Carrero Blanco, Luis (1903-1973).


Político y militar español, nacido en Santoña (Cantabria) en 1903 y muerto en Madrid en 1973. A los 15 años ingresó como cadete en la Escuela Naval Militar y en 1922 ya era teniente de navío en el acorazado Alfonso XIII. Posteriormente, participó en la Guerra de Marruecos entre los años 1924 y 1926. A finales de este mismo año se hizo especialista en submarinos, siendo destinado como segundo comandante del submarino B-2 y comandante del B-5.

En el año 1932 consiguió la diplomatura de Estado Mayor y en 1934 fue profesor de la Escuela Naval de Madrid, con la graduación de capitán de corbeta. Al estallar la Guerra Civil se refugió en las embajadas de México y Francia, hasta que en junio de 1937 se pudo incorporar a las tropas sublevadas del general Franco como comandante del destructor Huesca y del submarino General Sanjurjo. En 1940 fue nombrado subsecretario de la Presidencia del Gobierno. En 1966 alcanzó el grado de almirante. Paralelamente a esta activa carrera militar, ostentó numerosos cargos políticos hasta llegar a vicepresidente del Gobierno el 22 de julio de 1967 y presidente del Gobierno el día 9 de junio de 1973.

En su vida política, tuvo un importante papel en la designación del príncipe Juan Carlos de Borbón como sucesor del general Franco en la jefatura del Estado en 1969. El 29 de octubre de 1969, tras un profundo ajuste ministerial, fue confirmado como vicepresidente del Gobierno y subsecretario de la Presidencia.

Según ciertas opiniones políticas, hubiera sucedido a Franco y, probablemente, hubiera intentado mantener la dictadura. Fiel seguidor desde principio a fin de la doctrina del movimiento, fue un discreto servidor de Franco. Cuidaba mucho sus escritos políticos e históricos, que publicaba en el diario Arriba bajo el seudónimo de Juan de la Cosa. La Sociedad General de Autores de España le nombró miembro de honor como homenaje a su figura política.

El 20 de diciembre de 1973 falleció a causa de un atentado terrorista perpetrado por ETA: su vehículo blindado saltó por encima de la fachada de una iglesia de la madrileña calle Claudio Coello, y fue a caer en un patio interior. Se le concedió ese mismo año el título póstumo de capitán general de la Armada. Sus colaboradores y amigos próximos achacaron durante mucho tiempo su asesinato a la masonería, aunque se demostró fehacientemente que fue la banda armada ETA la autora del atentado. Varias décadas después del magnicidio, se especuló con la posibilidad, cada vez más revestida de certeza, de que sus responsables contasen con el visto bueno de algunas autoridades del régimen, de la CIA y de otros aparatos de poder, poco interesados en esa perpetuación del franquismo que Carrero Blanco pretendía encarnar al suceder a Franco.

Debido a su vocación como escritor especializado en temas marinos, dejó escritas obras tales como Cinemática Aeronaval, Arte Naval Militar, España y el Mar y otras de corte más bien político como Gibraltar, Comentarios de un Español, España ante el mundo y Las Modernas Torres de Babel.

Entierro de Carrero Blanco. Cortejo fúnebre.