Cornejo de la Pedrosa, Pedro (1536 ó 1566-1618).


Teólogo e historiador español, nacido en Salamanca en 1536 y muerto en la misma ciudad el 31 de marzo de 1618.

Estudió en las Universidades de Salamanca e Irache. Tras ingresar en al Orden del Carmen, vivió en los Países Bajos y en Francia, donde fue un celoso defensor de la Liga (véase Guerras de Religión). A su vuelta a España fue distinguido, tanto por el rey, Felipe III, como por la reina Margarita. En Salamanca regentó las cátedras de filosofía moral, artes y Santo Tomás, antes de adquirir en propiedad la cátedra de Durando en 1608. Permaneció en dicha cátedra hasta su muerte. Demostró que dominaba con igual perfección las filosofías escolástica y aristotélica. Nicolás Antonio lo describió como un compendio de virtudes, entre las que destacaba la misericordia y la humildad. Gozó de la confianza del rey, que le consultó en numerosas ocasiones en asuntos de gran trascendencia. En la Orden Carmelita ejerció los cargos de provincial de Castilla, prior de Valladolid y prefecto de estudiantes. Fue hermano de Bartolomé Cornejo, famoso canonista de su época y le siguió en la tarea de ordenar el archivo de la Universidad.

Su tarea como historiador se circunscribe a la época de la Liga en París, cuyos acontecimientos reflejó en las siguientes obras: Sumario de las guerras civiles y causas de la rebelión de Flandes; Compendio y breve relación de la Liga y confederación francesa de 1585 a 1590; Discurso de lo ocurrido en el cerco de París contra Enrique de Borbón, titulado rey de Francia.

Tras su muerte se publicaron sus tratados teológicos en dos tomos con los siguientes títulos: Reverendi P. M. F. Petri Cornejo Carmelitanae Theologiae praestantissimi ac publici Salmanticensis academiae catedrarii. Diversarum materiarum quas in eodem gymnasio dictavit. Cum indice genuino. Tomus Prior…, Valencia, 1618; Operum R. P. M. Fr. Cornejo Caarmelitae theologi praestantissimi ac publici Salmanticensis Academiae catedrarii. Cum indice copiossisimo. Tomus alter…, Valencia, 1629. También se le atribuyen un comentario a las obras de Bacon y un tratado sobre la Inmaculada, de los cuales no ha quedado rastro.

JMMT