Castiglione, Baltasar de (1478-1529).
Humanista y político italiano, nacido en Casatico, Mantua, (1478) y fallecido en Toledo (1529). Miembro de una familia noble, estudió en Milán, donde recibió un educación humanística y cortesana. Fue protegido por la corte de Ludovico el Moro, por la de los Gonzaga de Mantua y por la de los Montefeltro, duques de Urbino, quienes lo tuvieron en muy alta estima.
En aquel momento, estos prohombres se presentaban como lo más selecto de la cultura italiana y de la aristocracia. Fue hombre de confianza de Francisco María della Rovere y embajador en Roma, en la corte pontificia de León X; allí conoció al gran Rafael Sanzio, con quien trabó una sólida amistad y con el que visitó y estudió muchas de las ruinas de la Urbs; mantuvo también relación con Miguel Ángel. Además, para el Duque de Urbino, hizo las veces de embajador en Inglaterra, Milán y Mantua.
En 1515 volvió a la corte de Mantua y un año después contrajo matrimonio con Hipólita Torelli, que murió cuando sólo llevaban casados cuatro años. Tras la desgracia, marchó a Roma, como embajador de Federico Gonzaga, y por fin fue enviado a España como nuncio por el Papa Clemente XII. En la corte de Carlos V trabó rápidamente una buena amistad con el rey, consiguiendo su protección.
El Saco de Roma llevado a cabo por los tercios españoles en 1527 puso a Castiglione en una difícil situación con la corte pontificia, por no avisar a tiempo al Papa de las intenciones de Carlos V; no obstante, también sufrió sobremanera en España, por su crítica al Emperador, que animó la respuesta contundente de Alfonso de Valdés en su Diálogo de las cosas ocurridas en Roma, también titulado Diálogo de Lactancio y un Arcediano.
La presencia de Castiglione en España tuvo, no obstante, una dimensión adicional, de orden estrictamente cultural; de hecho, fue determinante su relación con Boscán y Garcilaso o con Lucio Marineo Sículo. Con este último, mantuvo contactos eruditos en los que ambos hicieron gala de su interés humanístico por los vetera vestigia; de hecho, Castiglione hizo continuas preguntas al Siciliano relativas a la situación de determinados lugares de la Roma antigua en la geografía peninsular de la época.
A pesar de sus discrepancias con el Emperador, éste siempre lo mantuvo bajo su protección y hasta llegó a concederle el obispado de Ávila; sin embargo, al poco tiempo, Castiglione murió a causa de una rápida enfermedad. España, finalmente, le ofreció su última morada, al morir en Toledo en 1529, si bien es cierto que sus restos fueron trasladados a Mantua y enterrados nuevamente en 1530.
Obras
El Cortesano (véase Cortesano, el). En esta obra, se recogen los principios que debe seguir el perfecto noble humanista.
Tirsis (1506). Escrita a modo de égloga, es una fábula pastoril en cincuenta y cinco octavas. Además de estas dos obras principales, también destacan unas poesías líricas en lengua vulgar y unas poesías latinas, entre las que sobresalen una elegía que finge ser escrita por su amada Hipólita y De morte Raphaelis pictoris, dedicado a la muerte de Rafael, que había pintado su retrato.