Drygalski, Erich von (1865-1949).
Geógrafo y explorador alemán, nacido el 1865 en Königsberg (Prusia) y fallecido en 1949. Destacó por sus expediciones a Groenlandia (1891-93), así como por su exploración del Antártico a principios del siglo XX a bordo del Gauss (1901-1903).
Inició sus estudios en su ciudad natal pero luego se trasladó hasta Bona, Leipzig y Berlín. En el año 1888 logró una plaza de auxiliar en el Instituto Geodésico de Berlín y dos años después, en 1891, inició una expedición por Groenlandia, organizada por la Sociedad Berlinesa de Exploraciones Científicas. En el año 1898 consiguió graduarse en la universidad de Berlín y un año después, empezó a trabajar allí como profesor de geografía. A partir del año 1900, se desarrollaron en Europa cuatro grandes proyectos de exploración científica, todos ellos impulsados por el Congreso Internacional de Geografía: la del sueco Otto Nordenskjöld, la del inglés Robert Falcon Scott, la del escocés William Speir Bruce y, finalmente, la alemana, en la que Drygalski entró a formar parte, tras abandonar su labor de profesor. El propio Drygalski fue elegido por la Comisión Alemana para el Polo Sur como el encargado de dicha expedición, encabezando así la expedición a bordo del Gauss, navío que finalmente partiría de Kiel destino al Antártico el 11 de agosto de 1901 llevando consigo a unos 32 hombres, cinco de ellos científicos.
Medio año después, aproximadamente el 2 de enero de 1902, arribaron a las islas Kerguelen donde permanecieron todo el mes hasta que volvieron a iniciar su camino hacia el Antártico. Al poco tiempo observaron el que sería el primero de otros muchos icebergs por lo que la navegación se hizo bastante complicada. El 21 de febrero alcanzaron los 66º 5′ de latitud S y descubrieron lo que ellos mismos denominaron Tierra del Emperador Guillermo II. A causa de las inclemencias climáticas quedaron atrapados entre los hielos durante gran parte del invierno antártico, tal y como le había ocurrido a Borchgrevink. Durante el mes de marzo, sin embargo, las temperaturas se estabilizaron y Drygalski decidió organizar una expedición fuera del navío; así, la primera se inició el 18 de marzo y duró unos ocho días, tras los cuales obtuvieron las pruebas necesarias para confirmar su posición en el continente antártico: consiguieron roquedos de origen volcánico procedentes de la montaña a la que denominaron Gaussberg.
El Gauss transportaba un globo aerostático que permitió a Dryglaski convertirse en el primer hombre en sobrevolar el Antártico:
«Magnífico tiempo para una ascensión en globo. Toda la tripulación tomó parte en la maniobra doce hombres sujetaban el globo, mientras otros dos abrían las válvulas de los cilindros de acero para llenar el aeróstato, y como esto había de hacerse en dos grupos, había que vigilar la necesaria correlación. El impulso fue muy fuerte, hasta el punto de que la primera vez que el globo ascendió, para prueba, sin nadie en la barquilla, no fue posible hacerlo bajar con el malacate, por lo cual todos tuvieron que tirar de las maromas para bajarlo cuando estaba ya a 100 m. de altura. También ocupando yo el cesto subió rápidamente con una suavidad casi absoluta que sólo cedió en lo alto ante una leve corriente de aire para, a cosa de los 300 m, desaparecer de nuevo por completo. La referida corriente producía una suave rotación del globo. Al ascender se me hicieron con el teléfono muchas señales, dirigidas todas a prevenirme de la conveniencia de abrir la válvula por estar el aeróstato demasiado tenso. Observamos que en las alturas el calor se hacía excesivo. A 500 metros hacía tanto calor que me quité los guantes y escogí la gorra ligera sin orejeras, de la cual pude prescindir también cuando, casualmente, se me cayó desde 500 m de altura. El panorama que se dominaba a los 500 m era grandioso. A partir de los 50 m de elevación vi ante mí la montaña recientemente descubierta de Gauss y, desde una altura mayor, comprobé que era ella el único punto libre de hielos de todos aquellos alrededores.«
Una segunda expedición se centró en el estudio de dicha montaña, hecho que decidió al propio Dryglaski a emprender una tercera ya que, además, las temperaturas habían descendido. Los exploradores se centraron en la toma de datos magnéticos y geológicos; registraron datos de la montaña Gaussberg a una latitud S de 66º 40′. Con la mejora del tiempo, los miembros de la expedición se afanaron en liberar su embarcación de los hielos y durante largas horas perforaron la masa de hielo con sus propias manos para luego introducir explosivos. Estas medidas no funcionaron tal y como se deseaba; sin embargo, un día Drygalski se percató de que por detrás de la embarcación había un área cubierta por hollín y que dicha área se encontraba sin hielo; éste dedujo que fue la tonalidad oscura del hollín la que favoreció la rápida fundición del hielo, ya que el negro tiende a absorber la mayor cantidad de luz solar. De esta manera, mandó que se dispersara alrededor del Gauss la basura almacenada realizando con ella una especie de cauce hacia la zona libre de hielos. El éxito fue total, pero tras las navidades, exactamente en febrero de 1903, empezaron a sentirse grandes estruendos y movimientos; el hielo que encerraba la nave se estaba fundiendo y eso traía consigo un nuevo peligro: el desplazamiento de los bloques de hielo que siguen la deriva. Como la situación no mejoraba de manera importante, Drygalski tomó la decisión de abandonar y a finales de marzo de 1903 puso rumbo hacia Sudáfrica.
Tras arribar a Ciudad del Cabo el 9 de junio Drygalski solicitó una nueva expedición al Gobierno alemán, pero fue denegada, por lo que la tripulación puso rumbo a Alemania. A su llegada a Kiel el 23 de noviembre, Drygalski comprobó con frustración que su expedición no era suficientemente valorada, aunque él seguiría sintiéndose realmente satisfecho.
En el año 1904 publicó Zum Kontinent Des Eisilen Sudeus. Deusche Sudpolar-Expedition. Fahrten und firsch ungen des Gauss 1901-1903, y entre 1905 y 1931 llegó a publicar un total de veinte volúmenes. Tras su retiro científico y aventurero, se dedicó a enseñar geografía en la universidad de Múnich. Falleció en 1949, a los 84 años de edad.
Bibliografía
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TREUE, W. La Conquista de la Tierra. Barcelona, Ed. Labor, 1948.