Serrano Suñer, Ramón (1901-2003). El político que marcó la historia del franquismo

Serrano Suñer

Ramón Serrano Suñer, nacido el 12 de septiembre de 1901 en Cartagena, Murcia, y fallecido el 1 de septiembre de 2003 en Madrid, fue una de las figuras más influyentes en la política española durante los primeros años del franquismo. Su carrera, marcada por su vinculación al régimen de Francisco Franco, lo posicionó como uno de los hombres más poderosos del gobierno de la dictadura. Abogado, político y ferviente defensor de las ideas del nacionalismo español, su figura se destacó por su capacidad para maniobrar en los círculos políticos más altos, lo que le permitió jugar un papel crucial en el establecimiento del régimen autoritario que gobernó España durante varias décadas.

Orígenes y contexto histórico

Ramón Serrano Suñer nació en una familia con una sólida tradición intelectual y profesional. Su padre, un renombrado ingeniero de caminos, inspiró en él una vocación por el estudio y el conocimiento. Tras completar sus estudios de Derecho en Madrid, donde obtuvo el premio Extraordinario de Licenciatura en 1923, amplió sus conocimientos en Italia, particularmente en Roma y Bolonia. Esta formación le permitió acceder a una posición destacada como jurista en el Cuerpo de Abogados del Estado, primero en Castellón y luego en Zaragoza.

En Zaragoza, Serrano Suñer conoció a Franco, quien en ese entonces dirigía la Academia Militar, y a Zita Polo, futura esposa de Serrano y cuñada del general. Este encuentro fue el inicio de una relación que jugaría un papel fundamental en la carrera política de Serrano. La boda de Serrano con Zita Polo, celebrada en Oviedo en 1932, tuvo a figuras como Franco y José Antonio Primo de Rivera como testigos, consolidando así su vinculación con los círculos más cercanos al poder franquista.

Logros y contribuciones

Durante la Segunda República, Serrano Suñer inició su carrera política en las filas de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), un partido liderado por José María Gil Robles. Fue en este movimiento donde empezó a destacar, asumiendo la Jefatura Nacional de las Juventudes de Acción Popular (JAP), el brazo juvenil del partido. A través de este cargo, Serrano jugó un papel importante en la formación de las ideas que posteriormente darían lugar al surgimiento del franquismo. En 1933 y 1936, fue elegido diputado por Zaragoza en las elecciones generales.

Serrano Suñer tuvo una relación cercana con José Antonio Primo de Rivera, el fundador de la Falange Española, y también mantenía contactos con otros movimientos de la extrema derecha como la Comunión Tradicionalista y el Grupo de Acción Española. Esta red de alianzas le permitió colaborar activamente en la preparación del levantamiento militar que, finalmente, derrocaría al gobierno republicano.

La Guerra Civil, que estalló en 1936, lo sorprendió en Madrid, donde fue encarcelado. Sin embargo, en octubre de ese mismo año logró escapar y se refugió en la Legación de Holanda. Tras una arriesgada huida, consiguió llegar a Salamanca, la capital provisional del bando sublevado. Durante este tiempo, se dedicó a la unificación de los distintos grupos falangistas, requetés y jonsistas, lo que dio lugar al Movimiento Nacional, el cual sería el pilar sobre el que se edificaría el franquismo.

Momentos clave

Uno de los momentos clave en la carrera de Serrano Suñer ocurrió en 1938, cuando, tras la consolidación del poder franquista, fue nombrado Ministro de Interior. En este puesto, implementó reformas de gran importancia, entre ellas la Ley de Administración Central y la Ley de Prensa, esta última responsable de la instauración de una rigurosa censura que perduraría durante varias décadas. Serrano Suñer también fue uno de los principales impulsores del Fuero de los Trabajadores, una ley que sentó las bases de la política social del régimen.

En agosto de 1939, tras la victoria del bando nacional en la Guerra Civil, Serrano Suñer asumió la presidencia de la Junta Política de Falange, consolidando su poder dentro del nuevo régimen. Su influencia se extendió también a la propaganda, ya que fue responsable de la dirección de la Prensa y Propaganda, dos áreas esenciales para la consolidación de la ideología franquista.

En 1940, Serrano Suñer fue nombrado Ministro de Asuntos Exteriores, un puesto crucial en un momento en que España se encontraba en una situación geopolítica delicada, debido a la Segunda Guerra Mundial. Su acercamiento a las potencias del Eje, especialmente a la Alemania nazi, fue notorio. Durante su mandato, realizó múltiples visitas a Berlín y Roma, donde se entrevistó en diversas ocasiones con Adolf Hitler y Benito Mussolini, respectivamente. Estas reuniones marcaron un hito en la política exterior española, ya que demostraron la fuerte vinculación ideológica y estratégica de Serrano Suñer con los regímenes fascistas de Europa.

Sin embargo, su poder comenzó a desmoronarse a partir de 1942. En agosto de ese año, fue destituido de su cargo de Ministro de Asuntos Exteriores tras los incidentes ocurridos entre carlistas y falangistas en los llamados sucesos de Begoña. A pesar de que muchos historiadores consideran que la destitución de Serrano Suñer fue una excusa de Franco para apartarlo de su lado, su caída fue un punto de inflexión en su carrera política.

Relevancia actual

Tras su destitución, Serrano Suñer se alejó del ámbito político, pero mantuvo una activa presencia en otros campos. Retomó su carrera como abogado y comenzó a manifestar públicamente su apoyo a la restauración de la monarquía en España. En 1945, escribió una carta a Franco sugiriendo la incorporación de personalidades destacadas como Ortega y Gasset, Gregorio Marañón o Francesc Cambó al gobierno para llevar a cabo una serie de reformas. Sin embargo, el dictador rechazó cualquier tipo de cambio.

En la segunda mitad del siglo XX, Serrano Suñer se dedicó al ámbito académico y cultural. Fue director del Instituto Hispánico y se destacó como escritor y periodista. También se involucró en el mundo empresarial, presidió la Fundación José y Fernando Suñer, y fue nombrado miembro honorario de la Academia Mexicana de Derecho Internacional en 1987.

A lo largo de los años, Serrano Suñer fue reconocido por su actividad intelectual y en 1988 recibió la medalla de oro de la Universidad Politécnica de Madrid. Su legado, aunque controversial, sigue siendo parte de la historia política de España, y su figura sigue siendo estudiada por historiadores y expertos en la política franquista.

A lo largo de su vida, Ramón Serrano Suñer desempeñó un papel clave en la política española, especialmente durante los primeros años del franquismo. Su influencia en la estructura del régimen autoritario de Franco fue indiscutible, y su cercanía con líderes como Franco y José Antonio Primo de Rivera consolidó su posición dentro del poder. Aunque su figura es vista con controversia, su legado como uno de los principales arquitectos del franquismo sigue siendo parte esencial de la historia de España.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Serrano Suñer, Ramón (1901-2003). El político que marcó la historia del franquismo". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/serrano-sunner-ramon [consulta: 28 de septiembre de 2025].