Pascual de Aben Salero (s. XVI). El sabio morisco que documentó los pesos y medidas de Aragón

Pascual de Aben Salero, un erudito de origen morisco nacido en Urrea de Jalón, en la provincia de Zaragoza, se destacó a fines del siglo XVI y comienzos del XVII como una figura relevante en la historia intelectual de Aragón. Su legado, condensado en una obra única y especializada titulada Libro de Almutazafes, ofrece una perspectiva inestimable sobre la regulación de pesos, medidas y precios en los comercios de su tiempo.

En un periodo marcado por profundas transformaciones políticas, religiosas y sociales, Aben Salero no solo representa la continuidad del saber morisco en la península ibérica, sino también una voz técnica y normativa que contribuyó a ordenar el ámbito económico en una región clave como Aragón.

Orígenes y contexto histórico

Pascual de Aben Salero nació en Urrea de Jalón, una pequeña localidad aragonesa con fuerte presencia de población morisca. Su origen morisco resulta esencial para entender su trayectoria, ya que este grupo, descendiente de los musulmanes que permanecieron en la península tras la Reconquista, enfrentaba a fines del siglo XVI una creciente presión social, política y religiosa.

La expulsión de los moriscos, que culminaría oficialmente en 1609, fue precedida por décadas de marginación, conversiones forzadas y control institucional. En este ambiente de tensiones, Aben Salero logró sobresalir gracias a su sabiduría técnica y capacidad para producir un tratado normativo que servía tanto a las autoridades locales como a los comerciantes.

El Aragón de su época era un territorio en plena transformación. Las ciudades crecían y el comercio se diversificaba. En este contexto, se hacía imprescindible contar con normas precisas para regular las transacciones comerciales, evitando fraudes y asegurando una economía estable. Fue en esta realidad que el Libro de Almutazafes adquirió relevancia.

Logros y contribuciones

El principal legado de Pascual de Aben Salero es la publicación del Libro de Almutazafes, un tratado que abordaba en detalle los pesos, medidas y precios del comercio aragonés. Su obra se inscribe dentro de una tradición más amplia de tratados normativos que buscaban ofrecer a las autoridades y comerciantes herramientas para controlar el mercado y garantizar la justicia en las transacciones.

Entre sus aportes más destacados se encuentran:

  • Estandarización de medidas comerciales: En una época en la que cada ciudad o región podía tener sistemas distintos, su obra propuso criterios unificados para evitar discrepancias.

  • Advertencias sobre prácticas desleales: Incluyó advertencias específicas sobre abusos comunes en el comercio, mostrando una visión crítica y propositiva.

  • Guía para el almotacén: Su libro funcionaba como un manual para los almotacenes (inspectores del mercado), facilitando su labor de vigilancia y control.

El título de la obra, Libro de Almutazafes, hace referencia a la figura del almotacén, una figura heredada de la administración andalusí que velaba por el cumplimiento de las normas comerciales. Este hecho refuerza la herencia cultural andalusí presente en su formación y en la configuración de su pensamiento técnico.

Momentos clave

Aunque no se conservan muchos datos biográficos precisos sobre Pascual de Aben Salero, su figura puede ser contextualizada a través de los eventos históricos que marcaron su época:

1. Proliferación de normativas económicas en los reinos hispánicos

Durante el siglo XVI, con el auge de las ciudades y el comercio, se incrementó la necesidad de contar con tratados técnicos y normativos. Aben Salero se inserta en este movimiento con una obra original y específica para el Reino de Aragón.

2. Conflicto social y religioso con los moriscos

Como sabio morisco, su labor intelectual se da en un periodo en que este grupo sufría una creciente persecución. Su dedicación al conocimiento técnico puede interpretarse como un acto de resistencia cultural y afirmación de su identidad dentro de un sistema hostil.

3. La función del almotacén en transición

Con la progresiva centralización del poder y la sustitución de estructuras tradicionales por instituciones castellanas, la figura del almotacén fue perdiendo protagonismo. La obra de Aben Salero representa uno de los últimos testimonios de su plena vigencia.

Relevancia actual

El legado de Pascual de Aben Salero cobra hoy una renovada importancia por múltiples motivos. En primer lugar, constituye una fuente de primera mano para el estudio de la historia económica de Aragón. Sus descripciones y observaciones permiten reconstruir cómo se articulaban las relaciones comerciales en la región y cuáles eran los estándares que regulaban la vida cotidiana.

En segundo lugar, su obra es clave para comprender la aportación de los moriscos a la cultura y ciencia peninsular. A pesar de la represión que sufrieron, muchos de ellos como Aben Salero dejaron un legado intelectual valioso que desafía la visión homogénea del saber en la España del Siglo de Oro.

Además, en un mundo actual en el que se valora cada vez más la transparencia comercial y la regulación justa de los mercados, resulta pertinente volver la mirada a quienes, como Aben Salero, trabajaron por asegurar estándares equitativos.

Aportaciones técnicas destacadas de su obra

La obra Libro de Almutazafes no se limitaba a teorizar sobre pesos y medidas, sino que ofrecía soluciones concretas y recomendaciones prácticas. Entre los elementos más técnicos del tratado, destacan:

  • Definiciones precisas de unidades de medida: Desde la vara y la fanega, hasta medidas más locales utilizadas en Aragón.

  • Tablas de conversión entre sistemas utilizados en distintas regiones, facilitando el comercio interregional.

  • Instrucciones para detectar fraudes comunes en el pesaje y medición de productos agrícolas, textiles y otros bienes.

  • Indicaciones sobre precios justos y criterios para evaluar el valor de los productos en diferentes temporadas.

Estas secciones evidencian una preocupación no solo por el orden económico, sino también por la justicia social en el intercambio mercantil.

El valor cultural de su figura

Aben Salero encarna la intersección entre tradición islámica y modernidad renacentista. Su obra se nutre del saber andalusí, especialmente en lo referente a la función del almotacén, pero lo adapta a las necesidades de una sociedad en plena transformación.

Su figura puede ser entendida como la de un puente cultural: alguien que, desde su herencia morisca, contribuyó a la configuración de un saber técnico esencial para la gobernanza local. Lejos de ser un simple técnico, Pascual de Aben Salero fue un pensador práctico comprometido con el bienestar social a través de la regulación económica.

Asimismo, su pertenencia a una minoría perseguida no impidió que su obra fuera valorada en su tiempo. Esto indica que, a pesar de las tensiones étnicas y religiosas, el conocimiento seguía siendo una herramienta capaz de trascender barreras y ser apreciado por su utilidad.

Una figura por redescubrir

Aunque no ha recibido la atención que merece dentro de la historiografía española, Pascual de Aben Salero representa una figura clave para entender la historia técnica, económica y cultural de Aragón. Su Libro de Almutazafes permanece como un testimonio elocuente de una época en la que el saber podía ser una herramienta de orden, justicia y progreso.

Recuperar su figura es también una forma de reivindicar la pluralidad cultural que caracterizó a la España de los siglos XVI y XVII, y de reconocer el aporte de comunidades como la morisca a la construcción del conocimiento.

En definitiva, Pascual de Aben Salero no solo fue un experto en medidas y precios. Fue un intelectual práctico, un hombre de su tiempo que supo responder con rigor y sabiduría a los desafíos de su entorno.