Apries, Rey de Egipto (589-570 a.C.).
(Wah-ib-Ra o Haa-ib-Ra) Cuarto rey de la XXVI dinastía egipcia (saíta), hijo y sucesor de Psammético II. Su nombre propio (Sa Ra) era Wahibre, que Manetón transformó en Uaphris, y su nombre de coronamiento (neswt bity) el de Haaibre. Al comienzo de su reinado, Apries emprendió una guerra contra los fenicios, tomando Sidón y asediando Tiro. Hubo de acudir también en ayuda de Jerusalén, sitiada y finalmente tomada al levantisco Sedecías por las tropas babilonias de Nabucodonosor II. Los soldados de Apries hubieron de replegarse a Egipto, país que acogió también a numerosos fugitivos judíos (colonia de Elefantina). Asimismo, al final de su reinado intervino en Cirene para ayudar al príncipe libio Adrikán a rechazar una invasión de dorios. Al ser derrotadas las fuerzas egipcias, estalló entre ellas una verdadera sublevación, con lo que Apries se vio obligado a utilizar al general Amasis para reducirlas; pero éste le traicionó y se hizo proclamar rey. Tras una serie de incidentes, la guerra civil entre Apries y Amasis se resolvió en la batalla de Momenfis (570 a.C.), en la cual murió Apries; sus restos, sin embargo, fueron sepultados con todos los honores fúnebres en Sais por parte del usurpador. De Apries nos ha llegado una sola escultura (Cabeza, en el Museo del Louvre, en granito negro) y otras que también le son atribuidas. Construyó diferentes obras en Athribis, Menfis y Sais, de las que apenas han quedado algunos restos.