Graciano, Flavio. Emperador de Roma (359-383).


Emperador romano de occidente (375-383 d.C.). Hijo mayor del emperador Valentiniano I (364-375) y su mujer Marina Severa, nació en Sirmium el 18 de abril del año 359. Según el relato de los historiadores antiguos, Graciano destacó tanto por lo débil de su carácter, fácilmente moldeable por sus tutores (el poeta Décimo Magno Ausonio, Merobaldo o Equicio), como por su pasión por los libros y la religión. En el año 367, mientras acompañaba a su padre a una campaña contra los alamanes en Galia, fue proclamado augusto en un intento de Valentiniano I para asegurar la pacifica sucesión del poder. En el 374 Graciano casó con Constancia, hija del emperador Constancio II. El 17 de noviembre del 375 se produjo la inesperada muerte de Valentiniano I, y fue entonces cuando Graciano, que tan sólo tenía dieciséis años de edad, tuvo que hacer frente al gobierno de la parte occidental del imperio. Fijó su residencia en Tréveris, siendo apoyado por los ejércitos de la Galia y el Rin.

Paralelamente, Merobaldo y Equicio, jefes de las tropas asentadas en Aquincum (cerca de la actual Budapest) proclamaron augusto corregente sobre el Ilirico, África e Italia a Valentiniano II, otro hijo de Valentiniano I y de su segunda esposa Justina, que contaba con tan sólo cuatro años de edad (aunque Graciano nunca le reconoció, precisamente por tener tan corta edad). Mientras tanto, la tensión en el limes danubiano terminó por estallar tras el ataque de los hunos sobre los ostrogodos, lo que provocó la avalancha de éstos sobre el Imperio, donde solicitaron entrar en calidad de federados. Tras permitírseles el paso, los romanos les atacaron por sorpresa, pero para su desgracia los godos no sólo consiguieron vencerles, sino extenderse por los Balcanes y Tracia. En el 376 Valente solicitó la ayuda de Graciano para hacer frente a los bárbaros. Graciano envió al dux Frigerido con algunas legiones de Panonia, así como al comes domesticorum Ricomeres con legiones galas. Sin embargo, Merobaldo, su comes peditum, desoyó las órdenes de Graciano y dedicó la mayor parte de dicho contingente para defender el limes contra los alamanes, muestra del poco poder efectivo del emperador en el gobierno frente a sus generales. Valente, indignado por lo que creía una traición de Graciano, se decidió a atacar, pero fue vencido y muerto en la batalla de Adrianápolis en agosto del 378. En enero del 379, Graciano fue el encargado de proclamar a Teodosio I emperador de oriente, tras su aplastante victoria sobre los godos. En cuanto a las cuestiones religiosas, Graciano mantuvo durante los primeros años de gobierno una actitud tolerante y conciliatoria con la alta nobleza senatorial, política que cambiaría radicalmente desde el año 379, debido a la creciente influencia que sobre él ejercieron personajes como Dámaso de Roma y Ambrosio de Milán. Graciano publicó un edicto en el cual se condenó cualquier práctica herética y en el que se privaba a los proclamados herejes de todo derecho civil y religioso. El concilio convocado en Aquileya en el 381 reafirmó la condena al arrianismo.

Graciano rompió igualmente cualquier lazo entre el paganismo y el Estado romano, quien pasó a servir a la Iglesia católica con toda su fuerza. Por un lado, Graciano intervino en la querella surgida entre Prisciliano, obispo de Ávila, acusado de hereje por Hidacio de Mérida e Itacio de Ossobona en el Concilio de Zaragoza del 380. En el 381 Prisciliano fue acusado y condenado por maniqueísmo ante el emperador Graciano. Ambrosio de Milán y Dámaso de Roma protagonizaron la defensa de Prisciliano y obligaron al emperador a retractarse de su condena. Por otro lado, Graciano mandó quitar del Foro el altar y la imagen de la Victoria ante el cual los senadores ofrendaban antes de las sesiones. Tras las airadas protestas de éstos, Graciano renunció a su manto de pontifex maximus y denegó la inviolabilidad y privilegios que tenían las vírgenes Vestales. Las buenas relaciones entre Graciano y la nobleza senatorial pagana romana acabaron por romperse entre agrias disputas dialécticas que buscaban, sin conseguirlo, la revocación de las medidas.

En el año 283 Graciano acudió al norte a combatir una nueva incursión de los alamanes, quienes habían sido instigados por Magno Máximo, comes Britannae. Aquel mismo año Máximo fue aclamado emperador por sus tropas tras una serie de contundentes victorias sobre pictos y escotos. Mientras que Máximo desembarcaba en Galia, Graciano se vio forzado a hacerle frente. En las proximidades de París, Graciano fue traicionado por sus propios hombres y tuvo que huir para salvar la vida. Las tropas de Máximo lograron darle alcance el 25 de agosto del año 383, en las cercanías de Lugdunum (actual Lyón), donde fue asesinado a manos de Andragatio, magister equitum de Máximo.

Bibliografía

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  • TEJA, R. La época de los Valentinianos y Teodosio. (Madrid; Akal, 1990).

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