Tomás Llorens (1713-1772). El escultor barroco que dejó su huella en la Valencia del siglo XVIII
El escultor español Tomás Llorens (1713-1772) fue una figura destacada en el panorama artístico valenciano del siglo XVIII. Su obra, influida por el estilo barroco tardío, se caracterizó por su expresividad, dinamismo y fuerte sentido devocional. Formado por maestros reconocidos y rodeado de artistas relevantes de su tiempo, dejó una huella imborrable en numerosas iglesias y espacios religiosos de la Comunidad Valenciana, donde sus esculturas aún hoy transmiten fuerza espiritual y virtuosismo técnico.
Orígenes y contexto histórico
Tomás Llorens nació en 1713 en el seno de una familia vinculada al mundo del arte y la arquitectura. Su padre, Tomás Llorens, fue un arquitecto respetado, lo que sin duda influyó en su temprana orientación hacia el arte. Su formación fue sólida: aprendió dibujo y modelado de la mano de Evaristo Muñoz y Mosén Pedro Bas, maestros relevantes en la escena artística valenciana de la época. La Valencia del siglo XVIII vivía un momento de efervescencia artística marcada por el desarrollo del estilo barroco tardío, caracterizado por su ornamentación abundante y el dramatismo en las representaciones religiosas. Fue en este entorno cultural donde Llorens encontró su inspiración y consolidó su estilo.
Logros y contribuciones
La obra de Tomás Llorens se centró fundamentalmente en la escultura religiosa, campo en el que logró destacar gracias a su capacidad para dotar a las imágenes sagradas de una fuerza emocional y un detalle anatómico impresionantes. Trabajó en materiales diversos como la piedra y la madera, y colaboró con importantes escultores como Ignacio Vergara, Luis Domingo y Francisco Vergara.
Entre sus contribuciones más destacadas se encuentran:
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San Pedro Pascual, escultura de piedra ubicada en el pretil del río, camino al azud.
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El Apostolado, conjunto escultórico sobre la cornisa de la iglesia de los Padres Escolapios.
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Las estatuas de San Vicente Mártir y Santa Tecla en el retablo mayor del suprimido convento.
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Uno de los Niños de las andas del Jesús del gremio de Carpinteros, en colaboración con otros artistas contemporáneos.
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Santo Cristo de la Camilla, que se expone cada Jueves Santo en la parroquial de Ruzafa.
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Escultura del Santo Tomás, también ubicada en Ruzafa.
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Toda la escultura del altar mayor de la parroquia de Cheste, con excepción de las figuras de San Pedro y San Andrés, completadas tras su muerte por José Esteve de Luciano.
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La imagen de la Virgen del altar mayor de la iglesia de Museros.
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La escultura de piedra de la fachada de la parroquial de Alcoy.
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Las esculturas y el retablo de Nuestra Señora de la Soledad y San Sebastián.
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Un segundo Apostolado, ubicado sobre la cornisa de la iglesia de las Escuelas Pías, también terminado por José Esteve de Luciano debido al fallecimiento de Llorens.
Momentos clave
A lo largo de su carrera, Tomás Llorens participó en varios proyectos significativos que marcaron su trayectoria como escultor consagrado. Estos momentos clave demuestran no solo su habilidad técnica, sino también su reconocimiento entre los círculos artísticos de su tiempo.
Listado de obras destacadas
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San Pedro Pascual – Escultura de piedra junto al azud.
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El Apostolado – Sobre la iglesia de los Padres Escolapios.
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San Vicente Mártir y Santa Tecla – En el retablo del suprimido convento.
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Niño del Jesús del gremio de Carpinteros – Obra conjunta con Vergara, Domingo y otros.
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Santo Cristo de la Camilla – Parroquial de Ruzafa.
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Santo Tomás – También en Ruzafa.
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Escultura del altar mayor de Cheste – Excepto San Pedro y San Andrés.
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Virgen del altar mayor de Museros.
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Fachada escultórica de la parroquial de Alcoy.
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Retablos de Nuestra Señora de la Soledad y San Sebastián.
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Apostolado de las Escuelas Pías – Excepto San Matías.
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San Lorenzo con Niño – Iglesia de San Lorenzo.
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Ángel San Miguel – Parroquial de Yecla.
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Cristo con la Cruz – Iglesia de Tarancón.
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Santiago a caballo con tres musulmanes – Iglesia de Villena.
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La Fama – Sobre el púlpito de Santa Catalina (el púlpito es de Bautista Nicolás).
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San Amelo – Convento del Carmen.
Uno de los aspectos más interesantes de su obra fue su capacidad para abordar no solo la escultura individual, sino también proyectos completos como retablos, logrando composiciones integrales que unificaban lo arquitectónico con lo escultórico.
Relevancia actual
Aunque su nombre no es tan conocido como el de otros artistas de su época, Tomás Llorens sigue siendo una figura de gran importancia en el patrimonio artístico valenciano. Muchas de sus esculturas aún se conservan en iglesias históricas donde continúan siendo objetos de devoción y admiración estética. Su legado forma parte del entorno visual y espiritual de numerosas localidades, y su estilo refleja con claridad los valores y la estética del barroco religioso español del siglo XVIII.
La forma en que sus obras han sido preservadas y restauradas demuestra el valor que se les otorga como piezas fundamentales del patrimonio artístico regional. Además, sus colaboraciones con artistas como José Esteve de Luciano refuerzan la idea de que formaba parte de un núcleo creativo clave para la escultura valenciana del momento.
En retrospectiva, Tomás Llorens no solo fue un talentoso escultor, sino también un representante fiel de una época donde el arte sacro era el principal vehículo de comunicación espiritual. Su obra, llena de simbolismo y detallismo técnico, continúa siendo un testimonio vívido del barroco tardío español.
MCN Biografías, 2025. "Tomás Llorens (1713-1772). El escultor barroco que dejó su huella en la Valencia del siglo XVIII". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/llorens-tomas [consulta: 24 de junio de 2025].