Fernández Juncos, Manuel (1846-1928).
Narrador, periodista y crítico literario hispano-puertorriqueño, nacido en Asturias (España) en 1846 y fallecido en San Juan (Puerto Rico) en 1928. Aunque no era natural de la isla antillana, está considerado como uno de los principales creadores de la cultura literaria de Puerto Rico, país al que arribó a los once años de edad para pasar allí el resto de su vida.
En efecto, en 1857 el joven Manuel Fernández Juncos dejó a un lado las penosas condiciones económicas con las que vivía en España y, en busca de fortuna, se trasladó a Puerto Rico, donde empezó a trabajar en una tienda de alimentación que regentaban unos tíos suyos. En esta nueva vida, la formación académica tampoco le quedaba al alcance, por lo que, llevado de su natural curiosidad intelectual, procuró buscarse por sus propios medios la información que consideraba necesaria para forjarse una buena educación. Recaló, así, en la lectura de revistas y gacetas, y comenzó a frecuentar el trato de algunos periodistas que, como el poeta José Gualberto Padilla, contribuyeron de forma decisiva a su formación autodidáctica. Fruto de estos contactos con los círculos literarios y periodísticos puertorriqueños fueron sus primeras publicaciones en diferentes rotativos y revistas, que le permitieron ganarse un merecido prestigio como escritor y acceder, con poco más de treinta años de edad, a la dirección del rotativo El Buscapié.
Durante dos etapas (desde 1877 hasta 1899, y luego en el bienio de 1917-1918), Manuel Fernández Juncos convirtió esta publicación periódica en el primer diario que contó con un número fijo de lectores fieles, cada vez más abundantes, identificados con un ideario cívico que se mostraba muy crítico con las autoridades coloniales e intentaba despertar en la población antillana una firme conciencia de autonomía política, social y cultural respecto a la metrópoli. En esta línea, el escritor y periodista asturiano, plenamente identificado con su lugar de adopción, dejó un rico legado literario y periodístico que contribuyó de forma decisiva a la consolidación de la cultura autóctona puertorriqueña, sin renegar por ello de la fecunda tradición española que alentaba, desde sus orígenes, el nacimiento de la específica identidad antillana. Así, todos sus relatos, artículos y cuadros de costumbre vieron la luz entre las páginas de El Buscapié, amparados por esa voluntad autonomista que alentaba el ideario del periódico.
Sin embargo, las actividades políticas y culturales de Manuel Fernández Juncos no quedaron relegadas a esta importante publicación, ya que también dirigió durante varios años la Revista Puertorriqueña, y se distinguió en la promoción y difusión de una compleja red de bibliotecas municipales que, diseminadas por toda la isla, hicieron posible la alfabetización y la adquisición de una identidad nacional de numerosos puertorriqueños.
Interesado, muy especialmente, por la idiosincrasia de los pobladores de la isla, Manuel Fernández Juncos trazó las semblanzas de sus tipos más característicos en numerosos cuadros de costumbres publicados en las páginas de El Buscapié, y luego recopilados en dos interesantes volúmenes: Tipos y caracteres (San Juan: Biblioteca de El Buscapié, 1882) y Costumbres y tradiciones (San Juan: Tipografía Las Bellas Artes, 1883). Además, profundizó con vivo interés en el trazado del perfil ideal del ciudadano puertorriqueño ejemplar, del que dejó otra valiosa recolección de artículos publicada bajo el título de Semblanzas puertorriqueñas (San Juan: Imprenta de J. González Font, 1888). Treinta años después de su muerte, apareció en Puerto Rico una magna edición de todos estos retratos de costumbres, figuras, tipos y caracteres de la isla, titulada Galería puertorriqueña (San Juan: Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1958).
A partir de 1898, con el cambio de soberanía en Puerto Rico, Manuel Fernández Juncos mostró una constante preocupación por la conservación entre sus pobladores de su riquísimo legado histórico y cultural español, que pasaba necesariamente por el sostenimiento de la pujanza que la lengua castellana aún tenía en la isla. Así, se dedicó a redactar unos interesantes manuales escolares que, destinados a la educación de los más jóvenes, desempeñaron una misión trascendental en la lucha que, desde comienzos del siglo XX, sostuvo el castellano contra la poderosa influencia del inglés. Se trata de Los primeros pasos en castellano (1901) y Compendio de moral para las escuelas (1904), dos obras destinadas a la enseñanza primaria que se vieron incrementadas -al margen ya de la finalidad didáctica- por un interesante ensayo titulado La lengua castellana (San Juan: Imprenta El País, 1903).
Bibliografía
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MELÉNDEZ, Concha. «Manuel Fernández Juncos, mentor de juventudes», en Boletín de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española (San Juan, IX, 1981, págs. 83-99).
J. R. Fernández de Cano