Boleslao I, Rey de Polonia (ca. 966-1025).
Rey de Polonia, nacido hacia 966 y fallecido el 17 de junio de 1025. Denominado el Valiente o el Intrépido, también llamado Chrobry, era hijo de Mieszko I, el primero de los duques de la Casa de Piast y de la princesa bohemia Dobrawa. Sucedió a su padre como duque en 992 y desde 1024, fue el primer soberano de Polonia que llevó el título de rey, consiguiendo la independencia de Polonia. Expandió los territorios polacos por los países eslavos del norte de Europa, conquistó Danzig y Pomerelia, además de Cracovia, Silesia y Moravia, además durante algunos años, también dominó el principado de Bohemia.
Boleslao fue el digno heredero de un príncipe que había hecho mucho por Polonia y se mostró firme y justo, intentando establecer el cristianismo, que su padre había comenzado a introducir en Polonia. Contribuyó mucho al progreso de la civilización, y sumió al ejército polaco de una disciplina desconocida hasta entonces.
En 997 organizó la expedición misionera del obispo de Praga Adalberto a Prusia, donde fue asesinado. Boleslao compró sus restos mortales, los sepultó en la catedral de Gniezno y aprovechó la canonización del mártir para elevar el rango de Polonia. La coyuntura política internacional, aunque de corta duración, propició este plan.
En el año 1000, recibió la visita del emperador de Alemania Otón III. Este emperador estaba inquieto por los cambios sufridos en Polonia y quiso constatar éstos, recorriendo y observando por si mismo el país. Con la excusa de visitar la tumba de San Adalberto, visitó Gniezno.
Boleslao, en su calidad de duque, aspiraba a ser nombrado rey de Polonia, y recibió al emperador con tal magnificencia y honores, que Otón III fue el encargado de coronarle rey al año siguiente. En 1001, Otón III y Boleslao se reunieron al pie de la tumba de San Adalberto en Gniezno. El emperador llamó allí a Boleslao patricio del Imperio, le entregó una copia de la lanza de San Mauricio, le ciñó en las sienes la corona imperial y, lo que fue lo más importante, de acuerdo con Roma expresó su consentimiento para fundar en Gniezno la metrópoli eclesiástica polaca. La organización de la Iglesia, completada con los primeros claustros de los benedictinos, se convirtió en un importante elemento de la estructura política del Estado. El emperador también le concedió el derecho de investidura de los obispos polacos y el de soberanía sobre los eslavos a la derecha del río Oder. Boleslao recibió también del papa Silvestre II el título de rey.
Tuvo varios intentos de conquista de Polonia, como el que intentó el duque de Bohemia. Boleslao, rechazó esta agresión, penetró en sus estados y los conquistó en 1005, apoderándose de Moravia, y haciendo cegar al viejo duque de Bohemia.
Boleslao veía a Polonia como una nación militar que sólo podía fundamentar su grandeza nada más que con las armas. Su pasión por las conquistas y su talento en la guerra le llevó a intentar conquistar otros reinos de alrededor. Atacó a Rusia, que en las guerras precedentes siempre había sido la nación agresora, y después de haber llevado a cabo varias conquistas sobre Jaroslaw, su duque, se apoderó de Kiev, y restableció Swiatopelk, que Jaroslaw había conquistado. Evitó las trampas que le había tendido Jaroslaw y regresó a Polonia. Fue durante esta guerra sangrienta cuando los rusos, golpeados por las acciones de Boleslao, le nombraron en su lengua, Chrobry, es decir, Intrépido, sobrenombre que los historiadores han conservado.
Después de la guerra con Rusia, intentó devolver a Polonia todo lo que sus predecesores habían perdido. Invadió el norte de Alemania. Todo lo que los eslavos habían poseído en otras ocasiones a lo largo del río Elba, lo mismo que el Holstein, pagaron tributo a Polonia. Enardecido por las conquistas, Boleslao hizo construir en las confluencias de los ríos Elba y Sala, tres columnas de hierro para marcar los límites de sus conquistas y que sirvieran de monumentos para su gloria personal.
Mientras, el emperador de Alemania, Enrique II, el duque de Bohemia y el marqués de Austria, asustados por los progresos de Boleslao, formaron una liga contra él, y le atacaron en Silesia en 1012. La liga formada por los tres nobles tuvo cierto éxito en los primeros ataques, pero Boleslao, gracias a su experiencia militar, pronto encontró la forma de reparar sus pérdidas.
Sorprendió al ejército imperial y lo desmembró, las tropas del marqués de Austria corrieron la misma suerte y el rey de Polonia llevó a sus ejércitos victoriosos a Prusia y Pomerania, que tuvieron que rendirle tributos. En la paz de Bautzen, firmada en 1018, el Imperio Germánico tuvo que cederle en feudo la Lusacia, quedando declarada la independencia de Polonia en ese momento.
No fue hasta después de veinte años de guerra que pudo consagrar el final de su vida a hacer reinar en Polonia la justicia y la paz. Después de haber dado cuidados eficaces a la administración, promulgó una serie de leyes, y creó un consejo de doce sabios que se convirtieron en mediadores entre el pueblo y el trono. Fue el origen del senado en Polonia.
Boleslao murió en 1025, después de 33 años de reinado, dejando la reputación de uno de los grandes monarcas de su siglo. Su hijo Mieszko, que el había nombrado como su sucesor, fue proclamado rey a su muerte.
Bibliografía
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CASSON, L. Los reyes bárbaros. Barcelona, Folio, 1997
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LERSKI, G.J. Historical dictionary of Poland, 966-1945. Connecticut, Greenwood Press, 1996
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TAUTÉ, A. Kings & queens of Europe. North Carolina, University of North Carolina Press , 1989.
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