un orador destacado, representando a las comunas y las ciudades de Francia.
Durante las sesiones de los Estados Generales, Marcel se hizo conocido por su enérgica oratoria y su capacidad para movilizar a las masas en contra de las decisiones fiscales impuestas por la monarquía. Este descontento popular, alimentado por la crisis económica y la guerra, llevó a la aparición de movimientos sociales que comenzaron a cuestionar las políticas del gobierno real y de la burguesía mercantil, responsables, en gran parte, de las cargas fiscales. A pesar de ser parte de la misma clase que criticaba, Marcel se convirtió en un portavoz de las quejas de los artesanos, mercaderes y ciudadanos de París.
La situación en París se agravó aún más con la llegada de 1357. En ese año, el delfín Carlos, ya en funciones de regente, comenzó a desatender las promesas de reforma fiscal y social que había hecho durante los Estados Generales, lo que desató una ola de protestas en las calles de la ciudad. La revuelta se dirigió en gran medida contra la alta burguesía mercantil, los consejeros reales y los nobles cercanos a la monarquía, a quienes se acusaba de dilapidar los recursos destinados a la guerra y, en última instancia, de permitir el cautiverio del rey.
El Primer Periodo de la Comuna
El programa de Étienne Marcel era ambicioso: una reforma estructural de la monarquía francesa que redujera el poder absoluto del rey y otorgara mayor poder a las comunas urbanas. Este movimiento, aunque no necesariamente revolucionario en su origen, pronto se tornó radical. Marcel, apoyado por Robert Le Coq, obispo de Laon, y sectores de la baja nobleza, propuso que los tres órdenes de los Estados Generales —la nobleza, el clero y la burguesía— tuvieran voz y voto en los Consejos Reales y en la administración de justicia. De acuerdo con la Gran Ordenanza promulgada en marzo de 1357, los consejeros reales fueron destituidos y se establecieron nuevos mecanismos de control sobre la recaudación fiscal y la distribución del poder.
Esta reforma fue recibida con entusiasmo por el pueblo llano, que veía en ella una oportunidad para acabar con las exacciones fiscales arbitrarias y la opresión de la burguesía mercantil. Marcel, quien había sido apoyado por los artesanos y los gremios en diversas ocasiones, instó a una huelga masiva y a la toma de las armas por parte de los oficios bajo su jurisdicción. En el mes de abril de 1357, el preboste, en una acción dramática, cerró las puertas de la ciudad, desafiando abiertamente la autoridad del regente para que confirmara las reformas.
El delfín, sin embargo, mostró resistencia a las medidas de reforma. Marcel, a sabiendas de la debilidad del delfín, comenzó a buscar aliados fuera del ámbito parisino. Una de sus alianzas más polémicas fue la que estableció con Carlos el Malo, rey de Navarra, quien había sido liberado de prisión tras intrigas políticas contra el rey Juan II. Este acto de acercamiento a un pretendiente al trono provocó tensiones dentro de la burguesía parisina, que veía con desconfianza la intromisión de un monarca extranjero en los asuntos internos de Francia. Sin embargo, Marcel logró mantener su popularidad en la ciudad mediante su estilo combativo y su capacidad para movilizar a las masas.
Consolidación del Poder en París
El enfrentamiento entre el preboste y el regente alcanzó su punto máximo cuando, en febrero de 1358, el descontento popular explotó en forma de un motín generalizado. La rebelión tuvo su clímax con el asesinato de un tesorero real, lo que provocó la euforia entre los rebeldes. Marcel organizó una marcha con cerca de tres mil artesanos armados que asaltaron el palacio del Louvre, donde asesinaron a dos de los mariscales del delfín. La violencia y el caos se desbordaron, y el preboste obligó al delfín a cubrirse con un capuchón azul y rojo, que se convertiría en el símbolo de la insurrección popular.
A pesar de su victoria momentánea, la situación política de Marcel se volvía cada vez más precaria. La alianza con Carlos de Navarra, que había sido clave en su ascenso, comenzaba a pesarle políticamente. Aunque Marcel logró mantener el control sobre París, la situación en la ciudad se volvió insostenible. La falta de apoyo militar de otras ciudades y la creciente división entre los sectores populares y la burguesía mercantil llevaron al colapso de la insurrección.
El Gobierno de la Comuna de París
Tras el motín de febrero de 1358, Étienne Marcel asumió el control absoluto de París, pero la situación política comenzó a deteriorarse rápidamente. La ciudad se encontraba en un estado de confusión, sin una autoridad central clara después de la huida del delfín Carlos. Los partidos políticos se fragmentaron, y aunque Marcel contaba con el apoyo popular, su relación con la burguesía mercantil y las otras facciones de poder se volvía cada vez más tensa.
El liderazgo de Marcel se consolidó temporalmente por medio de sus reformas, que habían sido propuestas inicialmente como medidas de justicia fiscal, pero se extendieron para incluir una reforma de la estructura política de Francia. La Gran Ordenanza que había promulgado en 1357 se convirtió en su carta política, pidiendo que los tres brazos de los Estados Generales (la nobleza, el clero y la burguesía) tuvieran una participación activa en los Consejos Reales y en los tribunales soberanos. Sin embargo, la implementación de estas reformas encontró resistencia tanto en las élites como en la monarquía.
El respaldo que Marcel había recibido del pueblo llano y de los gremios de artesanos se mantuvo durante un tiempo, pero comenzó a desmoronarse a medida que sus alianzas se mostraban problemáticas. Su vinculación con Carlos de Navarra fue una de las principales causas de este cambio. El hecho de que Marcel acudiera al rey de Navarra en busca de apoyo para mantener su posición en París no hizo más que agravar las tensiones con la burguesía, que desconfiaba de las intenciones de Carlos, quien aspiraba al trono de Francia.
En los primeros meses de 1358, el clima político en París se volvió aún más tenso. A pesar de las manifestaciones de apoyo popular, la falta de unidad en la ciudad y el creciente descontento de los sectores más poderosos de la burguesía sentenciaron a Marcel a una situación insostenible. La Gran Ordenanza había sido confirmada por el delfín de forma temporal, pero la resistencia del regente se intensificó con el paso del tiempo, lo que llevó a Marcel a hacer concesiones a la alta burguesía, a quienes había criticado en un principio. Esto solo aumentó la desconfianza en su liderazgo.
El Levantamiento Popular y el Motín de 1358
El apoyo popular de Marcel se erosionó aún más cuando las condiciones de vida de las clases bajas no mejoraron sustancialmente. La falta de recursos y la escasez de alimentos en París generaron un descontento generalizado, que se unió a la creciente frustración por las continuas negociaciones con la monarquía y con Carlos de Navarra. En este contexto, la situación en las regiones rurales cercanas a París se complicó aún más.
En mayo de 1358, una rebelión campesina conocida como la jacquerie estalló en las regiones cercanas a París. Los campesinos, hartos de los abusos de los señores feudales, se alzaron violentamente, lo que generó una tensión aún mayor entre los diferentes sectores de la sociedad. Marcel vio en esta revuelta una oportunidad para ganar más poder al alinear a los campesinos con su causa. Sin embargo, a pesar de que la revuelta de los jacques compartía ciertos elementos de protesta popular, los intereses de los campesinos estaban muy alejados de los objetivos políticos de Marcel, que se centraban en una reforma de la monarquía y el control de la ciudad de París.
Decidido a ganar el apoyo de los jacques, Marcel envió un contingente de trescientos hombres para unirse a la rebelión campesina. Sin embargo, la intervención de Carlos de Navarra, quien lideraba la reacción contra los jacques, obligó a Marcel a retirarse de la revuelta campesina. Carlos amenazó con retirar su apoyo a Marcel si este no abandonaba a los jacques, lo que llevó al preboste a permitir la masacre de los rebeldes por parte de las tropas de Navarra en junio de 1358.
Este giro estratégico no solo debilitó la imagen de Marcel entre los campesinos y las clases populares, sino que también minó su apoyo entre los sectores más radicales de la burguesía y el pueblo llano, que habían visto en él un líder de las reformas sociales y políticas. La masacre de los jacques otorgó a Carlos de Navarra una considerable popularidad, mientras que la figura de Marcel comenzó a declinar, atrapada entre las intrigas de la monarquía, la alta burguesía y los intereses de Carlos de Navarra.
La Resistencia de Marcel en París
A pesar de su creciente debilidad, Marcel no se dio por vencido en su intento de mantener el control sobre París. En un último esfuerzo por asegurar la defensa de la ciudad y la continuación de sus reformas, el preboste organizó la construcción de una muralla alrededor de las murallas de París, buscando reforzar la defensa frente a posibles ataques tanto del delfín Carlos como de los ingleses, que comenzaban a avanzar por el norte de Francia.
Para intentar garantizar el apoyo necesario para su resistencia, Marcel buscó la colaboración de las ciudades francesas y flamencas, con las cuales mantenía relaciones comerciales cercanas. Sin embargo, las respuestas de las comunas fueron tibias, y los refuerzos militares nunca llegaron. En su desesperación, Marcel se entregó completamente a la protección de Carlos de Navarra, quien, en última instancia, comenzó a ganar mayor control sobre la situación en París.
Carlos de Navarra, que había sido elegido capitán general, usó su influencia para dejar a Marcel en una posición aún más débil. Mientras tanto, la facción de la gran burguesía parisina trabajaba en secreto para restablecer el orden público y restaurar la autoridad del delfín Carlos. Finalmente, el juego de poder alcanzó su punto culminante cuando los enemigos de Marcel decidieron actuar.
El Declive y la Muerte de Étienne Marcel
La creciente división en la ciudad y la imposibilidad de mantener el poder de manera efectiva llevaron a la caída de Étienne Marcel. La situación política y social en París se volvió insostenible, y las facciones opositoras decidieron acabar con su vida. El 31 de julio de 1358, en medio de la creciente tensión, Étienne Marcel fue asesinado. Las circunstancias exactas de su muerte son inciertas, pero se cree que fue orquestada por los mismos sectores de la gran burguesía que anteriormente lo habían apoyado. La muerte de Marcel marcó el fin de una insurrección que, aunque tuvo un impacto importante en la historia de París, fracasó al no poder conciliar los intereses de los diferentes sectores sociales.
El Legado de Étienne Marcel
El legado de Étienne Marcel es complejo y ambiguo. Su papel en la revuelta de París ha sido interpretado a menudo como un acto de resentimiento hacia la clase social que lo había marginado, combinada con una sincera, aunque mal dirigida, ambición de reforma. A pesar de sus intenciones, Marcel no logró juntar los intereses de la pequeña burguesía con los de las clases populares de manera efectiva. Su incapacidad para manejar las tensiones sociales y políticas lo llevó a una caída estrepitosa.
Su figura es recordada como la de un líder que, a pesar de sus errores y ambiciones, intentó reformar un sistema profundamente desigual. Sin embargo, su falta de coherencia política y su relación ambigua con las clases populares y los poderes establecidos lo condenaron a la derrota. Al final, Étienne Marcel se convirtió en un símbolo de la lucha por el cambio en una Francia medieval que, a pesar de la rebelión, se mantuvo fuertemente atada a la tradición monárquica y aristocrática.
MCN Biografías, 2025. "Étienne Marcel (ca. 1320-1358): El Preboste que Desafió a la Monarquía". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/marcel-etienne [consulta: 5 de octubre de 2025].