Lydia Kyasht (1885-1959): La Reina del Ballet Ruso que Dejó su Huella en Londres

Lydia Georgievna Kyasht (1885-1959) fue una de las figuras más destacadas en la danza clásica durante el siglo XX. Nacida en San Petersburgo, Rusia, el 25 de mayo de 1885, Kyasht trascendió como bailarina y coreógrafa, dejando una marca indeleble tanto en Rusia como en Europa, especialmente en Londres, donde vivió la mayor parte de su carrera profesional. Su trayectoria abarca no solo la interpretación de algunos de los papeles más icónicos del ballet, sino también una profunda influencia en el desarrollo de nuevas técnicas y estilos dentro de esta disciplina artística.

Orígenes y Contexto Histórico

Lydia Kyasht nació en el seno de una Rusia en pleno auge cultural, en una época donde el ballet ruso alcanzaba su máximo esplendor. Desde temprana edad, mostró su vocación por la danza, lo que la llevó a ingresar a la prestigiosa Escuela de Ballet del Teatro Imperial de San Petersburgo. Allí fue discípula de renombrados maestros, entre los cuales destacó Pavel Gerdt, quien fue crucial en su formación técnica y artística.

Tras graduarse en 1902, Kyasht comenzó a formar parte del legendario Teatro Marinsky, donde rápidamente escaló posiciones, alcanzando el rango de solista en 1905 y de primera bailarina en 1908. En este contexto, trabajó con algunos de los coreógrafos más importantes de la época, como Mikhail Fokine, cuya obra «La Vigne» (1906) le permitió dar a conocer su talento a un público más amplio. La influencia de Fokine sería decisiva para el desarrollo de su propio estilo, que fusionaba la técnica académica con la expresión emocional y el lirismo en la danza.

Logros y Contribuciones al Ballet

Kyasht se destacó por su capacidad para interpretar papeles complejos y emotivos, lo que la convirtió en una de las bailarinas más solicitadas de su tiempo. Su carrera en el Teatro Marinsky culminó con una serie de interpretaciones excepcionales, que la llevaron a compartir escenario con figuras legendarias del ballet, y a formar parte de la historia de la danza clásica rusa.

En 1908, tras abandonar Rusia debido a la situación política y social del momento, Lydia Kyasht se trasladó a Londres, donde se unió al Empire Theatre. Allí continuó su carrera, trabajando con otros grandes de la danza como Adolf Bolm. Kyasht no solo se dedicó a la interpretación, sino que también incursionó en la coreografía, creando obras como La Ninfa de Agua (Pugni, 1912), Primer Amor (Glinka y Clarke, 1912) y Titania (Mendelssohn y Clarke, 1913), entre otras.

Durante su estancia en Londres, continuó su contribución a la danza con la creación de coreografías que fusionaban la técnica rusa con influencias europeas, y empezó a labrarse una reputación como una de las artistas más innovadoras de su tiempo. Entre 1912 y 1919, también fue miembro de los renombrados Ballets Russes de Diaghilev, una de las compañías más influyentes en la historia del ballet. Con Diaghilev, Kyasht realizó giras por Viena y Budapest, lo que la consolidó como una artista internacionalmente reconocida.

Momentos Clave en la Carrera de Lydia Kyasht

  • 1902: Graduación en la Escuela de Ballet del Teatro Imperial de San Petersburgo.

  • 1905: Se convierte en solista en el Teatro Marinsky.

  • 1908: Obtiene el rango de primera bailarina en el Teatro Marinsky y abandona Rusia.

  • 1912-1913: Se une a los Ballets Russes de Diaghilev y realiza coreografías como La Ninfa de Agua y Titania.

  • 1919: Regresa a Londres, establece su propia escuela y se dedica a la enseñanza y coreografía.

  • 1939: Crea el Ballet de la Jeunesse Anglaise, que más tarde se transformó en el Ballet Ruso de Lydia Kyasht.

  • 1953: Se convierte en profesora en la Escuela de Nicolai Legat.

Relevancia Actual

A pesar de que Lydia Kyasht falleció el 11 de enero de 1959 en Londres, su legado perdura en la historia del ballet clásico. Como coreógrafa y bailarina, Kyasht jugó un papel fundamental en la evolución de la danza en la primera mitad del siglo XX, especialmente en el ámbito del ballet ruso, en el que fue una figura clave. Sus contribuciones a la técnica y expresión en el escenario siguen siendo estudiadas y admiradas por generaciones de bailarines y coreógrafos.

El trabajo de Kyasht también dejó una huella importante en la danza en el Reino Unido, donde su escuela y sus coreografías influyeron en la formación de numerosos bailarines británicos. De hecho, la fundación de su propio ballet, el Ballet Ruso de Lydia Kyasht, fue una prueba de su independencia artística y de su deseo de continuar desarrollando la danza rusa fuera de su patria.

Obras y Coreografías Destacadas de Lydia Kyasht

  • La Ninfa de Agua (Pugni, 1912)

  • Primer Amor (Glinka y Clarke, 1912)

  • Titania (Mendelssohn y Clarke, 1913)

  • Romantic Recollections (Libro, Londres, 1929)

A lo largo de su carrera, Lydia Kyasht demostró una capacidad excepcional para combinar la técnica rigurosa con la emoción pura de la danza. Su estilo se caracterizaba por una expresividad única, en la que la técnica no solo servía para embellecer los movimientos, sino también para contar una historia o transmitir una sensación profunda. Esta característica la convirtió en una de las grandes maestras del ballet y dejó una profunda influencia en la danza clásica occidental.

Últimos Años y Legado

En los últimos años de su vida, Kyasht se dedicó a la enseñanza, compartiendo su vasto conocimiento con nuevas generaciones de bailarines. Fue profesora en la Escuela de Nicolai Legat a partir de 1953, y continuó influyendo en el mundo de la danza hasta su fallecimiento en 1959. Aunque su nombre no siempre ha tenido la misma notoriedad que otros grandes del ballet ruso, su legado perdura en la calidad y belleza de su obra, así como en las generaciones de bailarines que han seguido sus pasos.

La figura de Lydia Kyasht, tanto como intérprete como coreógrafa, es un testimonio de la importancia de la danza en la cultura mundial y de la capacidad de una artista para trascender fronteras y épocas. Su vida y obra siguen siendo un referente para los amantes del ballet y para los estudiosos de la danza clásica.