Beroso (ca. 340 a.C.). El sacerdote babilonio que llevó la historia de Mesopotamia a Occidente
Beroso, también conocido como Bel-usur-shu o Berossós, fue un influyente sacerdote babilonio del dios Marduk que vivió alrededor del año 340 a.C. en un momento de gran transformación para el mundo antiguo. Su figura se destaca por ser uno de los primeros en traducir y transmitir la rica tradición histórica y religiosa de Babilonia al ámbito cultural griego. Gracias a su obra escrita en griego, los pueblos del Mediterráneo pudieron tener acceso por primera vez al legado milenario de Mesopotamia. Beroso no solo fue un historiador, sino también astrólogo, inventor y figura reverenciada, cuya influencia perduró durante siglos, incluso siendo honrada en la ciudad de Atenas con una estatua con la lengua de oro.
Orígenes y contexto histórico
Beroso nació y vivió durante una época crucial marcada por la expansión del Imperio Macedonio bajo el liderazgo de Alejandro Magno. Este contexto favoreció un intenso intercambio cultural entre Oriente y Occidente. Babilonia, cuna de una de las civilizaciones más antiguas del mundo, fue un epicentro del saber y la espiritualidad durante siglos. Como sacerdote del templo de Marduk, Beroso tuvo acceso a una amplia gama de documentos cuneiformes, muchos de ellos depositarios de siglos de historia, religión y ciencia mesopotámica.
Su formación como sacerdote implicaba un dominio de la escritura cuneiforme y un conocimiento profundo de los mitos, genealogías reales y observaciones astronómicas. Esta erudición le permitió ser uno de los pocos capaces de traducir fielmente ese saber milenario al griego, el idioma de la élite intelectual helenística.
Logros y contribuciones
La principal contribución de Beroso fue su obra Babiloniaká, una historia de Babilonia escrita en tres libros en lengua griega. Aunque esta obra no ha llegado completa hasta nuestros días, fragmentos significativos han sido preservados gracias a autores posteriores como Flavio Josefo y Eusebio de Cesarea. El impacto de esta obra radica en varios aspectos clave:
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Traducción cultural: fue uno de los primeros autores en traducir contenidos religiosos e históricos mesopotámicos a una lengua occidental.
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Interés científico: incorporó observaciones astronómicas y calendáricas, mostrando su conocimiento en astrología.
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Innovación técnica: se le atribuye la invención de un tipo de reloj de sol.
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Reconocimiento internacional: Plinio menciona que los atenienses le erigieron una estatua con la lengua de oro en honor a sus profecías.
Estructura de la Babiloniaká
La obra Babiloniaká está estructurada en tres libros:
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Libro I: Trata del origen mítico del mundo y del papel de los dioses en la creación de la humanidad, especialmente Oannes, un ser mitológico que enseñó las artes y ciencias a los hombres.
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Libro II: Recoge una crónica de los reyes antediluvianos y los acontecimientos previos al diluvio.
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Libro III: Narra los acontecimientos históricos desde el diluvio hasta los tiempos contemporáneos a Beroso, haciendo especial hincapié en la sucesión de los reinos y las dinastías.
Momentos clave
A pesar de que los detalles biográficos de Beroso son escasos y muchas veces legendarios, se le asocian una serie de eventos significativos que marcan su legado:
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Redacción de la Babiloniaká: Evento clave que consolidó su fama en el mundo helenístico.
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Dedicación de la obra a Antíoco I Sóter: Refleja su inserción dentro de la corte seléucida y la intención política de su obra.
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Reconocimiento en Atenas: Según Plinio, los atenienses lo honraron con una estatua de oro en la lengua por sus dotes proféticas.
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Muerte en la isla de Cos: Lugar donde, según se supone, pasó sus últimos días y donde pudo continuar con su labor intelectual.
Relevancia actual
La figura de Beroso ha cobrado una importancia creciente en los estudios sobre la historiografía antigua y el intercambio de saberes entre Oriente y Occidente. Su labor representa una de las primeras manifestaciones del proceso de sincretismo cultural, en el que elementos mesopotámicos fueron reinterpretados y revalorados desde una perspectiva griega. Este fenómeno tendría repercusiones de largo alcance en el pensamiento filosófico, astronómico y religioso del mundo helenístico y romano.
La Babiloniaká es considerada hoy una fuente crucial, aunque fragmentaria, para comprender la historia y cosmovisión de la antigua Mesopotamia. Además, su obra influenció profundamente a cronistas y escritores posteriores, que usaron sus textos como base para sus propias narraciones históricas.
Legado perdurable
El impacto de Beroso puede resumirse en los siguientes aspectos:
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Puente cultural entre Mesopotamia y el mundo griego.
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Inspiración para historiadores y cronistas judeocristianos.
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Reconocimiento de su obra por parte de pensadores de diversas épocas.
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Testimonio de la supervivencia del saber cuneiforme en tiempos helenísticos.
Beroso no solo fue un cronista, sino también un astrólogo cuyos conocimientos eran consultados con respeto. Esta faceta de su vida también dejó huella, al punto que se le veneraba como un sabio con capacidades proféticas, algo que refuerza su estatus como figura semilegendaria dentro de la tradición grecorromana.
En conclusión, Beroso representa una de las figuras más enigmáticas e influyentes del mundo antiguo. Su habilidad para conectar dos mundos tan distintos como Babilonia y Grecia convirtió su obra en un hito que trascendió su tiempo y espacio, consolidándolo como un pionero en la transmisión intercultural del saber antiguo.
MCN Biografías, 2025. "Beroso (ca. 340 a.C.). El sacerdote babilonio que llevó la historia de Mesopotamia a Occidente". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/beroso [consulta: 18 de julio de 2025].