Bernardo de Claraval, San (1090-1153).
Teólogo, doctor de la Iglesia y santo. Nació en Fontaines (Dijon), ingresó en la vida monástica y fundó la abadía cisterciense de Clairvaux (Claraval), donde murió. Con motivo del cisma entre Inocencio II y de Anacleto, de 1130 a 1138, se declaró por el primero y arrastró en su favor a la Iglesia entera. Predicó la cruzada en 1146 y después de los desastres que sufrió se le quiso nombrar jefe de otra, honor que no aceptó. Bajo el pontificado de Eugenio III, San Bernardo fue el verdadero papa. Representó la ortodoxia pura, las tradiciones de la Iglesia y el buen juicio público contra el atrevimiento y espíritu mundano de la filosofía escolástica. Persiguió a Abelardo con todo el poder de su influencia. Sofocó en Languedoc la herejía del P. Bruis y combatió a Gilberto de Porea en el concilio de Reims en 1148. Toda su vida la ocupó en los asuntos de la Iglesia y del Estado. Rehusó constantemente el episcopado y fue canonizado en 1174.
Aparte del significado moral y espiritual de sus obras en la historia de la Iglesia, ellas son la expresión típica de la teología monástica recientemente instaurada y revalorizada. Aun admitiendo el valor de la razón y de la cultura, y preocupado por comunicar e ilustrar la historia de la salvación como manifestación del amor de Dios, niega que la razón pueda penetrar en los profundos secretos de Dios: de ahí su oposición a la escolástica naciente. No desprecia el conocimiento especulativo, pero acentúa la importancia de nuestro yo interior, el cual tiene como fin el perfeccionamiento ético de nosotros mismos. Esto explica el socratismo cristiano y la preponderancia de la conciencia. Ésta es, al mismo tiempo, remordimiento por nuestras malas acciones y estímulo para rectificar nuestra vida. Con esto no cede Bernardo a una ética subjetivista, puesto que la voz de nuestra conciencia es la voz del mismo Dios, el cual habla a través de ella a todos los que le buscan. Su fiesta se celebra el 20 de agosto.
Obras: Comentario al Cantar de los Cantares, De diligendo Deo, De consideratione, De gratia et libero arbitrio, De gradibus humilitatis et superbiae, De laudibus novae militiae, varios sermones y un extenso epistolario.
Véase La Reforma Cisterciense; Misticismo.