Aguilera y Zurita, Fernando (1561-1630). El sacerdote chileno que marcó la historia religiosa de América

Fernando o Hernando Aguilera y Zurita fue una figura clave en la historia religiosa de Chile y Sudamérica. Nacido en la ciudad de La Imperial en 1561, se destacó como un religioso y escritor cuya vida estuvo marcada por su dedicación a la Iglesia y sus importantes contribuciones al ámbito literario y educativo de la época. Su legado perdura hoy como una muestra del fervor religioso y la influencia de la Orden Jesuita en la región.

Orígenes y contexto histórico

Fernando Aguilera y Zurita nació en un momento clave de la historia chilena, en el que el país se encontraba aún en una fase de consolidación del poder colonial español. Su padre, Pedro Aguilera, fue un destacado conquistador, lo que permitió que su hijo creciera en un ambiente privilegiado. La ciudad de La Imperial, en la que nació, se encontraba en el sur de Chile, una región conocida por su cercanía a los pueblos mapuches y por ser un lugar clave en la expansión del Imperio español en el continente americano.

Desde joven, Aguilera fue enviado a estudiar con los jesuitas, quienes eran los encargados de la educación de los jóvenes coloniales en América. Este hecho resultó ser fundamental para su futuro, ya que la formación jesuita le dio no solo una educación académica rigurosa, sino también una profunda espiritualidad que influiría en toda su vida.

Tras completar sus estudios, decidió ordenarse sacerdote, dedicando su vida a la labor religiosa y educativa. La influencia de la Compañía de Jesús en su formación fue tan significativa que, más adelante, se convirtió en una figura relevante dentro de esta orden religiosa, que ya en ese momento tenía un fuerte impacto en el ámbito educativo y misional en América Latina.

Logros y contribuciones

Fernando Aguilera y Zurita fue un destacado orador y escritor de su época. Su capacidad para predicar y su elocuencia fueron reconocidas por muchos, lo que lo posicionó como una figura influyente en los círculos religiosos de su tiempo. A lo largo de su vida, escribió varios libros de sermones que plasmaron sus ideas y su profunda espiritualidad. Estos sermones no solo eran una herramienta para guiar a la comunidad religiosa, sino también un reflejo de la forma en que la religión debía ser vivida por los colonos y los pueblos indígenas en la Nueva España.

Además de su faceta como escritor y orador, Aguilera tuvo una significativa labor en el ámbito educativo. Fue responsable de la dirección de uno de los colegios de los jesuitas en La Paz, donde demostró sus habilidades organizativas y su capacidad para impartir educación, tanto religiosa como académica. Este cargo le permitió tener un impacto directo en la educación de numerosos jóvenes de la época, quienes a su vez continuarían el legado de los jesuitas en el continente.

La influencia de Aguilera también se extendió al ámbito de las misiones religiosas. Durante su tiempo en la Compañía de Jesús, participó en diversas misiones evangelizadoras que buscaban llevar la palabra de Dios a los pueblos indígenas de América. A través de estas misiones, los jesuitas desempeñaron un papel fundamental en la integración de las culturas indígenas en el mundo cristiano, algo que se reflejó en los escritos de Aguilera y en su visión del papel de la Iglesia en la colonización.

Momentos clave

A lo largo de su vida, Fernando Aguilera y Zurita vivió una serie de momentos clave que marcaron su carrera religiosa y su legado. A continuación, se presentan algunos de los eventos más relevantes de su vida:

  1. Nace en 1561 en La Imperial, en una familia vinculada a la conquista española, lo que le permitió recibir una educación privilegiada.

  2. Estudios con los jesuitas: La educación que recibió de los jesuitas fue fundamental para su formación religiosa y académica, lo que le permitió ingresar al seminario y ordenarse sacerdote.

  3. Escribe libros de sermones: A lo largo de su vida, Aguilera publicó varios libros de sermones, donde plasmó sus enseñanzas religiosas y su visión de la vida cristiana.

  4. Dirección del colegio en La Paz: Como miembro de la Compañía de Jesús, Aguilera tuvo a su cargo la dirección de uno de los colegios jesuitas en La Paz, donde se destacó como educador.

  5. Misión religiosa en América: Participó en diversas misiones evangelizadoras, desempeñando un papel crucial en la integración de las comunidades indígenas a la vida cristiana.

  6. Fallecimiento en 1630 en Cuzco, Perú: Fernando Aguilera y Zurita falleció en Cuzco en 1630, dejando un legado en la educación y la espiritualidad religiosa en América Latina.

Relevancia actual

Hoy en día, Fernando Aguilera y Zurita sigue siendo una figura de gran importancia en la historia religiosa y educativa de América Latina. Su labor como escritor y orador, así como su influencia en las misiones jesuitas, dejaron una huella imborrable en la historia de la Iglesia en Sudamérica. Su dedicación a la enseñanza y su capacidad para predicar el evangelio lo convirtieron en un referente para las generaciones posteriores.

En la actualidad, las ideas de Aguilera continúan siendo estudiadas y analizadas por historiadores y teólogos interesados en comprender cómo la Iglesia influyó en la construcción de la identidad cultural de América Latina. Su visión de la religión y su labor educativa siguen siendo un ejemplo del impacto que los jesuitas tuvieron en la región durante la época colonial.

Además, el legado de Aguilera resalta la importancia de la educación religiosa en la formación de la sociedad colonial. Los colegios jesuitas, como el que Aguilera dirigió en La Paz, jugaron un papel fundamental en la educación de los jóvenes de la época, y muchas de las ideas que él promovió en sus sermones y escritos siguen siendo relevantes en el ámbito de la educación cristiana.

En conclusión, Fernando Aguilera y Zurita fue un hombre cuya vida estuvo dedicada a la Iglesia, la educación y la espiritualidad. Su legado perdura hasta el día de hoy, y su influencia continúa siendo una fuente de inspiración para aquellos que estudian la historia religiosa y educativa de América Latina. A través de su obra y su dedicación a la causa cristiana, Aguilera dejó una huella profunda en la historia de Chile y del continente, convirtiéndose en una figura clave en la formación de la identidad religiosa de la región.