Hans Küng (1928-2021): El teólogo suizo que desafió los cimientos de la Iglesia Católica
Hans Küng, sacerdote y teólogo católico suizo nacido el 19 de marzo de 1928 en Sursee, cantón de Lucerna, y fallecido el 6 de abril de 2021 en Tubinga, Baden-Wurtemberg (Alemania), se consolidó como una de las figuras más influyentes y controvertidas del pensamiento teológico católico contemporáneo. A lo largo de su vida, Küng fue conocido por sus ideas radicales, sus intentos de reforma dentro de la Iglesia Católica y su lucha por un ecumenismo real que trascendiera las diferencias entre las religiones. Su legado, marcado por sus obras y su participación activa en momentos históricos claves, dejó una huella profunda en la historia del cristianismo moderno.
Orígenes y contexto histórico
El 19 de marzo de 1928, en el pequeño cantón suizo de Lucerna, nació un hombre que cambiaría el curso de la historia del pensamiento teológico. Hans Küng creció en una Suiza neutral, alejada de los conflictos políticos que azotaban Europa durante la Segunda Guerra Mundial. A temprana edad, mostró un gran interés por los estudios religiosos, lo que lo llevó a ingresar en la Universidad Pontificia de Roma, donde obtuvo su licenciatura en Filosofía en 1951 y su licenciatura en Teología en 1955. Su formación académica, particularmente su doctorado en 1957 en la Universidad de París sobre la relación entre Karl Barth y el catolicismo, lo posicionó como un teólogo brillante y comprometido.
Küng, a lo largo de su vida, fue un ferviente defensor de una Iglesia que pudiera adaptarse a los nuevos tiempos, un concepto radical en un momento histórico donde la Iglesia Católica se mostraba reacia a realizar cambios significativos. En sus primeros años de carrera profesional, sirvió como párroco en Lucerna, pero pronto encontró su lugar en el mundo académico, obteniendo una plaza en la Universidad de Tubinga, Alemania, donde comenzó a dar clases en 1960 en la Facultad de Teología católica.
Logros y contribuciones
Participación en el Concilio Vaticano II
Una de las contribuciones más destacadas de Hans Küng fue su participación activa en el Concilio Vaticano II (1962-1965), un evento histórico que buscó renovar la Iglesia Católica y adaptarla a los tiempos modernos. Nombrado teólogo conciliar por el Papa Juan XXIII, Küng fue parte de un pequeño grupo de teólogos que promovieron una serie de reformas que abordaban aspectos como la libertad religiosa, la relación de la Iglesia con el mundo moderno y el ecumenismo. Durante el concilio, sus ideas sobre la apertura de la Iglesia Católica al mundo moderno y su defensa de un acercamiento real entre la Iglesia católica y la protestante fueron esenciales.
Una de las propuestas más radicales de Küng fue su insistencia en la necesidad de transformar las estructuras eclesiásticas para que fueran más democráticas y abiertas. Según su visión, solo a través de una reforma estructural profunda podría la Iglesia cumplir su papel en la promoción de la paz mundial, un concepto que también aplicaba a la relación entre las religiones. Si no se alcanzaba la paz entre las religiones, consideraba, sería imposible lograr una paz global.
La controversia con la Iglesia Católica
Las posturas de Hans Küng, a lo largo de su carrera, se fueron haciendo cada vez más controvertidas, lo que provocó fricciones con la jerarquía eclesiástica. En 1979, tras sus reiteradas críticas a la infalibilidad papal y a la rigidez doctrinal de la Iglesia, la Congregación para la Doctrina de la Fe Católica dictaminó que no podía seguir enseñando en la Universidad de Tubinga. Este fallo causó un gran revuelo internacional y desencadenó numerosas protestas en defensa de su libertad académica y de expresión. Sin embargo, en 1994, tras un análisis más profundo, se reconsideró su caso y la Congregación modificó su postura inicial, permitiéndole continuar con sus enseñanzas.
Momentos clave de su carrera
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1957 – Doctorado en París: Su investigación sobre Karl Barth, uno de los teólogos más influyentes del siglo XX, le permitió desarrollar una comprensión profunda de la relación entre el protestantismo y el catolicismo.
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1960 – Comienzo en la Universidad de Tubinga: Küng se integró en la Universidad de Tubinga, donde impulsó el estudio de la teología como una disciplina abierta al diálogo con las ciencias y la filosofía modernas.
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1962-1965 – Concilio Vaticano II: Fue uno de los teólogos principales en el Concilio, donde participó activamente en las discusiones sobre el papel de la Iglesia en el mundo moderno y promovió el ecumenismo.
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1979 – Prohibición de enseñar: Su postura radical sobre la infalibilidad papal le costó el derecho a enseñar en la Universidad de Tubinga, un momento que marcó un quiebre con la Iglesia oficial, pero también consolidó su figura como un teólogo crítico.
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1994 – Revisión de la sanción: La Congregación para la Doctrina de la Fe reconsideró su caso, permitiéndole continuar con su labor docente y publicando nuevas obras que seguirían influenciando el pensamiento teológico.
Relevancia actual
El legado de Hans Küng sigue siendo relevante en la actualidad, no solo dentro del ámbito de la teología católica, sino también en el diálogo interreligioso y el estudio de las religiones. A lo largo de su carrera, promovió la idea de una ética mundial, en la que los valores universales pudieran servir de base para la cooperación entre distintas culturas y religiones. Su trabajo ha tenido un impacto significativo en el pensamiento ecuménico, especialmente en el estudio de las religiones comparadas y la defensa de una Iglesia abierta y adaptada a los tiempos modernos.
Entre sus obras más influyentes se encuentran:
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Konzil und Wiedervereinigung (Concilio y reunificación, 1960)
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Strukturen der Kirche (Estructuras de la iglesia, 1962)
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Die Kirche (La iglesia, 1967)
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24 Thesen zur Gottesfrage (24 tesis acerca de la cuestión divina, 1979)
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Theologie im Aufbruch. Eine ökumenische Grundlegung (El renacer de la teología. Una documentación ecuménica, 1987)
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Unfehlbar? Eine Anfrage (¿Infalible? Un interrogante, 1972)
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Existiert Gott? (¿Existe Dios?, 1977)
Entre otras muchas, estas obras abordan desde la naturaleza de la Iglesia y su estructura hasta las grandes preguntas filosóficas y teológicas sobre la existencia de Dios, pasando por el futuro del cristianismo y su relación con el judaísmo.
Un pensamiento para el futuro
Hans Küng fue un pensador adelantado a su tiempo, cuya insistencia en la reforma de la Iglesia Católica, el diálogo ecuménico y la necesidad de un mundo más tolerante y justo sigue siendo tan relevante hoy como lo fue en su época. Su énfasis en la paz entre religiones y su crítica a la rigidez doctrinal han dejado un legado profundo que continúa influyendo en teólogos y pensadores contemporáneos.
En resumen, Hans Küng no solo fue un teólogo que desafió las estructuras de la Iglesia Católica, sino también un visionario que luchó por un mundo más unido, más abierto y más plural, donde las religiones pudieran convivir en paz y armonía. Su vida y obra siguen siendo una invitación al diálogo, la reflexión y la búsqueda de respuestas en un mundo cada vez más complejo y globalizado.
MCN Biografías, 2025. "Hans Küng (1928-2021): El teólogo suizo que desafió los cimientos de la Iglesia Católica". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/kung-hans [consulta: 14 de junio de 2025].