Xavier Valls i Subira (1923-2006): El pintor catalán cuya obra trascendió fronteras

Xavier Valls i Subira (1923-2006) es considerado uno de los artistas más destacados de la pintura catalana del siglo XX. Su obra, marcada por un estilo profundamente personal y una evolución constante, ha dejado una huella indeleble en el panorama artístico internacional. A lo largo de su carrera, Valls combinó influencias del cubismo con una exquisita capacidad para captar la esencia de los bodegones y las naturalezas muertas. Su arte no solo reflejó su dominio técnico, sino también su profunda admiración por maestros clásicos, creando una fusión única entre tradición y modernidad.

Orígenes y contexto histórico

Xavier Valls nació en Horta, Barcelona, el 18 de septiembre de 1923, en el seno de una familia con fuertes lazos intelectuales. Su padre era periodista y profesor, lo que permitió a Valls crecer en un entorno que estimulaba el pensamiento crítico y la creatividad. Desde muy joven, mostró un interés por las artes, especialmente por la pintura y el dibujo. Su formación artística comenzó en la Escola Massana entre 1937 y 1938, donde se familiarizó con las primeras bases del arte. Sin embargo, su formación no se limitó a la educación local; en su juventud, se acercó al arte europeo, particularmente al francés, que sería una influencia determinante en su carrera.

Tras la finalización de la Guerra Civil, Valls estableció una estrecha relación con otros jóvenes artistas de la época, como Ramón Rogent, María Girona, Rafols Casamada, José María Martín y Gabriel Ferrater. En 1939 y 1940, estudió pintura mural y vitrales bajo la dirección del artista Jaume Busquets, quien también le introdujo en la tradición artística de la pintura catalana.

Logros y contribuciones

El inicio de la carrera de Valls estuvo marcado por su deseo de romper con las limitaciones de las tendencias pictóricas de su tiempo. Influenciado por el cubismo y admirador de pintores como Zurbarán, Vermeer, Chardin y Bonnard, Valls desarrolló un estilo que a menudo se alejaba de las modas momentáneas. Su interés por la pintura mural y los vitrales lo conectó con una forma de arte más monumental, aunque no tardaría en descubrir que su verdadera vocación residía en los bodegones y las naturalezas muertas.

Una de las primeras exposiciones de Valls tuvo lugar en 1951 en la Galería Syra de Barcelona, un hito que marcó el inicio de su reconocimiento público. En 1953, otra exposición en la Sala Vayreda consolidó aún más su presencia en el ámbito artístico de la ciudad condal. Durante este tiempo, su obra comenzó a ser conocida fuera de las fronteras de España. En 1955, Valls recibió el primer premio de pintura del Colegio de España en París y el galardón a la mejor naturaleza muerta en la III Bienal Hispano-Americana en Barcelona, lo que le permitió ganar notoriedad internacional.

A lo largo de su carrera, Valls continuó exhibiendo su trabajo en diversas ciudades de Europa y América. En 1974, realizó su primera exposición en Madrid, en la galería Theo, mientras que en 1976, su obra Las femmes fue seleccionada en el I Certamen Internacional de Artes Plásticas de Lanzarote, donde además fue adquirida por el Museo de la ciudad. Estas exposiciones internacionales le permitieron ampliar su círculo de admiradores y coleccionistas, con especial éxito en Francia, donde el gobierno adquirió algunas de sus obras.

Momentos clave de su carrera

A lo largo de los años, Xavier Valls recibió varios premios y reconocimientos que resaltaron la calidad de su trabajo. Algunos de los hitos más importantes de su carrera incluyen:

  • En 1955, recibió el primer premio de pintura del Colegio de España en París.

  • En 1956, ganó el premio a la mejor naturaleza muerta en la Bienal Hispano-Americana de Barcelona.

  • En 1980, obtuvo el prestigioso Prix Drouant en París, un galardón otorgado por la crítica francesa, cuyo jurado estuvo presidido por el poeta Max-Pol Fuchet.

  • En 1981, su obra Naturaleza muerta fue galardonada con el Premio Cáceres de Pintura.

A estos premios se añadieron las condecoraciones otorgadas por el Gobierno francés. En 1979, fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y de las Letras, y en 1989 recibió el título de Oficial de la Orden de las Artes y de las Letras. Estos premios reflejaron la gran admiración que Valls despertaba en el mundo artístico europeo.

El pintor catalán también fue reconocido en su país natal, donde en 1993 se le otorgó la Medalla de Oro de las Bellas Artes, distinción que recibió personalmente de manos del rey Juan Carlos I en 1994. Este premio consolidó aún más su estatus como uno de los artistas más destacados de la pintura española contemporánea.

Relevancia actual

La obra de Xavier Valls sigue siendo un referente para los estudiosos del arte contemporáneo, especialmente en lo que respecta a la pintura de bodegones y naturalezas muertas. Su capacidad para fusionar la tradición clásica con una mirada moderna le permitió posicionarse como un pintor atemporal, cuya influencia se extiende más allá de las fronteras de España.

En 2003, el pintor celebró su 80º aniversario con una exposición retrospectiva que mostró sus últimas acuarelas, un testimonio de su continuo desarrollo artístico a lo largo de los años. Además, publicó sus memorias bajo el título La meva capsa de Pandora, en las que relata sus experiencias y reflexiones sobre el arte y su carrera.

A día de hoy, las obras de Valls continúan siendo altamente valoradas en el mercado del arte, y su legado sigue vivo en museos de todo el mundo. Su estilo único y su enfoque introspectivo hacia la pintura lo han asegurado un lugar destacado en la historia del arte contemporáneo.

El matrimonio de Valls con Luisangela Galfetti, que se celebró en 1958, fue un pilar fundamental en su vida y en su obra. Juntos tuvieron dos hijos: Manuel y Giovanna, quienes continuaron con el legado de su padre. La figura de Luisangela se convirtió en una pieza clave en su vida, tanto en el ámbito personal como artístico, siendo su apoyo constante a lo largo de las décadas.

El fallecimiento de Xavier Valls en Barcelona el 16 de septiembre de 2006 marcó el fin de una era para la pintura catalana. Sin embargo, su legado sigue vivo en sus pinturas, sus exposiciones y en la admiración que continúan sintiendo por él tanto el público como los críticos de arte.

Bibliografía

  • «La meva capsa de Pandora» (2003)

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Xavier Valls i Subira (1923-2006): El pintor catalán cuya obra trascendió fronteras". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/valls-i-subira-xavier [consulta: 28 de septiembre de 2025].