Pedro de Arbúes (1441-1485): El Inquisidor que Marcó la Historia de Aragón
Pedro de Arbúes, un religioso español nacido en Épila (Zaragoza) en 1441 y fallecido en la misma ciudad el 17 de septiembre de 1485, es una figura fundamental en la historia religiosa y política de la Corona de Aragón. Su vida, marcada por la devoción religiosa y el compromiso con la fe cristiana, culminó con su trágica muerte a manos de un grupo de judeoconversos que se oponían a la Inquisición, un evento que influyó de manera decisiva en el endurecimiento del tribunal inquisitorial en España. En este artículo, se exploran los aspectos más importantes de su vida, logros y legado.
Orígenes y Contexto Histórico
Pedro de Arbúes nació en el seno de una familia acomodada de Épila. Su padre, Antonio Arbúes, y su madre, Sancha, fueron miembros de la burguesía local, lo que permitió a Pedro recibir una educación excelente. A temprana edad, Arbúes comenzó sus estudios de Humanidades en las universidades de Lérida y Zaragoza. Estos estudios iniciales lo prepararon para su ingreso en la prestigiosa Universidad de Bolonia en 1462, donde continuó su formación en Derecho. En la ciudad italiana, Arbúes se destacó como estudiante y, más tarde, como profesor en el Colegio Mayor San Clemente, institución creada para albergar a estudiantes españoles en Italia.
Su estancia en Bolonia duró hasta 1474, cuando decidió regresar a España para asumir una posición eclesiástica en la archidiócesis de Zaragoza. El arzobispo de Zaragoza en ese momento, Juan de Aragón, le ofreció una canonjía en la Seo zaragozana. En ese momento, Pedro de Arbúes se ordenó sacerdote y adoptó la regla agustiniana como base de su vida religiosa. Desde entonces, se convirtió en una figura de confianza dentro del entorno eclesiástico aragonés.
La Inquisición y la Carrera Eclesiástica
El gran momento de Pedro de Arbúes en la historia de Aragón llegó en 1482, cuando se instauró la Santa Inquisición en la península ibérica bajo la autoridad del papa Sixto IV. Este evento cambió radicalmente el panorama religioso de la época, ya que el tribunal tenía la misión de perseguir las prácticas judaizantes entre los conversos, personas que se habían convertido al cristianismo pero que seguían practicando rituales judíos en secreto. En este contexto, Pedro de Arbúes fue nombrado Inquisidor General del Reino de Aragón.
El papel de la Inquisición fue especialmente complejo en Aragón debido a los fueros aragoneses, que protegían los derechos y libertades de sus habitantes. A pesar de la resistencia inicial, el rey Fernando el Católico logró la aprobación papal para establecer el tribunal en su reino, lo que, a pesar de la oposición local, se convirtió en un hecho irreversible. La jurisdicción eclesiástica de la Inquisición fue clave para que el tribunal pudiera operar sin contradecir los fueros aragoneses, ya que, aunque dependía del papa, los jueces eran nombrados por el rey.
Momentos Clave: La Conspiración y la Muerte de Pedro de Arbúes
La figura de Arbúes fue vista con recelo por un número considerable de aragoneses, en su mayoría conversos, que veían en la Inquisición una amenaza directa a su forma de vida. El malestar se intensificó en Zaragoza, donde numerosos judeoconversos ocupaban posiciones influyentes, entre ellos familiares del rey y personajes de alto rango. En este clima de tensión, surgió una conspiración para asesinar a Arbúes.
El complot fue liderado por varios personajes importantes, como el jurista Jaime Montesa, el financiero Luis de Santángel, el consejero de gobernación Francisco de Santa Fe y el tío del tesorero del rey Fernando, Juan Pero Sánchez. Según algunas fuentes históricas, Arbúes tuvo noticias de las intenciones de los conspiradores, pero, fiel a su fe religiosa, decidió dejar su destino en manos de Dios.
La madrugada del 13 de septiembre de 1485, Pedro de Arbúes fue atacado mientras rezaba en la Seo zaragozana. Un grupo de hombres armados lo asaltó y le propinó múltiples puñaladas. A pesar de sus graves heridas, Arbúes sobrevivió al ataque, pero fallecería el 17 de septiembre debido a la gravedad de las lesiones. Su muerte conmocionó a toda la ciudad de Zaragoza y a la Corona de Aragón.
La Reacción a su Muerte
La noticia del asesinato de Arbúes provocó una oleada de indignación entre los habitantes de Zaragoza. El arzobispo Alonso de Aragón, quien era un niño en ese momento, se vio obligado a intervenir personalmente para calmar a la población, que clamaba por vengar la muerte del inquisidor. Las tensiones entre los conversos y los cristianos viejos se intensificaron, y hubo un fuerte sentimiento de animosidad hacia los miembros de la comunidad judía convertida.
Por su parte, el rey Juan II actuó con rapidez y autoridad. Enviando tropas a Zaragoza, logró desarticular la conspiración y arrestar a los responsables del asesinato. Jaime Montesa, el principal conspirador, fue ejecutado de manera ejemplar, siendo quemado en la hoguera tras ser decapitado. El resto de los involucrados también sufrió castigos severos, y algunos optaron por suicidarse en sus celdas. La ejecución pública de Montesa y la resolución del caso se convirtió en un símbolo de la contundencia con la que Fernando el Católico trataría la amenaza que representaba la oposición a la Inquisición.
Relevancia Actual
Pedro de Arbúes dejó una huella profunda en la historia de España. Su sacrificio y su papel como inquisidor general contribuyeron al endurecimiento de la Inquisición en la península ibérica. Su figura fue reconocida oficialmente cuando el papa Pío IX lo canonizó en 1867, y desde entonces ha sido venerado como un mártir de la fe cristiana.
A pesar de las controversias que su figura pueda generar, especialmente en lo que respecta a su rol en la persecución de los conversos, el legado de Pedro de Arbúes sigue siendo un tema de estudio e interés. La compleja interacción entre religión, política y justicia durante su vida es un reflejo de los tensos momentos históricos que vivió el Reino de Aragón en el siglo XV. Su historia sigue siendo una referencia importante para entender la evolución de la Inquisición y sus implicaciones en la sociedad medieval española.
En conclusión, Pedro de Arbúes fue un personaje central en los eventos que definieron el rumbo de la Corona de Aragón en el siglo XV, un hombre cuya vida y muerte siguen siendo relevantes para comprender los procesos históricos y sociales de la época.
MCN Biografías, 2025. "Pedro de Arbúes (1441-1485): El Inquisidor que Marcó la Historia de Aragón". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/arbues-pedro-de [consulta: 5 de octubre de 2025].