Federico, San (¿ – 838).


Obispo y mártir de Utrecht muerto en el año 838. Durante su adolescencia y juventud san Sigfrido se ocupó de su educación, quien por aquel entonces era obispo de la misma diócesis. A la muerte del santo, Federico fue aclamado por todos, tanto el clero como el pueblo, para ser el sucesor de Sigfrido, no sólo por las virtudes y la ciencia que el joven presbítero había demostrado, sino también porque nadie mejor que él, que había vivido en íntima comunicación con el santo, podía hacerse cargo de la diócesis. No obstante, la humildad y modestia de Federico le hicieron rechazar el cargo, aunque no tuvo más remedio que, a la postre, aceptarlo.

Ya en la silla episcopal, tuvo como mayor empeño la reforma de costumbres de sus diocesanos, sobre todo en la isla de Walcheren (situada en el Mar del Norte), en la cual reinaba un ambiente disoluto. Durante su mandato también se le reconoce el haber convertido a la fe católica a los herejes arrianos de Frisia.

Precisamente tras esta campaña, cuando había recorrido toda su diócesis y se encontraba dando gracias en la capilla de san Juan Bautista, el 18 de julio del año 838, dos individuos se abalanzaron sobre él y le asestaron varias puñaladas que le costaron la vida. No obstante, los hagiógrafos no se ponen de acuerdo en la causa verdadera del cruel asesinato, ya que algunos atribuyen la trágica orden a la emperatriz Judith, segunda esposa del emperador Luis, cuya unión consideraba incestuosa el obispo, mientras que otros lo ponen en duda, llevados por la reconocida bondad de la reina.

Su onomástica se celebra el día de su muerte, el 18 de julio.

FDS