Julio Anguita González (1941-2020). El “califa rojo” que marcó la izquierda española contemporánea
Julio Anguita González fue una de las figuras más influyentes y carismáticas de la izquierda española durante la transición democrática y las décadas posteriores. Conocido popularmente como el “califa rojo”, su integridad política, su estilo directo y su inquebrantable coherencia ideológica lo convirtieron en un referente moral y político dentro y fuera de su partido. Desde su temprano compromiso con el comunismo hasta su liderazgo en Izquierda Unida (IU), Anguita dejó una huella indeleble en la historia política de España.
Orígenes y contexto histórico
Julio Anguita nació en Fuengirola (Málaga) el 21 de noviembre de 1941, aunque su vida y trayectoria política estarían profundamente ligadas a Córdoba, ciudad en la que se formó, trabajó, gobernó como alcalde y falleció el 16 de mayo de 2020. Procedente de una familia andaluza de clase media, Anguita cursó estudios de magisterio y comenzó su carrera profesional como docente en un Colegio Nacional de Montilla, antes de especializarse en Historia Moderna y Contemporánea en la Universidad de Barcelona.
Su formación académica, centrada en el análisis de los procesos históricos, nutrió su posterior discurso político, caracterizado por una sólida argumentación intelectual, rigurosidad analítica y referencias constantes al pensamiento crítico y al legado de los movimientos obreros del siglo XIX y XX. Este bagaje le permitió articular una visión del comunismo adaptada a la realidad democrática española tras la dictadura franquista.
Logros y contribuciones
La trayectoria política de Julio Anguita comenzó en la clandestinidad, en los últimos años del franquismo, hasta que en 1972 ingresó en el Partido Comunista de España (PCE). Desde entonces, su ascenso dentro del partido fue constante. Ocupó un lugar destacado en la candidatura al Congreso por Córdoba en las elecciones generales de 1979, y en 1982 consiguió el acta de diputado en el Parlamento de Andalucía.
Entre sus logros más destacados se encuentra su papel fundamental en la fundación de Izquierda Unida (IU) en 1986, una coalición de partidos y movimientos sociales de izquierdas nacida para dar respuesta al desencanto con el PSOE de Felipe González. Julio Anguita fue uno de sus principales impulsores e inmediatamente pasó a formar parte de su dirección.
En el PCE, alcanzó el puesto de secretario general el 21 de febrero de 1988, respaldado por una mayoría que incluía delegaciones clave como las de Madrid, Cataluña y Andalucía. Su visión renovadora del comunismo, abierta al debate ideológico y crítica con el pragmatismo excesivo, consolidó su liderazgo tanto en el partido como en IU.
Listado de cargos relevantes ocupados por Julio Anguita:
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Diputado del Parlamento de Andalucía por el PCE (1982)
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Candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía (1986)
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Secretario General del PCE (1988-1998)
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Coordinador General de Izquierda Unida (1992-2000)
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Diputado en el Congreso por Madrid (1993)
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Alcalde de Córdoba (1979-1986)
Además, durante su gestión como alcalde de Córdoba, entre 1979 y 1986, Anguita fue uno de los primeros comunistas en gobernar una capital de provincia en la democracia post-franquista. Su mandato destacó por el rigor presupuestario, la promoción de políticas sociales y una gestión pública basada en la transparencia y la participación ciudadana.
Momentos clave
La carrera política de Julio Anguita estuvo marcada por varios momentos clave que definieron su figura y su legado.
Fundación de Izquierda Unida (1986)
El nacimiento de IU fue una de las apuestas estratégicas más importantes del comunismo español desde la Transición. Frente al declive del PCE como fuerza electoral, Anguita entendió que solo mediante la confluencia de distintas sensibilidades de izquierda se podría ofrecer una alternativa real al bipartidismo imperante. IU aglutinó a comunistas, ecologistas, feministas y otros movimientos sociales bajo un proyecto común.
Coordinador General de IU (1992)
Durante la III Asamblea de Izquierda Unida, Anguita fue elegido Coordinador General en un contexto de tensiones internas entre quienes defendían una postura más tradicional y quienes apostaban por convertir a IU en partido político. Su liderazgo fue determinante para mantener la cohesión interna, aunque no exento de conflictos ideológicos que se hicieron visibles durante los años siguientes.
Elecciones generales de 1993
Anguita fue candidato a la presidencia del Gobierno por IU y número uno por Madrid. Durante la campaña electoral sufrió un infarto de miocardio en Barcelona, símbolo de su entrega y del alto precio personal que pagó por su compromiso político. A pesar de este revés, logró ser elegido diputado, liderando el grupo parlamentario IU-IC en un momento de alta visibilidad para la coalición.
Relevo y salida temporal de la política (2000)
En la VI Asamblea Federal de IU, su relevo al frente de la coalición se dirimió entre tres candidatos: Francisco Frutos, Gaspar Llamazares y Ángeles Maestro. Finalmente, Llamazares, respaldado por el propio Anguita, fue elegido nuevo líder. Con este proceso, Anguita se retiró de la política institucional tras dos décadas de actividad, reincorporándose a la docencia como profesor de historia y lengua en Córdoba.
Relevancia actual
La figura de Julio Anguita sigue siendo una referencia ineludible para múltiples sectores de la izquierda española. Su coherencia ideológica, su discurso ético frente a la corrupción y su incansable lucha por una política de principios lo elevaron como un ejemplo de compromiso y dignidad.
Incluso tras su retiro oficial, Anguita continuó influyendo en el debate político a través de artículos de opinión, conferencias y su participación en la Fundación de Izquierda Unida. Fundó el grupo Prometeo, un espacio de reflexión y elaboración ideológica que fomentaba el análisis crítico de la actualidad política desde una óptica transformadora.
Su legado ha sido especialmente reivindicado por nuevas generaciones de militantes de izquierda que ven en él un modelo de política basada en el servicio público, la honestidad y el pensamiento crítico. En un contexto de descrédito institucional y volatilidad ideológica, Anguita representa la posibilidad de una izquierda con principios sólidos, alejada del oportunismo y fiel a sus raíces.
En resumen, Julio Anguita González fue más que un político; fue un intelectual comprometido, un educador vocacional y un luchador incansable por la justicia social. Su vida y obra ofrecen una lección permanente sobre el valor de la coherencia política y la necesidad de mantener vivos los ideales emancipadores en la acción pública. El «califa rojo» no solo gobernó Córdoba o lideró el PCE e IU: marcó el rumbo de la izquierda transformadora durante más de dos décadas y su pensamiento continúa iluminando el camino hacia una sociedad más justa.