Maragall i Mira, Pascual (1941-VVVV).
Político español, nacido en Barcelona el 13 de enero de 1941, que fue profesor universitario y alcalde de la Ciudad Condal, antes de convertirse en el 127º president de la Generalitat de Cataluña.
Nieto del poeta Joan Maragall e hijo del senador Jordi Maragall, se licenció en Derecho y Ciencias Económicas por la Universidad de Barcelona. En 1979 se doctoró en Ciencias Económicas por la misma Universidad con la tesis Los precios del suelo. Terminados sus estudios universitarios, obtuvo las becas Fullbright y March para estudiar en Nueva York, donde permaneció por espacio de dos años. Tras graduarse obtuvo un máster en Ciencias Económicas por la New School for Social. Fue pensionado por ASTEF en enero de 1966, lo que le permitió pasar seis meses en París en el Comisariado del Plan, donde estudió planificación junto a Jacques Delors. Hasta 1976 fue funcionario técnico por oposición del Gabinete de Programación del Ayuntamiento de Barcelona; posteriormente, desempeñó labores docentes como profesor adjunto de Economía Urbana y Economía Internacional de la Universidad Autónoma de Barcelona y desde 1978 fue profesor en la Universidad John Hopkins de Baltimore (Estados Unidos).
Sus comienzos políticos se iniciaron cuando era universitario y militaba en el Front Obrer de Catalunya y en el Moviment Febrer, del que fue cofundador en 1962. En 1975 participó en la fundación de Convergencia Socialista de Catalunya, organización que luego se integró en el Partido Socialista de Catalunya (PSC-PSOE) del que Pasqual Maragall fue secretario de política municipal; además coordinó la campaña electoral de dicho partido en las elecciones del 15 de junio de 1977.
Tras las elecciones municipales celebradas en 1979, en las que se presentó como número dos del PSC-PSOE a la alcaldía de Barcelona, es nombrado teniente de alcalde de Organización y Reforma Administrativa, cargo que desempeñó durante dos años. Tras la ruptura del Pacto del Progreso entre PSC, PSUC y Convergencia, pasó a ser teniente de alcalde de Finanzas Municipales y Servicios Generales hasta diciembre de 1982, año en que Narcís Serra dimitió para hacerse cargo del Ministerio de Defensa, y en el que Maragall fue elegido alcalde de Barcelona.
Fue nuevamente elegido para la alcaldía en los comicios municipales del 8 de mayo de 1983, y en los del 10 de junio de 1987. Además, fue diputado autonómico del Parlamento catalán en su III Legislatura (del 29 de mayo de 1988 y a marzo de 1992), comicios a los que concurrió en el segundo lugar de la candidatura del PSC-PSOE por Barcelona.
En abril de 1989 acusó al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, de presionar a las empresas que estudiaban la viabilidad del metro de Montjuitch, así como de la falta de voluntad política para colaborar en los proyectos que Barcelona llevaba a cabo de cara a las Olimpiadas de 1992.
En las elecciones municipales del 26 de mayo de 1991 su lista resultó ganadora y en el pleno de constitución del nuevo ayuntamiento, Pasqual Maragall fue elegido alcalde por mayoría simple gracias a los votos de los veinte concejales del PSC. Junto con Narcís Serra fue uno de los impulsores de la candidatura de Barcelona como sede olímpica en 1992.
Asumió la presidencia del Comité Organizador de la Olimpiada Barcelona 92 (COOB) antes incluso de que se efectuara la elección de la sede en Ginebra. Hasta la celebración de los Juegos, el Ayuntamiento de la Ciudad Condal, en colaboración con la Generalitat y la Administración central, planificó, organizó y puso en práctica un programa de actualización de la ciudad; el plan modernizador incluía desde la construcción de la villa olímpica, a la remodelación del puerto, saneamiento de la Barceloneta, construcción y reparación del sistema viario, así como otras actuaciones. El 25 de julio de 1992 fueron inaugurados los Juegos Olímpicos de Barcelona, que durante dos semanas convirtieron a la ciudad condal en el centro mundial del deporte. Al lado del acontecimiento estrictamente deportivo se desarrolló también la Olimpiada Cultural, que tuvo una gran respuesta por parte del público. El éxito de los Juegos invitó a Maragall a elaborar el Plan Estratégico Barcelona 2000, destinado a desarrollar y consolidar la ciudad con una cincuentena de programas.
El 15 de mayo de 1994 anunció que se presentaba a la reelección en las elecciones del año siguiente, decisión que fue aprobada de forma oficial meses después por el conjunto del Comité Electoral del PSC-PSOE. Hasta esa fecha se especulaba con que Maragall se enfrentaría a Pujol por la presidencia de la Generalitat en los próximos comicios autonómicos, en detrimento de su puesto en el Ayuntamiento.
En estos cuatro años de gestión al frente del Ayuntamiento quedaron sin resolver la aprobación de la denominada Carta Municipal o ley especial para Barcelona; el aplazamiento de la elección de la ciudad como candidata a Capital Europea de la Cultura 2001, el desarrollo del transporte público, en especial del Metro, y el déficit acumulado por el municipio. Por otro lado, enero de 1994 fue testigo del incendio del Teatro del Liceo, en cuya restauración interviene desde entonces el Ayuntamiento dentro del consorcio de «Amigos del Liceo».
El 2 de mayo de 1995, poco antes del inicio de la campaña electoral municipal, Javier de la Rosa le inculpó en un presunto delito de prevaricación, que Maragall rechazó. El financiero le acusó de pedirle una aportación de 1.000 millones de pesetas para la Olimpiada Cultural a cambio de la concesión de una licencia para construir la clínica «New Teknon».
En cuanto a su actividad política, Maragall ha sido el impulsor de la «Plataforma siglo XXI», constituida en noviembre de 1993 para unir a distintos grupos y sectores del catalanismo para crear una alternativa al nacionalismo de CIU. Miembro significado del socialismo catalán y nacional, tomó parte activa en el VI Congreso del PSC, de octubre de 1990, y en el Congreso Extraordinario de los Socialistas Catalanes, del 23 de noviembre de 1991. En el VII Congreso del PSC, de febrero de 1994, fue elegido secretario nacional y además pasó a integrar el nuevo Comité de Acción Política (CAP), nacido tras las críticas que el primer secretario, Raimon Obiols, había recibido por su gestión. El 17 de junio de 1995 fue reelegido alcalde tras los comicios locales del 28 de mayo anterior. En éstos, el PSC-PSOE obtuvo dieciséis concejales, cuatro menos que en la anterior legislatura, lo que le impidió gobernar con mayoría absoluta. Dos años después, el 26 de septiembre de 1997, cesó por propia voluntad al frente del Ayuntamiento, y fue relevado por el primer teniente de alcalde, Joan Clos.
Ha sido miembro de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y como integrante de éste, el 12 de diciembre de 1991, fue elegido en París presidente del Consejo de Municipios y Regiones de Europa (CMRE), organismo que agrupa a unas cien mil autoridades locales. Cuatro años más tarde fue de nuevo reelegido para un nuevo mandato. Desde 1994 compatibilizó este cargo con un puesto en la dirección (primero de vicepresidente y luego de presidente) del Comité de las Regiones de la Unión Europea (CDR), órgano consultivo de la Comisión Europea que se constituyó tras la aprobación del Tratado de Maastricht.
Posee las condecoraciones de la Gran Cruz de la Real Orden al Mérito Deportivo, concedida el 5 de diciembre de 1986; además de la Medalla de Oro 1994 de la Seo de Urgell y del Spanish Institute de Nueva York.
Tras abandonar el Ayuntamiento de la Ciudad Condal, Maragall se marchó a la Universidad de Roma sin despejar su futuro político, aunque entre la izquierda catalana era considerado el candidato natural para disputar a Jordi Pujol la presidencia de la Generalitat en las próximas elecciones autonómicas. La batalla anunciada se hizo realidad en los comicios de 1999 pero Maragall perdió la contienda frente al veterano líder nacionalista. CiU ganó las elecciones con 56 escaños, seis más que el PSC, y formó una alianza de centroderecha con el PP para garantizar la gobernabilidad.
Antes de finalizar la legislatura, Pujol anunció su intención de no presentarse a la reelección y dejar en manos de su delfín, Artur Mas, la responsabilidad de encabezar las listas de CiU. Se abría para Pasqual Maragall una nueva oportunidad de conquistar la jefatura del Ejecutivo autonómico en las elecciones de 2003 y, aunque a priori las encuestas destacaban su condición de favorito, CiU volvió a ganar los comicios con 46 escaños, frente a los 42 obtenidos por el PSC. La ausencia de mayorías absolutas dejó, no obstante, la llave de la gobernabilidad en manos de ERC, la formación independentista encabezada por Josep Lluís Carod-Rovira que incrementó de 12 a 23 su representación en el Parlament. Tras varias semanas de negociación, PSC, ERC e IC-EUiA firmaron un pacto de gobierno que garantizaba el cambio institucional en Cataluña. Pascual Maragall fue investido nuevo president de la Generalitat y Carod-Rovira asumió las funciones de conseller en cap. Pocas semanas después de la constitución del nuevo Ejecutivo, el Gobierno tuvo que afrontar una severa crisis tras hacerse público que el líder republicano había mantenido una entrevista con dirigentes de ETA. Maragall forzó la salida de Carod del Ejecutivo.