Abd El Melek Ebn Koseyb Albaheli, Al Asmai (740-822). El sabio árabe que inmortalizó la cultura beduina en la era abasí

Figura fundamental en la historia intelectual del islam, Abd El Melek Ebn Koseyb Albaheli, conocido como Al Asmai, fue un erudito árabe cuya obra ha dejado una profunda huella en la comprensión de las tradiciones, el lenguaje y el modo de vida de los pueblos árabes. Nacido en Barah en el año 740 y fallecido en Bagdad en 822, Al Asmai es recordado como uno de los más notables sabios de la corte del califa Harún al-Rashid, durante el apogeo del califato abasí. Su legado intelectual, compuesto por más de treinta volúmenes, revela un conocimiento enciclopédico de la vida árabe primitiva, en especial la de los beduinos, y ha sido esencial para conservar la riqueza cultural de aquella época.
Orígenes y contexto histórico
Al Asmai nació en Barah, una ciudad cuya identidad precisa ha sido objeto de debate, pero que se sitúa tradicionalmente dentro del territorio de la actual Arabia Saudita o Irak. Su nacimiento en el siglo VIII, un período de efervescencia cultural y expansión del islam, coincidió con el fortalecimiento del califato abasí, una dinastía que trasladó su capital de Damasco a Bagdad, estableciendo allí un centro neurálgico de saber y poder.
Desde joven, Al Asmai se destacó por su inteligencia y por una curiosidad insaciable hacia las tradiciones orales, la poesía, la lingüística y las costumbres del pueblo árabe, en especial aquellas transmitidas de generación en generación por los pueblos nómadas del desierto. Esta orientación marcó profundamente su producción intelectual.
Su llegada a Bagdad, ciudad que simbolizaba la cúspide de la civilización islámica en su tiempo, lo introdujo en los círculos más selectos del saber. Fue allí donde entró al servicio del califa Harún al-Rashid, uno de los gobernantes más célebres del mundo islámico, recordado tanto por su poder político como por su mecenazgo a las artes y las ciencias.
Logros y contribuciones
El legado de Al Asmai es extenso y profundamente valioso. Compuso más de treinta volúmenes sobre los aspectos más variados de la vida árabe. Su labor como gramático, filólogo, etnógrafo y poeta lo convirtió en una figura multidisciplinaria que abarcó temas tan diversos como:
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Los camellos y caballos: símbolos de la identidad y supervivencia en el desierto.
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Los rebaños y tiendas: elementos esenciales de la vida nómada.
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La poesía heroica: con especial énfasis en los relatos de valor, amor y lealtad.
Una de sus contribuciones más notables fue la atribución del célebre romance de Antar, también conocido como Antarah ibn Shaddad, una epopeya literaria que narra las hazañas de un guerrero-poeta árabe preislámico. Esta obra es considerada por muchos la mejor descripción literaria de la vida beduina, por su precisión en los detalles y la fuerza de sus imágenes.
Además, Al Asmai tuvo un papel fundamental en la preservación del árabe clásico, en un momento donde el idioma empezaba a diversificarse y transformarse bajo la influencia de otras culturas y lenguas dentro del califato. Su obsesión por la pureza del lenguaje lo llevó a recopilar terminologías precisas del desierto, recogidas directamente de las tribus nómadas.
Momentos clave en su trayectoria
El desarrollo intelectual de Al Asmai estuvo marcado por varios hitos fundamentales que explican su prominencia en la historia árabe:
1. Entrada en la corte de Harún al-Rashid
Su llegada a la corte de Bagdad significó no solo reconocimiento, sino también acceso a una red de sabios, poetas y científicos que compartían el mecenazgo del califa. Allí, Al Asmai no solo compartió sus conocimientos, sino que también se convirtió en educador y mentor, formando a generaciones posteriores de eruditos.
2. Viajes al desierto
Para recoger la información que luego plasmaría en sus obras, Al Asmai realizó expediciones al corazón del desierto, conviviendo con tribus nómadas. Esta inmersión directa en la vida beduina fue clave para la autenticidad y riqueza de sus descripciones. Registró palabras, expresiones, costumbres, y modos de vida que, sin su intervención, podrían haberse perdido.
3. Redacción de tratados únicos
Sus tratados no eran meras compilaciones de observaciones. Se trataba de auténticas enciclopedias temáticas, con un nivel de detalle minucioso. Por ejemplo, en sus obras sobre los camellos, describía no solo sus características físicas, sino también los diferentes nombres según edad, color, utilidad y comportamiento. Lo mismo hacía con los caballos, otro símbolo central de la cultura árabe.
Relevancia actual de su legado
A pesar de haber transcurrido más de mil años desde su muerte, Al Asmai sigue siendo una figura esencial para los estudiosos de la cultura árabe y del islam primitivo. Su enfoque sistemático y su amor por la oralidad poética han servido de base para varias disciplinas contemporáneas, desde la filología árabe hasta la antropología cultural.
En el mundo árabe actual, su nombre aún se menciona con reverencia en las escuelas de literatura y lingüística. Su obra ayuda a:
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Preservar la identidad lingüística frente a la globalización.
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Comprender las raíces de la poesía heroica árabe.
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Explorar las prácticas sociales y religiosas del islam temprano.
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Valorar la sabiduría popular beduina, fuente de proverbios, narraciones y estructuras sociales.
Además, los temas que abordó —como la relación del ser humano con la naturaleza en entornos hostiles— siguen teniendo eco en debates modernos sobre resiliencia cultural, sostenibilidad y modos de vida ancestrales.
Un legado entre letras y arenas
Abd El Melek Ebn Koseyb Albaheli, Al Asmai, representa una de las cimas del saber clásico islámico. Su obra es un puente entre el mundo urbano y el desértico, entre la erudición cortesana y la sabiduría oral de las tribus. Gracias a su incansable labor, la riqueza de la vida árabe no solo quedó documentada, sino también ensalzada como una forma de existencia digna, heroica y profundamente humana.
En tiempos donde el conocimiento tiende a homogeneizarse, su figura invita a mirar hacia las raíces, a comprender la diversidad de las civilizaciones y a valorar aquellas voces que, como las suyas, hablaron desde el desierto para el mundo.