José (s. XVIII a. C.).


Patriarca hebreo, hijo de Jacob y de Raquel, nacido en Kharrán. Su juventud la pasó en Mamré, cerca de Hebrón, donde se dedicó a la agricultura y a la ganadería en compañía de su padre y hermanos. Preferido de su padre, sus numerosos hermanos a causa de la envidia lo vendieron a unos mercaderes madianitas, que lo llevaron a Egipto. Allí fue vendido como esclavo a un importante funcionario, de nombre Putifar quien, convencido de las buenas cualidades de José, llegó incluso a confiarle la administración de su casa. Encarcelado a causa de la mujer de su dueño, llegaría a explicar en la prisión los sueños al faraón (se ignora su nombre) indicándole que los mismos anunciaban la llegada de siete años de abundancia y otros siete de escasez y hambre. Nombrado funcionario con el nombre de Safenat-Paneaj, tomó por esposa a la egipcia Nesenet, hija de un importante sacerdote, la cual le dio por hijos a Manasés y Efraím. José, llegada la época de escasez, favoreció a sus hermanos, a quienes reconoció sin ser reconocido cuando éstos fueron a Egipto a buscar trigo. Tras el episodio de Simón y de Benjamín, a quienes retuvo como rehenes, se dio a conocer. Llevado Jacob y su familia a Egipto, el faraón le hizo entrega de los pastos y tierra de Gosén. José murió en Egipto a los 110 años de edad; sin embargo, su sepultura se situó en Siquem. Aunque algunos autores han negado la historicidad de los hechos y vida de José -que se enmarcan dentro de relatos justificativos de la providencia divina- el contexto de lo narrado y la estancia de los israelitas en tierras egipcias responden a la realidad histórica.