González González, Antonio Carlos (1941-2002).


Poeta y crítico literario español, nacido en Badajoz en 1941 y fallecido en Valencia en el año 2002, autor de una notable producción poética caracterizada por su acento reflexivo e intimista. Está considerado como una de las figuras más relevantes de la lírica española del último tercio del siglo XX.

Vida

Volcado desde su juventud hacia las disciplinas humanísticas y el cultivo de la creación literaria, cursó estudios superiores de Derecho en la Universidad de Valencia y, una vez licenciado, orientó sus pasos profesionales por el sendero de la docencia, que le llevaron a impartir clases en un instituto de enseñanza media de Valencia, ciudad en la que fijó su domicilio. Previamente, había vivido durante diez años en Cádiz (1955-1965), donde se dio a conocer como poeta. Su prematura desaparición, causada por una penosa afección cardíaca que le mantuvo apartado de la vida pública durante sus últimos años de existencia, no impidió que sus poemas figurasen en algunas de las más relevantes antologías de la poesía española e hispanoamericana contemporánea, ni que sus versos fueran traducidos a varios idiomas. Homenajeado en distintos países (entre ellos, Italia, donde se le ha rendido tributo en diferentes academias literarias; y la República Dominicana, donde su obra goza de gran aprecio entre críticos y lectores), fue miembro de la Asociación Colegial de Escritores de España y de la Asociación de Escritores y Críticos de Valencia, y quedó incluido en el prestigioso registro de autores literarios elaborado por el International Biographical Center de la Universidad de Cambridge. A su muerte, dejó inéditos numerosos poemas y una novela titulada El sueño de Shiva.

En su vida pública, Antonio Carlos González se distinguió también por su ideología conservadora y su militancia activa en la Falange Española Auténtica, donde se caracterizó por su entusiasta defensa del pensamiento joseantoniano. Fue uno de los grandes animadores de la última etapa del Frente de Juventudes, desde el que impulsó, durante su etapa estudiantil en la Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia, la sección levantina del SEU.

Obra

Antonio Carlos González irrumpió en el panorama literario español a mediados de los años sesenta con un poemario que, publicado bajo el título de Besos errantes (Cádiz, 1965), llamó la atención de la crítica especializada y anunció la aparición de una voz lírica alentada por una poderosa inspiración. Tras un largo silencio editorial que se prolongó por espacio de ocho años, el poeta pacense volvió a los anaqueles de las librerías con una segunda entrega poética, Gritos de amor y rebelión (Valencia: Albatros Ediciones, 1973) que confirmó las buenas expectativas despertadas por su opera prima; posteriormente, siguió incrementando su producción lírica con otros títulos tan dignos de mención como Letanías (Aranguren [Bilbao]: Ediciones Comunicación Literaria de Autores, 1978), Luz en el vértice de la muerte (Valencia: Testimonio, 1980), Entorno de los límites (Valencia: Albatros Ediciones, 1983), Única melancolía (Valencia: Albatros Editores, 1983), Tu remoto cuerpo (Valencia: Albatros Editores, 1985), Al otro lado del nombre (Valencia: Víctor Orenga Editorial, 1988), Pez Inmóvil (Valencia: Albatros Editores, 1992) e Y con la luz en el vacío (Oviedo: Tarfe, Artes Gráficas, 1996), obra -esta última- galardonada con el prestigioso I Premio Nacional de Poesía «Luys Santa Marina», convocado por el Ayuntamiento de Cieza (Murcia).

Discípulo y, en cierto modo, continuador del legado estético de Vicente Aleixandre (1898-1984), con el que mantuvo una sólida amistad, Antonio Carlos González es, en palabras del crítico Ricardo Bellver -uno de los mejores conocedores y analistas de su obra- «un escritor pulcro y sincero, impulsado por una inevitable y por ello fatal inclinación a la escritura y a sincerarse en el poema«. Caracterizado, al final de su vida, por la adopción de una limpia y pura mirada estética encaminada a superar el dolor, murió antes de ver impreso su último poemario, titulado Rosas y cenizas de tus labios y dedicado a su mujer y musa, Araceli («Y me empañaba en retener la luz de tus ojos / en beber una copa, atravesando el olvido / y la fecha de un regreso«). Como homenaje a la memoria literaria y al recuerdo político de Antonio Carlos González, sus amigos y camaradas falangistas editaron póstumamente esta colección de poemas (Cieza [Murcia]: Asociación Cultural Pueblo y Arte, 2002), en la que, además de los temas recurrentes en su anterior producción poética (la luz y el amor), se encuentran algunos versos que bien pueden interpretarse como el testamento literario del malogrado autor pacense: «Verbo, ceniza, consumación. / Conciencia, resurrección de la palabra”.