Nicolay Ivanovich Tarasov (1902-1975). El arquitecto pedagógico del ballet soviético
Nicolay Ivanovich Tarasov fue una de las figuras más influyentes en el desarrollo del ballet clásico en la Unión Soviética. Bailarín, coreógrafo, profesor y director artístico, su legado es fundamental para entender la evolución del arte del ballet en el siglo XX. A lo largo de su carrera, no solo brilló en el escenario del Ballet Bolshoi, sino que también transformó la enseñanza del ballet a través de sus innovaciones pedagógicas, formando generaciones de bailarines que perpetuaron el prestigio de la escuela rusa.
Orígenes y contexto histórico
Nacido en Moscú el 19 de febrero de 1902, Tarasov creció en una época de agitación social y transformación artística. La Revolución Rusa de 1917 y la posterior creación de la Unión Soviética en 1922 crearon un nuevo panorama para las artes, donde el ballet, tradicionalmente una forma de entretenimiento aristocrático, fue reinterpretado como una herramienta cultural del nuevo Estado socialista.
Formado en la Escuela Coreográfica de Moscú, Tarasov se graduó en 1920, justo en el momento en que el país iniciaba su transformación ideológica y artística. Esta escuela se convirtió en el núcleo de la nueva identidad del ballet soviético, y Tarasov, como uno de sus alumnos más brillantes, encarnó esa transición hacia un ballet más accesible y políticamente alineado con los ideales del nuevo régimen.
Logros y contribuciones
Tarasov ingresó al Ballet Bolshoi en 1920, año de su graduación, y allí se consolidó como bailarín principal hasta 1935. El Bolshoi, uno de los teatros más prestigiosos del mundo, sirvió como plataforma para que Tarasov desarrollara su técnica y expresión artística, además de establecerse como una figura de referencia en la escena cultural soviética.
Sin embargo, su mayor legado se encuentra en el campo de la enseñanza. Entre 1923 y 1960, fue profesor de la Escuela Coreográfica de Moscú, institución que dirigió artísticamente en dos periodos: de 1942 a 1945 y de 1953 a 1954. También se desempeñó como director artístico de la Escuela Técnica de Ballet entre 1933 y 1937.
A partir de 1946, Tarasov fue profesor de coreografía en el Gosudarstvenny Institut Teatralnovo Isk, donde profundizó en la formación teórica de los futuros coreógrafos soviéticos.
Entre sus obras pedagógicas más influyentes se encuentran:
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Metodika Klassicheskogo Trenazha (1940), coescrita con A. Chekrygin y V. Moris, un manual fundamental para la formación técnica de los bailarines.
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Metodika Klassicheskogo Tantsa (1947), coescrita junto a Agrippina Vaganova, la legendaria maestra que desarrolló el método Vaganova, con quien compartió visión pedagógica.
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Klassicheskii Tanets (1971), obra de autoría propia que resume su enfoque metodológico maduro sobre la enseñanza del ballet.
Estas publicaciones no solo sirvieron como guías técnicas, sino que también consolidaron un modelo estructurado de enseñanza del ballet clásico, que ha perdurado hasta nuestros días.
Momentos clave
La vida profesional de Tarasov estuvo marcada por una serie de momentos clave que definieron su impacto en el mundo del ballet:
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1920: Se gradúa de la Escuela Coreográfica de Moscú e ingresa al Ballet Bolshoi.
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1923-1960: Inicia su carrera como profesor, influenciando generaciones enteras de bailarines soviéticos.
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1933-1937: Se convierte en director artístico de la Escuela Técnica de Ballet.
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1942-1945 y 1953-1954: Ocupa la dirección artística de la Escuela Coreográfica de Moscú.
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1946: Asume el rol de profesor de coreografía en el Gosudarstvenny Institut Teatralnovo Isk.
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1940: Publica Metodika Klassicheskogo Trenazha.
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1947: Colabora con Agrippina Vaganova en Metodika Klassicheskogo Tantsa.
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1971: Publica su obra más personal, Klassicheskii Tanets.
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1975: Recibe el Premio del Estado poco antes de su fallecimiento el 8 de febrero.
Relevancia actual
El aporte de Nicolay Ivanovich Tarasov sigue siendo relevante en la actualidad gracias a su enfoque estructurado y metódico sobre la enseñanza del ballet. Su visión pedagógica ayudó a profesionalizar la formación de bailarines en la Unión Soviética y a sentar las bases para el reconocimiento mundial del ballet ruso.
Las escuelas de ballet contemporáneas aún se benefician de su legado, especialmente aquellas que adoptan metodologías derivadas del sistema soviético. Sus textos continúan siendo referencia obligada en las academias de danza que desean formar intérpretes con una base técnica sólida, precisión artística y disciplina escénica.
Además, su colaboración con Agrippina Vaganova, quien dio nombre a uno de los métodos de enseñanza más reconocidos del mundo, sitúa a Tarasov en un lugar privilegiado dentro de la historia del ballet académico. Su labor no solo complementó sino que también enriqueció la tradición del ballet ruso, proyectándola internacionalmente.
Nicolay Ivanovich Tarasov no solo fue un maestro del movimiento, sino también un arquitecto de la disciplina del ballet como arte escénico y educativo. Su vida y obra representan un pilar fundamental del ballet clásico del siglo XX.
MCN Biografías, 2025. "Nicolay Ivanovich Tarasov (1902-1975). El arquitecto pedagógico del ballet soviético". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/tarasov-nicolay-ivanovich [consulta: 28 de septiembre de 2025].