Delfo Cabrera (1919-1981): El maratonista argentino que conquistó Londres 1948
Delfo Cabrera, nacido en Armstrong (Santa Fe) el 2 de abril de 1919, es recordado como uno de los atletas más destacados de la historia del atletismo argentino. Su hazaña más importante ocurrió en los Juegos Olímpicos de Londres 1948, donde se consagró campeón en la prueba de maratón, llevando a Argentina al podio de la excelencia deportiva. Con una vida marcada por la humildad, el esfuerzo y la perseverancia, Cabrera se convirtió en un símbolo de superación para su país y para el deporte mundial.
Orígenes y contexto histórico
Delfo Cabrera nació en una familia de bajos recursos, siendo el cuarto de seis hermanos. Desde temprana edad, fue obligado a trabajar para ayudar a su familia, desempeñándose como ladrillero y en los campos de maíz. Sin embargo, la vida de Cabrera tomaría un giro importante cuando comenzó a practicar fútbol en el club local «Gimnasia y Esgrima» de Armstrong. Su vida, sin embargo, cambiaría cuando el joven Delfo adoptó el hábito de correr largas distancias, motivado por el largo trayecto que debía recorrer entre su casa y su lugar de trabajo.
Un momento clave en su vida fue el inesperado triunfo de Juan Carlos Zabala en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1932, lo que lo inspiró a seguir el camino del atletismo y a aspirar a igualar los logros de «Zabalita», como se conocía a Zabala. Cabrera comenzó a participar en modestas carreras locales, y con el paso del tiempo se fue destacando por su determinación y capacidad para resistir largas distancias.
En 1937, cuando Cabrera tenía 18 años, se trasladó a Buenos Aires, donde continuó su carrera deportiva bajo la tutela de Francisco Mura, entrenador del Club San Lorenzo de Almagro. Durante este periodo, Delfo compaginó su pasión por el atletismo con trabajos en la industria textil y, más tarde, en el cuerpo de bomberos de la Policía Federal.
Logros y contribuciones
A pesar de las dificultades de su vida temprana, Cabrera fue capaz de destacar en el atletismo, convirtiéndose en uno de los mejores fondistas de Argentina. En 1946, logró su primer gran triunfo internacional al vencer en el Gran Premio de Bolivia. Este resultado fue solo el comienzo de una serie de victorias en pruebas sudamericanas, lo que le permitió ganar reconocimiento como uno de los grandes corredores de su tiempo.
El año 1948 fue clave en su carrera, pues fue el momento en que Cabrera alcanzó la gloria en los Juegos Olímpicos de Londres. A pesar de no estar entre los favoritos para ganar la medalla de oro, el atleta argentino demostró una gran estrategia durante la maratón, manteniendo un ritmo constante a lo largo de los 42 kilómetros de la prueba. En un momento crítico, se vio superado por el belga Etienne Gailly, quien lideraba la carrera cuando quedaban tres kilómetros. Sin embargo, Cabrera aprovechó el agotamiento de Gailly, quien se desplomó antes de cruzar la meta, y tomó la delantera en el tramo final, logrando así su victoria con un tiempo de 2:34.51. Con este resultado, Cabrera se convirtió en el campeón olímpico de maratón, superando al británico Thomas Richards por apenas 15 segundos.
Este triunfo en los Juegos Olímpicos de Londres 1948 marcó un hito en la historia del deporte argentino y consolidó a Delfo Cabrera como uno de los grandes maratonistas del mundo. Además, su compatriota Eusebio Gúñez también tuvo una destacada actuación, obteniendo el quinto puesto en la misma prueba.
En los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952, Cabrera intentó revalidar su título olímpico, pero no pudo evitar la superioridad del checo Emil Zatopek, quien ganó la maratón en una apretada final. Cabrera, a pesar de realizar un tiempo impresionante de 2:26.42 horas, no pudo superar la marca de Zatopek y terminó en la sexta posición. No obstante, su desempeño en estos juegos fue digno de admiración, demostrando su capacidad para competir al más alto nivel.
Momentos clave
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1946: Vence en el Gran Premio de Bolivia y en varias pruebas sudamericanas.
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1948: Gana la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres.
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1952: Participa en los Juegos Olímpicos de Helsinki, donde termina en la sexta posición de la maratón.
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1954: Consigue su última victoria importante en los Juegos Panamericanos.
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1957: Se retira del atletismo profesional.
Relevancia actual
La figura de Delfo Cabrera sigue siendo un referente en el mundo del deporte argentino. Su victoria en los Juegos Olímpicos de Londres 1948 es considerada uno de los mayores logros del atletismo nacional y es recordada como un símbolo de superación y resiliencia. Cabrera, además de sus logros deportivos, también desempeñó un rol importante como dirigente deportivo y miembro del Partido Justicialista de Juan Domingo Perón. Fue presidente del Comité Olímpico Argentino y profesor de educación física, contribuyendo al desarrollo del deporte en su país.
Su legado perdura en la memoria colectiva del deporte argentino, siendo una inspiración para nuevas generaciones de atletas que buscan emular su dedicación y esfuerzo.
El legado de Delfo Cabrera
El legado de Delfo Cabrera no solo se limita a sus éxitos en la pista. Su historia de vida, marcada por la humildad y la superación, se ha convertido en un referente para todos aquellos que, como él, han luchado contra adversidades para alcanzar sus sueños. Además, su cercanía con el presidente Juan Domingo Perón, quien le otorgó la Medalla que lleva su nombre en 1949, muestra el reconocimiento que Cabrera recibió en su país por su contribución al deporte.
Lamentablemente, su vida fue truncada a la edad de 62 años, cuando un accidente de automóvil le costó la vida el 2 de agosto de 1981, mientras viajaba hacia Buenos Aires después de haber recibido un homenaje en la ciudad de Lincoln. Sin embargo, su memoria perdura en el corazón de los argentinos y en el mundo del atletismo, donde sigue siendo considerado uno de los más grandes maratonistas de la historia.
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