Campos, Augusto de (1931-VVVV).
Poeta, ensayista, traductor, abogado y crítico literario y musical brasileño, nacido en São Paulo en 1931. Autor de una excepcional producción poética que aporta sugerentes innovaciones a la lírica experimental del siglo XX, está considerado como uno de los fundadores -junto con su hermano Haroldo y el también poeta paulista Décio Pignatari- del movimiento internacional denominado Poesía Concreta o Concretismo.
Vida y obra
Hombre de vivas inquietudes humanísticas, cursó la carrera de Derecho al tiempo que se procuraba una excelente formación literaria. A comienzos de la década de los cincuenta, recién cumplidos los veinte años de edad, se dio a conocer como escritor por medio del poemario O Rei menos o reino (El rey menos el reino, 1951), que le reveló como una de las voces más originales, sugerentes y prometedoras de la lírica contemporánea escrita en lengua portuguesa.
Al año siguiente de la publicación de dicha opera prima, Augusto de Campos fundó, en colaboración con su hermano menor Haroldo y su amigo Décio Pignatari, la revista literaria Noigandres, en torno a la cual se agrupó un colectivo de jóvenes autores que pronto fue conocido por el nombre de dicha publicación (Grupo Noigandres). Augusto, Haroldo, Décio y otros compañeros de este colectivo empezaron a dar forma, con sus propios poemas, a la Poesía Concreta, corriente estético-ideológica que, aunque dotada de unas raíces que pueden rastrearse en la Europa de las Vanguardias -especialmente, en Apollinaire y sus celebérrimos caligramas-, pronto se divulgó por todo el mundo como un producto específico de la literatura experimental brasileña.
El segundo poemario de Augusto de Campos, publicado bajo el título de Poetamenos (1953), se considera unánimemente por la crítica especializada como la primera manifestación impresa de la Poesía Concreta en Brasil. En su particular concepción de la creación poética, Campos y sus compañeros de aventura literaria abandonaban la sintaxis y la semántica convencionales para configurar, mediante una audaz disposición tipográfica de las palabras, unos extraños poemas en los que dominaba el gusto por la formación de estructuras gráfico-espaciales (a veces, jugando con la combinación de tintas de diferentes colores).
La pujanza de este movimiento emergente fue tan notable en las Letras brasileñas que, a mediados de aquella década de los años cincuenta, tuvo lugar la Primera Exposición Nacional de Artes Concretas en el Museo de Arte Moderno de São Paulo, muestra en la que no sólo tuvo cabida la poesía, sino también los manifestaciones del Concretismo en las Artes plásticas. A partir de entonces, los poemas de Augusto de Campos habrían de figurar en otras muchas exposiciones y antologías de dicha corriente estética, como los volúmenes Concrete Poetry: an International Anthology (Londres, 1967), de Stephen Bann; Concrete Poetry: a World View (Indiana [U.S.A.], University of Bloomington, 1968), de Mary Ellen Solt; y Anthology of Concrete Poetry (Nueva York, 1968), de Emmet Williams.
Los estudiosos de la Poesía Concreta definen las composiciones líricas de Augusto de Campos como una textura sintáctica compuesta por fragmentos que, organizados en función de células o unidades temáticas en las que las palabras o sílabas se asocian a un color específico según su parentesco fónico, acaban componiendo, sobre la «partitura» de la página en blanco, lo que el compositor austríaco Anton von Webern había denominado «melodía de timbres».
Durante aquella década de los cincuenta y buena parte del decenio siguiente, Augusto de Campos fue intensificando el concretismo de sus poemas hasta llevar la Poesía Concreta a su máxima expresión. Ya a mediados de los sesenta, siempre abierto a las innovaciones, la transgresión y el experimentalismo, se alejó en cierto modo del Concretismo en estado puro para presentar una creación original: los popcretos, objetos poético-visuales que pueden descifrarse como anti-emblemas (o representaciones críticas) de lo real y cotidiano.
En la década siguiente, el infatigable poeta experimental brasileño dio una nueva vuelta de tuerca a su poesía visual al presentar, dentro de su volumen titulado Poemóbiles (1974), una serie de poemas-objetos manipulables, creados por él en colaboración con el artista plástico Julio Plaza. Con esta nueva propuesta vanguardista, Campos trataba de superar la imposibilidad de seguir expresándose a la que había llegado como conclusión en un poemario anterior, Colidouescapo (1971).
Siempre abierto a la experimentación vanguardista en ese punto de intersección entre la palabra y lo visual, Augusto de Campos continuó presentando nuevas y sugerentes muestras de su talento vanguardista en obras como Caixa preta (Caja negra, 1975) y Expoemas (1985). A partir de los años ochenta, con el desarrollo de numerosas innovaciones técnicas en el campo de los medios audiovisuales, enriqueció sus creaciones con efectos luminosos, videotextos, hologramas, luces de neón, rayos láser, animaciones por ordenado, etc. En este aspecto, merecen especial atención sus poemas holográficos -compuestos en colaboración con Moyses Baumstein, e incluidos en las exposiciones de arte vanguardista Triluz (1986) e Idehologia (1987).
También resulta obligado mencionar la estrecha vinculación de la poesía de Campos con el mundo de la música, al que empezó a vincularse férreamente a mediados de los ochenta, cuando su poema «Pulsar» se presentó, en forma ce videoclip, acompañado con la voz y los acordes musicales del genial maestro de la Bossa-nova Caetano Veloso (1942- ). Poco después, el poeta paulista comenzó a colaborar también con su hijo Cid Campos, brillante compositor musical, con el que ideó varios experimentos poético-musicales que fueron recogidos en el disco-libro Poesia e risco (1995).
Capaz de asumir cualquier adelanto o innovación técnica en el campo de las artes y los medios audiovisuales, Augusto de Campos había rebasado ya los sesenta y cinco años de edad cuando volvió a sorprender con su Clippoemas, una asombrosa amalgama de poesía e y animación digital que fue exhibida en 1997 en la exposición Arte Suporte Computador, celebrada en São Paulo.
Poesía
En su constante afán experimentador, Augusto de Campos fue forjando una obra tan extensa como sugerente, en la que a veces resulta complejo discernir lo estrictamente literario, dada la tendencia del autor -cada vez más acentuada- a combinar sus creaciones con elementos procedentes de las artes plásticas y los medios audiovisuales. De ahí que resulte también complicado enumerar y catalogar todos sus títulos como si de libros canónicos se tratase; en cualquier caso, a continuación se ofrece una relación ciertamente exhaustiva de sus principales publicaciones poéticas:
O Rei menos o reino (1951), Poetamenos (1953), Antología Noigandres (1963) -incluye textos de otros poetas del grupo, como Décio Pignatari, Haroldo de Campos, Ronaldo Azeredo y José Lino Grünewald)-; Linguaviagem (1967); Equivocábulos (1970); Colidouescapo (1971); Poemóbiles (19681974) (1974); Caixa Preta (1975); Viva vaia (Poesía 19491979) (1979); Expoemas (1980- 1985) (1985); Não (1990); Poemas (Antología bilingüe, a cargo de Gonzalo M. Aguilar) (Buenos Aires, Instituto de Literatura Hispanoamericana, 1994); Despoesía (1979-1993) (1994); Poesía é Risco (CD-libro, antología poéticomusical, desde O Rei Menos o Reino a Despoemas, en colaboración con Cid Campos) (Río de Janeiro: Polygram, 1995); Clippoemas (16 poemas de animación digital) (São Paulo, 1997).
Ensayo y traducción
Al margen de esa labor puramente creativa, Augusto de Campos publicó una extensa obra ensayística en la que dejó constancia de su talento como crítico literario y musical, así como de su vasta formación cultural, abierta a todos los campos del saber (aunque especialmente enfocada al arte y la creatividad). Entre sus ensayos más importantes, cabe reseñar los titulados:
Re/visão de Sousândre (1964), escrito en colaboración con su hermano Haroldo de Campos; Teoria da poesia concreta (1965), en colaboración con Haroldo y con Décio Pignatari; Sousândre – Poesia (1966); Balanço da Bossa (1968), en colaboración con Brasil Rocha Brito, Julio Medaglia y Gilberto Mendes); Balanço da bossa e outras bossas (1974); Guimarães Rosa em três dimensões (1970), en colaboración con Haroldo de Campos y Pedro Xisto; Re/visão de Kilkerry (1971); Revistas re/vistas: Os antropófagos (1975); Reduchamp (1976); Poesia, antipoesia, antropofagia (1978); Pagu: vida-obra (1982); À margem da margem (1989); Os sertões dos Campos (1997), en colaboración con Haroldo de Campos; y Música de invenção (1998).
Entre sus numerosas traducciones y estudios críticos -que revelan su asombroso conocimiento de las Letras universales-, figuran obras tan notables como
Dez poemas de E. E. Cummings (1960); Cantares de Ezra Pound (1960), en colaboración con Décio Pignatari y Haroldo de Campos; Panorama, de Finnegans Wake (1962), con H. de Campos; Poemas, de Maiakóvski (1967), con H. de Campos y B. Schaiderman; Poesia russa moderna (1968), con H. de Campos y B. Schaiderman; Traduzir e trovar (1968), con H. de Campos; Antolgia poética de Ezra Pound (1968); ABC da Literatura (1970); Mallarmargem (1971); O Tygre, de William Blake (1977); Johnn Donne, O dom e a danação (1978); Verso, reverso, cotroverso (1978), 20 poem(a)s – E.E. Cummings (1979); Mais provençais: Rimbaud e Arnaut (1982); Ezra Pound – Poesia (1983); Paul Valéry: A serpente e o pensar (1984); John Keats: Ode a um rouxinol e ode sobre uma urna grega (1984); John Cage: De segunda a um ano (1985); 40 poem(a)s – E. E. Cummings (1986); O Anticrítico (1986); Linguaviagem (1987); Porta-retratos: Gertrude Stein (1990); Hopkins; Cistal terrível (1991); Pré-Lua e Pos-Lúa (1991); Rimbaud livre (1992); Irmãos germanos (1993); Rilke: Poesia-coisa (1994); Hopkins: A beleza difícil (1997); Poem(a)s – E. E. Cummings (1999); e Invenção: de Arnaut e Rimbaud a Dante e Cavalcanti (2003).