Luis XVIII, Rey de Francia (1755-1824)
Hermano de Luis XVI, nacido en el Palacio de Versalles (París) el 17 de noviembre de 1755 y fallecido en París el 16 de septiembre de 1824, tambien conocido como «El Deseado», fue Rey de Francia y de Navarra entre 1814 y 1824.
Hijo de Luis Fernando de Francia y de María Josefa de Sajonia, al nacer recibió el título de conde de Provenza; confiado más tarde, como sus hermanos, al duque de la Vauguyon, se distinguió por su aplicación y su aptitud para el estudio.
Se casó en 1771 con Luisa de Saboya, de quien no tuvo hijos; tomó el título de Monsieur al advenimiento de Luis XVI, y se señaló por su oposición contra los Parlamentos. Más adelante se opuso igualmente a todas las medidas propuestas por el ministro Calonne, y cuando fue llamado a la primera Asamblea de los notables, la sección que presidió se distinguió por su celo en favor del mantenimiento de todos los privilegios. No tardó, sin embargo, en advertir que aquella conducta era imprudente; trató de hacerse jefe del partido que reclamaba las reformas necesarias, y adquirió así popularidad, que luego sufrió un golpe mortal con la conducta ambigua que observó en el asunto de Favras.
La parte que se le acusaba de haber tomado en la conspiración de este infeliz no se le probó, pero lo que es cierto es que pagó después, por medio de una pensión que señaló a su viuda la discreción de la víctima, cuya sentencia y suplicio aceleró con sus discursos en el ayuntamiento. La publicación del Libro Rojo, en el que se vió que bajo el ministerio Calonne, a quien había atacado sin consideración, había recibido además de sus rentas y pensiones ordinarias, la suma enorme de 13.824,000 francos, le despopularizó completamente y huyó al extranjero en 1791. Después publicó la relación de su fuga de París a Bruselas y Coblenza, y hasta sus partidarios más adictos han quedado poco satisfechos de verle contar entre sus infortunios las malas comidas que tuvo que hacer en las posadas. Como quiera que sea, apenas se halló en país extranjero, se hizo el jefe de los emigrados, y el centro de todas las maquinaciones que durante veinticinco años se tramaron con objeto de restablecer a los Borbones en Francia. La Asamblea legislativa le declaró en 1792 despojado de sus derechos a la regencia, la cual no le impidió tomar el título de regente a la muerte de su hermano Luis XVI, y proclamarse rey de Francia después de morir su sobrino. Residió algún tiempo en Alemania, y luego, sucesivamente, en Verona, Blankenburgo, Mittau y Curlandia. Hallándose en esta ciudad entró en tratos con Barras, entonces director, sobre las condiciones de su vuelta a Francia, y más adelante siguió una correspondencia con Bonaparte, primer cónsul, con el mismo objeto. Después del tratado de Tilsit en 1807, se vio obligado a buscar un asilo en Inglaterra y se fijó en el palacio de Hartwell, donde permaneció hasta los acontecimientos de 1814. Entonces se embarcó para Francia, y al llegar a ella publicó la célebre Declaración de Saint-Ouen, fecha 9 de mayo, en que se establecían las bases de la constitución, que otorgaba a los franceses. Dos días después entró en París, donde restableció la Casa Real sobre el mismo pie que estaba en tiempo de su hermano, hizo celebrar ceremonias expiatorias por éste y su familia, honró la memoria de los realistas muertos en su defensa, hizo devolver a los emigrados los bienes no vendidos y conceder al clero sus prerrogativas.
La vuelta de Napoleón de la isla de Elba, le obligó a huir de nuevo, y se refugió en Gante, donde permaneció durante los Cien Días, volviendo a ocupar el trono después de la batalla de Waterloo. Los primeros tiempos de esta segunda restauración se señalaron por las sangrientas venganzas que se ejercieron en todo el país, alzándose en todas partes el cadalso, y cometiéndose los asesinatos y excesos que han recibido después el nombre de Terror Blanco. La ley de amnistía de 1816 obligó a expatriarse a un gran número de franceses comprometidos en la revolución. En los siguientes años de este reinado estallaron diferentes conspiraciones, cuyos autores o cómplices fueron castigados con la muerte o la prisión.
Los demás sucesos de importancia que le señalaron, fueron el asesinato del duque de Berry en 1820; la expulsión de Manuel de la cámara de Diputados en 1823, y la invasión de España, que tuvo por objeto el restablecimiento del poder absoluto de Fernando VII. Luis XVIII dejó algunos escritos como son: Relación de un viaje de París a Bruselas y Coblenza; Cartas escritas de Hartwell; Ultimos años del reinado de Luis XVI.
En 1824, con obesidad, gota y gangrena, la salud del monarca empezó a fallar. El 16 de septiembre de 1824 falleció y fue enterrado en la Basílica de Saint-Denis el día 20. Le sucedió su hermano, que reino como Carlos X.