Fernández Ordóñez, Francisco (1930-1992).
Político español, nacido en Madrid en 1930 y fallecido en la misma ciudad en 1992. Fue ministro de Hacienda y de Justicia con el gobierno de UCD y ministro de Asuntos Exteriores con el gobierno socialista; cargo este último en el que se mantuvo hasta mes y medio antes de su muerte, y en el que desarrolló una incansable política de integración de España en el mundo occidental.
Hijo de un ingeniero de caminos, era el mayor de diez hermanos, y estudió en el Colegio del Pilar. Se licenció en Derecho por la Universidad de Madrid con Premio Extraordinario y, en 1954 aprobó la oposición para juez con el número uno. Eligió ser fiscal y fue destinado a Huelva, donde permaneció cinco años. En 1959 decidió hacer oposiciones para Hacienda, ingresó en el Cuerpo de Inspectores Técnicos Fiscales del Estado, donde desempeñó sus funciones en diversas delegaciones de Hacienda.
Posteriormente ocupó diferentes cargos, entre los que destacan: Jefe de estudios del Centro de Estudios Tributarios (1964-1965), subdirector del Instituto de Estudios Fiscales (1968), director de la revista Economía Financiera Española del ministerio de Hacienda, presidente durante cuatro años de la Delegación española que discutió ante la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) el examen de la economía española en el período 1969-1973 y representante de España en el GATT, el Fondo Monetario Internacional, la CEE y numerosas comisiones internacionales.
Posteriormente fue a Estados Unidos para ampliar sus estudios de especialización económica en la Universidad de Harvard, donde fue alumno del profesor Kenneth Galbraith y obtuvo el diploma del «International Tax Programm».
A su vuelta a España, fue nombrado por el ministro de Hacienda, Alberto Monreal, Secretario General Técnico del citado ministerio (1969-1973). Fue Subsecretario de Economía Financiera del mismo ministerio (1973) y Presidente del Instituto Nacional de Industria (1974), cargo del que dimitió por disconformidad con la política del Gobierno de Arias Navarro.
Tras la muerte de Franco se convirtió en una de las principales figuras de la socialdemocracia española. Militó en las filas de la Federación de Partidos Socialdemócratas, de la que fue elegido Presidente en 1976. Esta Federación fue integrada en Unión de Centro Democrático (UCD) en 1977. Más tarde fue elegido diputado de UCD por Madrid, y el 4 de julio de 1977 era nombrado ministro de Hacienda del primer gobierno de Adolfo Suárez.
Dos años más tarde, en marzo de 1979, tras celebrarse elecciones generales volvió a ser elegido diputado de UCD por Zaragoza. Posteriormente, el 4 de abril de ese mismo año, cesó en el gobierno pero dejó redactada gran parte de la Reforma Fiscal, incluido el nuevo reglamento del Impuesto General sobre la Renta, cuyos proyectos de ley fueron defendidos en el Congreso por Fernández Ordóñez quien desempeñó también las funciones de presidente de la Comisión de Presupuestos.
En septiembre de 1980 fue nombrado ministro de Justicia, cargo en el que permaneció un año durante el cual emprendió la reforma del poder judicial y elaboró la polémica ley del divorcio, que fue objeto de una dura campaña por parte de los círculos conservadores.
Posteriormente, el 31 de agosto de 1981, Ordóñez dimitía de este cargo en carta manuscrita al por entonces presidente Leopoldo Calvo Sotelo, y el 3 de noviembre de 1981 abandonaba, junto con 15 parlamentarios más, las filas de UCD para crear en enero de 1982 un nuevo partido, Acción Democrática, del que sería elegido presidente.
Tras pasarse a las filas del PSOE, en diciembre de 1982 fue nombrado Presidente del Banco Exterior de España y el 4 de julio de 1985, el presidente del gobierno, Felipe González, lo nombraba, en sustitución de Fernando Morán, ministro de Asuntos Exteriores.
A lo largo de su carrera al frente de la cartera de Exteriores ha vivido importantes acontecimientos políticos como el referendo sobre la permanencia de España en la OTAN, celebrado un año después de que comenzara su mandato como ministro. Asimismo, firmó la adhesión de España a la UEO en noviembre de 1988, tras seis meses de negociaciones.
Como representante de la diplomacia española en el exterior ha realizado numerosas giras y visitas por diferentes países como máximo responsable del establecimiento y mejora de las relaciones de nuestro país con el resto del mundo. Su programa de trabajo en 1988 se vio alterado por una dolencia de próstata, de la que fue intervenido quirúrgicamente en abril del mismo año. Desde el 1 de enero del año siguiente, 1989, ocupó durante seis meses la presidencia del Consejo de Ministros de la Comunidad Europea, que culminó con la Cumbre de Primeros Ministros y ministros de Asuntos Exteriores celebrada en Madrid los días 26 y 27 de junio de 1989.
En febrero de 1989, Ordóñez había anunciado su retirada de la vida política por motivos de salud, y afirmó que aquélla sería su última legislatura. En julio de ese año fue operado de un pólipo intestinal. Sin embargo, tras las elecciones generales de 29 de octubre de aquel año, volvió a formar parte del Gabinete.
Durante 1990 realizó viajes oficiales a todos los países del Este europeo: Rumanía, Yugoslavia, Bulgaria, Checoslovaquia, Polonia y Hungría. Asimismo, en septiembre de ese año hizo su primera visita oficial al Papa en Roma. En noviembre estuvo en China con el objeto de relanzar las relaciones con este país. Fue el primer ministro de Exteriores de la CE en visitar Pekín tras los acontecimientos de Tiananmen.
En julio de 1990, como consecuencia de la ocupación de la Embajada española en La Habana por ciudadanos que buscaban asilo político, Ordóñez manifestó que España daría acogida y garantizaría la seguridad de las personas que entrasen en el edificio. Como respuesta, la Cancillería cubana difundió un comunicado en el que calificaba a Ordóñez de «angustiado administrador colonial», entre otras cosas.
Fernández Ordóñez también se enfrentó al conflicto del Golfo. Tras la invasión de Kuwait por tropas iraquíes en agosto de 1990, el Gobierno español decidió enviar dos corbetas y una fragata al Golfo Pérsico, con el fin de colaborar en el cumplimiento del bloqueo comercial a Irak decretado por las Naciones Unidas. En sus declaraciones sobre la crisis del Golfo, Ordóñez reafirmó en todo momento el apoyo español a las resoluciones de la ONU y la necesidad de agotar todos los esfuerzos para evitar la guerra.
El 11 de marzo de 1991 fue confirmado en su puesto de ministro de Asuntos Exteriores, en la nueva remodelación del Gabinete que hizo el presidente Felipe González. A partir de esta fecha, Fernández Ordóñez continuó con sus intensas labores en el Ministerio del Exterior. Así, el 24 de abril de 1991 clausuró la presidencia española al frente del comité ministerial del Consejo de Europa. El 7 de septiembre de 1991 asistió a la inauguración de la Conferencia de Paz sobre Yugoslavia, país que se hallaba inmerso en una cruenta guerra civil desde el verano anterior. En octubre de este mismo año organizó y fue uno de los personajes destacados de la Conferencia de Madrid sobre la pacificación de Oriente Próximo. En esta reunión estuvieron presentes delegaciones de los países del área más las representaciones de Estados Unidos, Unión Soviética y España, como país anfitrión.
El 7 de febrero de 1992 firmó el Tratado de la Unión Europea, que se rubricó en la localidad holandesa de Maastricht (Países Bajos). Tras un viaje a Buenos Aires y Chile en mayo de 1992, suspendió su agenda de trabajo aquejado de un profundo cansancio. El 2 de junio se sometió a un chequeo médico que fue calificado de rutinario por fuentes médicas. Entre finales de octubre y primeros de noviembre de 1991 fue sometido a un tratamiento médico para eliminarle piedras en la vesícula que se le habían diagnosticado en una revisión anterior en la Clínica Puerta de Hierro. El 22 de junio de 1992, fue sustituido en la cartera de Exteriores por Javier Solana, hasta entonces ministro de Educación.
Fernández Ordóñez es uno de los pocos políticos que han ocupado tres carteras ministeriales distintas. Además, como ministro de Exteriores español, le ha tocado vivir acontecimientos tan importantes como los cambios en el Este europeo, el fin de la guerra fría y la crisis del Golfo. De ahí que su carrera política haya inspirado varias obras.
En 1980 publicó el libro La España necesaria. Dos años más tarde, se editó la obra Palabras en libertad, basada en las conversaciones de Ordóñez con Eduardo García Rico. En noviembre de 1990 , el periodista José Cavero publicó una biografía del ministro de Exteriores titulada El político. En enero de 1990 obtuvo el premio a la Transparencia Informativa, otorgado por el Club Internacional de la Prensa por «su permanente disponibilidad y la de sus colaboradores para atender a los medios de comunicación«. Y en febrero de 1991 recibió la medalla de oro al Mérito a las Relaciones Internacionales, concedida por la Cámara Europea para el Desarrollo del Comercio, la Industria y las Finanzas a personalidades que en el transcurso de 1985-1990 se hicieron acreedoras por su labor profesional. Poco antes de su sustitución al frente del Ministerio de Exteriores, el Consejo de Ministros del 19 de junio de 1992 le concedió el Collar de la Orden de Isabel la Católica. El agravamiento de su enfermedad, un cáncer de hígado irreversible, motivó su entrada en coma el 6 de agosto de 1992, lo que provocó su muerte a la mañana siguiente.