Infante Pérez de Vargas, Blas (1885-1936). El político andalucista que soñó con la regeneración social y agraria de Andalucía

Blas Infante Pérez de Vargas (1885-1936) fue un político, abogado laboralista y escritor español, conocido por su incansable lucha por la autonomía de Andalucía y la regeneración social y agraria de su tierra natal. Nacido en Casares, Málaga, Blas Infante se distinguió por su visión idealista y nacionalista, marcada por las influencias del krausismo y el regeneracionismo. A lo largo de su vida, intentó transformar la estructura política y social de Andalucía a través de una profunda reforma agraria y un cambio en las bases de la política regional, siempre con el anhelo de poner fin al caciquismo que dominaba la región. Su legado, aunque truncado por su asesinato durante los primeros días de la Guerra Civil, sigue siendo un referente fundamental del pensamiento andalucista y la lucha por la justicia social en el sur de España.

Orígenes y contexto histórico

Blas Infante nació el 5 de julio de 1885 en Casares, un pequeño pueblo de la provincia de Málaga, en el seno de una familia de la pequeña burguesía. Su entorno familiar y social marcó profundamente su visión del mundo. Licenciado en Derecho, comenzó su carrera profesional como notario en Sevilla, pero su inquietud intelectual lo llevó a interesarse por el pensamiento político y social. La situación de Andalucía, caracterizada por un atraso económico y social notable respecto a otras regiones de España, fue el eje central de sus preocupaciones políticas.

En su juventud, Blas Infante se vio influido por los movimientos ideológicos del krausismo y el regeneracionismo. Estas corrientes de pensamiento promovían una profunda transformación de la sociedad española, haciendo hincapié en la necesidad de una reforma de las estructuras sociales y económicas para superar la crisis de la España contemporánea. En este contexto, Infante comenzó a formular sus propias ideas sobre Andalucía, planteando un nacionalismo que, sin llegar a ser separatista, buscaba una mayor autonomía y un modelo de desarrollo propio para la región.

Logros y contribuciones

Blas Infante es reconocido principalmente por su obra Ideal Andaluz, escrita en 1915, que se convirtió en el manifiesto fundamental del andalucismo. En este texto, Infante propuso una reforma agraria radical que redistribuyera la tierra entre los jornaleros andaluces, fomentando la creación de una clase media campesina que pudiera mejorar las condiciones de vida de la población rural. Esta propuesta estaba en línea con sus ideas regeneracionistas, ya que consideraba que la mejora de las condiciones socioeconómicas de la clase trabajadora andaluza era clave para el progreso de la región.

Además de sus propuestas agrarias, Infante defendió la regeneración política y social de Andalucía, entendida como una transformación profunda que permitiera superar el caciquismo y las estructuras de poder tradicionales que mantenían a la región en una situación de subdesarrollo y marginación. Para ello, apostó por un cambio generacional en la política, fomentando la creación de nuevas estructuras de participación política y social que dieran voz a las clases populares.

Durante los últimos años de la Restauración, Blas Infante tuvo cierto éxito en sus esfuerzos por promover el andalucismo. Fundó diversos centros y órganos de prensa que defendían sus ideas y trataban de agrupar a los sectores más progresistas de la región. Sin embargo, a pesar de su esfuerzo, los apoyos a sus propuestas fueron disminuyendo, y a medida que avanzaba el siglo XX, se fue encontrando más aislado políticamente, especialmente con la llegada de la Segunda República en 1931.

Momentos clave de su vida política

Blas Infante vivió momentos clave que marcaron su trayectoria política y su relación con el sistema político español de la época:

  1. 1915 – Publicación de «Ideal Andaluz»: Esta obra sentó las bases de su pensamiento y marcó el inicio de su lucha por la autonomía y la reforma agraria en Andalucía. En ella, Infante plasmó su visión de un futuro más justo para los jornaleros y campesinos andaluces.

  2. Creación de los Centros Andaluces: A lo largo de la Restauración, Infante promovió la creación de centros de andalucismo, que funcionaron como focos de resistencia al caciquismo y como plataformas para difundir sus ideas. Sin embargo, la falta de apoyos políticos y la oposición de los sectores más conservadores dificultaron su crecimiento.

  3. Proclamación de la Segunda República (1931): Con la llegada de la Segunda República, Blas Infante vio una oportunidad para avanzar en sus propuestas. Transformó los Centros Andaluces en Juntas Liberalistas de Andalucía y se presentó a las elecciones de 1931 en una candidatura andalucista como simpatizante del Partido Republicano Federal. A pesar de sus esfuerzos, no obtuvo el apoyo esperado.

  4. Integración en el Partido Izquierda Radical Socialista (1932): Tras el fracaso de sus intentos iniciales, Infante se unió al Partido Izquierda Radical Socialista, con el que se presentó a las elecciones de 1933. Sin embargo, también fracasó en este intento de consolidar su proyecto político en un contexto cada vez más polarizado.

  5. Colaboración en la redacción de un Estatuto de Autonomía para Andalucía: En los años previos al estallido de la Guerra Civil, Infante comenzó a colaborar en la redacción de un proyecto de estatuto de autonomía para Andalucía. Sin embargo, debido a los acontecimientos políticos de la época, este proyecto nunca llegó a ser aprobado.

Relevancia actual

La figura de Blas Infante sigue siendo un referente para el andalucismo contemporáneo y la lucha por la autonomía de Andalucía. Su visión de una Andalucía más justa, próspera y libre de las estructuras de poder que históricamente habían mantenido a la región en una posición de desventaja sigue siendo inspiradora para muchos. El andalucismo de Infante, que no solo se basaba en la defensa de la autonomía política, sino también en la necesidad de una transformación social y económica profunda, sigue siendo un tema relevante en los debates sobre la identidad y el futuro de Andalucía.

A pesar de su trágica muerte a manos de los sublevados en los primeros días de la Guerra Civil, Blas Infante dejó un legado que continúa siendo estudiado y reivindicado. Su obra Ideal Andaluz, junto con su lucha por la regeneración social y agraria, sigue siendo un testimonio de su compromiso con la justicia social y la mejora de las condiciones de vida de los más desfavorecidos. La figura de Infante es ahora considerada como la del padre del andalucismo moderno, y su pensamiento continúa siendo una fuente de inspiración para aquellos que buscan una Andalucía más justa y equitativa.

Su muerte prematura a los 51 años no impidió que su figura se mantuviera viva en la memoria colectiva, especialmente después de la recuperación de su figura en la democracia española, donde se le ha reconocido como uno de los principales ideólogos de la autonomía andaluza.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Infante Pérez de Vargas, Blas (1885-1936). El político andalucista que soñó con la regeneración social y agraria de Andalucía". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/infante-perez-de-vargas-blas [consulta: 8 de julio de 2025].