Duarte, José (1928-2017).
Pintor español, nacido en Córdoba el 21 de enero de 1928 y fallecido en Madrid el 21 de enero de 2017. Sus años de formación transcurren entre su ciudad natal y la Escuela de Bellas Artes de Sevilla y se extienden hasta 1950, período en el que la fuerte presencia de Daniel Vázquez Díaz se hace notar en el joven pintor. Sin embargo, su incorporación a la vanguardia se realiza inmediatamente después, mostrando un creciente interés por la abstracción y fomentando amistades como la de Jorge Oteiza o el arquitecto Rafael de la Hoz. Viaja a París, donde conoce a Picasso, encuentro que marcó profundamente al pintor y que le estimuló a instalarse en esta ciudad a partir de 1956. Allí nacería, un año más tarde, el Equipo 57 del que formó parte como miembro fundacional. Desde un principio, la línea artística defendida fue la abstracción constructiva desde el original enfoque de la interactividad espacial. Durante los primeros años, el Equipo realizó exposiciones en París, Copenhague, Madrid, etc. La importancia de este grupo, integrado por artistas españoles (Agustín Ibarrola, Ángel Duarte, Juan Cuenca, Juan Serrano y el propio pintor), ha ido acrecentándose con el tiempo. Recientemente, han tenido lugar diferentes retrospectivas, que han culminado con la que se realizó en el Centro de Arte Reina Sofía en 1993.
A partir del año 63, momento en el que se disuelve Equipo 57, José Duarte se replantea sus objetivos como artista. Se integra en el Grupo de Grabadores de Estampa Popular e interviene en todas sus exposiciones tanto en España como en el extranjero. Es el comienzo de lo que será su línea netamente figurativa, en la que se irá reafirmando a lo largo de toda su trayectoria artística. A partir de una figuración expresionista de marcados contenidos sociales, evolucionará hacia posiciones cada vez más realistas con las que se expresan, de una forma contenida, la dureza de la vida de los campesinos andaluces. El crítico de arte José Ramón Danvila aseguraba que «esas campesinas condensan en imágenes la férrea denuncia del pintor y adquieren un valor testimonial que sobrepasa cualquier crónica de sentimientos«.
Hasta 1980 Duarte trabaja en temáticas similares y, al mismo tiempo, realiza numerosas exposiciones en España y el extranjero. Entre 1981 y 1989, el mundo anterior entra en crisis en el pintor y se produce un silencio elocuente hasta que, en el año 91, decide sacar a la luz los trabajos madurados durante ese tiempo. A partir de ahí la pasión de Duarte se centra fundamentalmente en la pintura por sí misma. En palabras de Fernando Huici, «su figuración se deslizará hacia motivos más intimistas y una mayor sensualidad, en visiones del entorno cotidiano que, en nuestra década, se ha centrado en el género del bodegón de objetos«.
Las exposiciones realizadas en Madrid, en la Expo de Sevilla o en la monográfica de Córdoba, dan cuenta de la madurez de su nuevo trabajo por el que se le otorga, en 1995, el Premio a las Artes Plásticas de la Comunidad de Madrid. Ya en 1993 fue galardonado también con la medalla de oro al Mérito de las Bellas Artes junto con los restantes miembros del Equipo 57.
El crítico Juan Manuel Bonet, en una visión general de su trabajo, afirma que «ni siquiera en los momentos en los que tuvieron importancia para él otras cosas, ha dejado de ser un pintor y un pintor, en el fondo, lírico… Constructivista pero sensible en los primeros años 50, socialmente comprometido y a la vez metafísico en los 60, coral y a la vez contemplativo en el período de las Campesinas es, durante los 80 y 90, cuando su fe en la sola pintura se consolida descarnadamente, ya sin aditamentos, sin pies forzados, sin nada que venga a distraerle ni a distraernos a nosotros, sus espectadores, de su puro fluir«.