Eames, Charles (1907-1978).
Arquitecto y diseñador estadounidense nacido el 17 de junio de 1907 en Saint Louis y fallecido el 21 de agosto de 1978 en la misma ciudad. Junto a su esposa, Ray Kaiser, realizó numerosos diseños de muebles e interiores que han sido muy valorados, por su belleza, confort y elegancia, no sólo como un nuevo concepto del diseño adaptado a las necesidades de la sociedad de su tiempo y de la industria, sino como parte de la expansión de la cultura estadounidense.
Interesados por todos los aspectos del diseño, desde el más mínimo detalle de la decoración hasta la concepción de amplios espacios diseñados para albergar grandes exposiciones, su afán por investigar en todos los campos posibles del diseño les hicieron tomar contacto con todas las manifestaciones artísticas relacionadas con el medio, especialmente la fotografía y el cine. Los Eames, en su evolución desde diseñadores de mobiliario a embajadores de la cultura americana, tuvieron un visionario concepto del diseño moderno como medio de provocar cambios sociales, aspecto que no pasó inadvertido a las autoridades norteamericanas. No es de extrañar, así, que el matrimonio mantuviera continuos contactos con la administración federal y con los mayores comerciantes del país para modernizar la América post-bélica. Sus diseños acercaron la modernidad al ciudadano medio, al utilizar materiales más económicos.
Nacido en Saint Louis, Charles Eames se crió en el corazón de la América industrial. En su juventud trabajó para ingenieros y presidentes de grandes empresas, hasta que llegó a ser jefe del departamento de diseño de la Academia Cranbrook de Arte en Bloomfield Hills (Míchigan), un período de su vida en el cual colaboró con el también diseñador y arquitecto Eero Saarinen en diversos proyectos de diseño, uno de los cuales fue una silla ergonómica, montada de manera elegante con tan sólo dos chapas de madera laminada montadas sobre una ligera estructura de metal, que ganó el primer premio en el Concurso de Diseño Orgánico realizado entre 1940 y 1941 por el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Hacia 1940 conoció a Ray Kaiser, una alumna que había estudiado pintura con Hans Hoffman y comenzaba a despuntar por sus diseños de portadas de revistas, papeles de regalo y otros muchos objetos. Iniciada en el arte abstracto, trasladaba sus diseños basados en dicho arte a objetos útiles y necesarios para la vida cotidiana.
Comenzaron a trabajar juntos de inmediato, y su relación pronto dejó de estar reducida al ámbito laboral. En 1941 se casaron y comenzaron a diseñar juntos. Ambos se desplazaron a California, donde diseñaron estructuras móviles e investigaron en la aplicación del contrachapado en éstas en un momento difícil, con un país en guerra. En 1943 Charles fue elegido director del Departamento de Investigación y Desarrollo de las operaciones en la costa oeste de la compañía Evans Products. En 1946 fue, asimismo, invitado por el Museo de Arte Moderno de Nueva York para realizar una exposición individual de sus diseños de mobiliario, la primera dedicada con exclusividad a un diseñador; dicha exposición fue todo un éxito, y fue la causa de que muchas empresas de fabricación de mobiliario se interesaran por sus diseños. Así, la compañía de Herman Miller le hizo una oferta millonaria para fabricar de manera masiva sus diseños elaborados con contrachapado.
El matrimonio Eames continuó elaborando sus obras en California, donde participaron en proyectos arquitectónicos de gran envergadura, exposiciones e incluso producciones de películas, todo ellos después de que Charles estudiara arquitectura por dos años en la Universidad de Washington. Un buen ejemplo de los diseños de la pareja fue su propia casa, construida en 1949 en Pacific Palisades (California), y donde dieron rienda suelta a todos sus originales conceptos arquitectónicos y de diseño, sobre todo en la utilización de grandes superficies acristaladas y el empleo de elementos prefabricados (puertas, ventanas y muros), algo que pretendieron popularizar en la construcción masiva de viviendas. También por estos años mantuvieron asidua correspondencia con Henry Ford para colaborar en los diseños de automóviles de su firma y accesorios para éstos; no obstante, la muerte de Ford abortó este proyecto.
Algunos ejemplos del diseño Eames en esta época son unas sillas y chaise-longues de plástico montadas sobre estructuras reticulares, un lujoso sillón reclinable tapizado en cuero o un sillón de oficina con estructura de alumninio, todos ellos diseños muy innovadores para la época e ideados para la empresa Herman Miller.
A partir de 1955 se incrementó su interés por el cine, sobre todo aquel cuyo fin era meramente educacional, hasta el punto de que dirigieron una película por su cuenta, Powers of Ten (1968), un filme experimental en el que jugaban con las posibilidades de la cámara y los adelantos científicos de la época, mostrando, por ejemplo, una vista de las partículas subatómicas de la mano de un hombre. También se interesaron por la docencia, preocupados por saltar las barreras academicistas de la universidad, en un intento de que el alumno se sintiera más libre gracias a clases amenas e intuitivas; buena prueba de ello es un curso experimental, realizado en la Universidad de California (Los Ángeles) en 1953 y titulado «Una simple lección».
La década de los sesenta fue una época en la que Charles trabajó como asesor de diseño para algunas de las mayores compañías norteamericanas. Las contribuciones que la pareja hicieron para el pabellón de Maquinaria de Negocios Internacional de la Feria Mundial celebrada en Nueva York entre 1964 y 1965 fue especialmente notable. Una década más tarde, bajo el patrocinio de la misma compañía, diseñaron una gran exposición dedicada a Franklin y Jefferson; esta exposición pudo verse en París, Varsovia y Londres, hasta que recaló en el Museo Metropolitan de Nueva York y en la Academia de Arte de Chicago.
Con una curiosidad incansable y gran meticulosidad, el matrimonio dedicaba gran parte de su tiempo en investigar nuevas facetas del diseño; prueba de ello son las más de 350.000 diapositivas que realizaron y que suponen un auténtico legado, catalogado, como no cabría esperar de otra forma, con meticulosidad e infinita paciencia. Para los Eames, el proceso del diseño sólo es satisfactorio si se identifica con las necesidades reales del cliente, que deben estar necesariamente ligadas a las propias necesidades del diseñador y de la sociedad en general. La oficina que abrieron en Los Ángeles, en el bulevar Washington de la zona de Venice, se mantuvo abierto desde 1943 hasta la muerte de Ray, en 1988, ya que, tras la muerte de Charles, Ray continuó trabajando en viarios proyectos de diseño, sin olvidar que no abandonó nunca su carrera artística como pintora abstracta.
FDS