Abrahán Abulafia (1240-1291).
Místico judío y cabalista, nacido en Zaragoza, que inició una nueva orientación de la Cábala, la Cábala práctica, distinta de la de los cabalistas catalanes y castellanos. Abandonó pronto España para viajar a Oriente en busca del río mítico Sambatyón y las diez tribus perdidas, cuyo retorno debía anunciar la llegada de los tiempos mesiánicos, que presentía inminentes. Es muy posible que en esos viajes entrara en contacto con místicos musulmanes, derviches, etc., que pudieron influir en sus enseñanzas peculiares. Viajó después por diversos países de Europa, por Castilla y Cataluña, difundiendo sus ideas proféticas y mesiánicas ante discípulos entusiastas y adversarios airados; a petición de estos últimos Salomón ben Adret lanzó contra él el anatema. Tuvo que dejar Sicilia a consecuencia de ello, y se refugió en una pequeña isla, Comino, cerca de Malta, donde murió.
Para Abulafia lo importante no era lo que habían hecho hasta entonces los más famosos cabalistas, tratar de penetrar en la estructura de la Divinidad o examinar los procesos que tienen lugar en su interior, sino conocer y aplicar determinadas técnicas que hagan posible la ascensión del hombre hasta el éxtasis místico y profético, hasta la comunión con Dios. Dejando a un lado las especulaciones cabalísticas sobre la naturaleza divina, Abulafia insiste en el modo de llegar a la unión extática con la divinidad pronunciando los nombres divinos, mediante combinaciones de letras, técnicas como la respiración, la música y el canto, o movimientos de la cabeza y el cuerpo. A su sistema cabalístico se le da el nombre de cábala práctica (por los métodos y técnicas empleados), cábala extática o profética (por los trances en que se veía envuelto el cabalista), o también cábala de los Nombres (por su constante referencia a las letras de los distintos Nombres divinos). Su interpretación del texto bíblico partía del convencimiento de que el místico es capaz de reducir las letras de ese texto a una materia amorfa a la que puede dar nueva forma, descubriendo en ella nuevos significados mediante distintas combinaciones de las letras.
En los últimos años de su vida, convencido de su misión mesiánica, escribe cerca de cincuenta obras de cábala práctica (como Sitre Torah (Los misterios de la Torá), comentario místico a Guía de Perplejos de Maimónides; Sefer ha-sem (Libro sobre el Nombre), explicando el nombre divino de setenta y dos letras; Sefer ha-cedut (Libro del testimonio), exponiendo las revelaciones que ha recibido y su conciencia de tener una función mesiánica; Imre sefer (Palabras hermosas), sobre combinaciones de las letras del nombre divino, etc.), así como algunos poemas.
Bibliografía
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Idel M., Mesianismo y misticismo, Barcelona, Riopiedras, 1994.
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Scholem, G., Desarrollo histórico e ideas básicas de la Cábala, Barcelona, Riopiedras, 1994.
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—, Grandes temas y personalidades de la Cábala, Barcelona, Riopiedras, 1994.