Ganghofer, Ludwig (1855-1920).


Escritor alemán nacido en Kaufbeuren en 1855 y fallecido en Tegernsee en 1920. Ganghofer era hijo del director general del Servicio Forestal Bávaro; estudió Filosofía y Filología en Múnich, Berlín y Leipzig, donde se doctoró en 1879. En 1880 escribió su primera obra para un grupo de teatro popular de Múnich, con el que había tomado contacto durante sus años universitarios, titulada Der Herrgottschnitzer von Ammergau (El espléndido tallador de Ammergau, 1880), su primer gran éxito. A consecuencia de ello fue contratado por el Ringtheater de Viena y fue redactor del periódico «Neues Wiener Tagblatt» («Nuevo diario vienés»). Posteriormente regresó a Alemania y vivió primero en Múnich, luego junto al lago de Tegern y por último en el valle de Gais. Fue corresponsal voluntario en la I Guerra Mundial; como resultado de esta experiencia escribió numerosos reportajes sobre los acontecimientos en el frente.

Ganghofer continuó su carrera como dramaturgo con otras piezas de éxito como Der Prozebhansl (Hans, el del proceso, 1881) y Der Geigenmacher von Mittenwald (El fabricante de violines de Mittenwald, 1884). Aunque sus piezas populares se representaron numerosas veces y los textos se vendieron rápidamente, Ganghofer alcanzó el éxito de público sobre todo con las novelas y las narraciones sobre los Alpes y sus habitantes, que reflejan perfectamente las costumbres y las situaciones vitales de las gentes de aquella zona. Las más importantes son Bergluft (Aires de montaña, 1883), Edelweisskönig (Rey de los Edelweiss, 1886), Oberland (Las tierras bajas, 1887), Schloss Hubertus (El castillo Hubertus, 1895), Das Schweigen im Walde (El silencio del bosque, 1899) y su obra autobiográfica Lebenslauf eines Optimisten (Currículum de un optimista, 1909-1911). En 1915 publicó su única novela histórica, Der Ochsenkrieg (La guerra de los bueyes), situada en el Berchtesgaden del siglo XV.

El estilo de sus primeras obras muestra una notable influencia de L. Anzengruber;ANZENGRUBER, LUDWIG; sin embargo, poco a poco, el estilo de Ganghofer se irá desvinculando cada vez más de éste y se convertirá en uno propio, único y difícil de imitar. El mundo de las montañas aparece idealizado y desvinculado de todo elemento de crítica social, unido a un frecuente uso del dialecto, así como de un humor muy popular. Todo ello en conjunto ofrece al lector una visión casi a modo de cliché romántico de la vida idílica en la montaña. Ganghofer fue, pues, uno de los mayores representantes de la Heimatliteratur. Sus obras han sido llevadas al cine y hoy en día continúan teniendo una enorme actualidad.