Flores Facussé, Carlos Roberto (1950-VVVV).


Político e ingeniero hondureño nacido en Tegucigalpa el 1 de marzo de 1950, líder del Partido Liberal y presidente del país entre 1998 y 2002.

Licenciado en Ingeniería Industrial por la Universidad estadounidense de Luisiana, realizó estudios de posgrado en Economía Internacional y Finanzas. De su padre, el periodista Óscar Flores, heredó la copropiedad de la empresa Lithopress Industrial y del diario La Tribuna, fundado en 1976, aunque sus derroteros profesionales se encaminaron hacia el ejercicio de la labor pública.

Debutó en política en 1980 como diputado de la Asamblea Nacional Constituyente y en 1982 fue nombrado ministro de Presidencia en el Gabinete de Roberto Suazo Córdova, el primer civil que asumía la Jefatura del Estado tras casi dos décadas de Gobiernos militares en Honduras. Ligado al Partido Liberal desde su juventud, Flores ocupó algunos puestos de responsabilidad en la formación, como la presidencia del Consejo Departamental Liberal, la coordinación general del Movimiento Liberal Rodista y la presidencia del Consejo Central Ejecutivo del P.L.

En las elecciones de 1989 presentó su candidatura a la presidencia de la República pero perdió los comicios frente a Rafael Callejas, líder del Partido Nacional que asumió el cargo en enero de 1990. Los liberales recuperaron el poder cuatro años más tarde con la victoria electoral de Carlos Roberto Reina y Flores Facussé fue nombrado presidente del Congreso Nacional para el periodo 1994-1998. Por segunda vez en su carrera política, fue candidato a la presidencia del país en las elecciones celebradas el 30 de noviembre de 1997 y, en esta ocasión, sí consiguió imponerse a la opción del Partido Nacional, representada por Nora de Melgar.

El 27 de enero de 1998 recibió el poder de manos del presidente saliente, Carlos Reina, y antes de acabar el año tuvo que enfrentar uno de los peores momentos de su mandato. El huracán «Mitch», que asoló Centroamérica en el mes de octubre, fue especialmente cruento en Honduras, donde dejó un saldo de 7.000 víctimas, 8.000 desaparecidos y alrededor de un millón y medio de damnificados. A las pérdidas humanas hubo que añadir enormes daños en el sector agrícola y en las infraestructuras del país. Al finalizar su gestión, Honduras no había conseguido recuperarse de la tragedia y la pobreza y la delincuencia se manifestaban como males endémicos para una sociedad tradicionalmente perseguida por los desastres naturales. Cedió el testigo de la Jefatura del Estado a Ricardo Maduro, candidato del Partido Nacional que resultó vencedor en las elecciones presidenciales de noviembre de 2001 frente a la opción oficialista representada en la figura del presidente del Congreso, Rafael Pineda.