Schjerfbeck, Helena Sofía (1862-1946): La pintora finlandesa que conquistó los lienzos del siglo XIX

Helena Sofía Schjerfbeck (1862-1946) es una de las figuras más relevantes de la pintura finlandesa, cuya obra ha trascendido el paso del tiempo, siendo considerada hoy en día una de las artistas más importantes de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Con una carrera marcada por la evolución estilística y la experimentación, Schjerfbeck no solo destacó por su técnica, sino por su capacidad de reflejar su vida y emociones a través de sus lienzos. Nacida en Helsinki, Finlandia, el 10 de julio de 1862, y fallecida en Satsjöbaden, Estocolmo, Suecia, el 23 de junio de 1946, su legado sigue siendo una fuente de inspiración y admiración en el ámbito artístico internacional.

Orígenes y contexto histórico

El contexto histórico en el que nació y creció Helena Schjerfbeck fue de gran influencia en su obra. Finlandia, en la segunda mitad del siglo XIX, se encontraba bajo el dominio del Imperio Ruso, lo que provocó una intensa búsqueda de identidad nacional, reflejada en sus artistas y en la sociedad en general. Desde temprana edad, Schjerfbeck mostró una inclinación por las artes, lo que la llevó a ingresar a la Escuela de la Asociación Finlandesa de Artistas de Helsinki en 1873, con tan solo once años.

La tragedia de perder a su padre en 1876 le obligó a trabajar para costearse los estudios, una circunstancia que no detuvo su determinación. Pronto, su talento fue evidente, y su admiración por grandes maestros como Velázquez y el Greco marcaron sus primeras influencias artísticas, lo que guió su desarrollo como pintora. A partir de 1877, Schjerfbeck comenzó a recibir clases en la Academia Privada de Adolf von Becker en Helsinki, lo que fue crucial para su formación como artista.

Logros y contribuciones

A lo largo de su carrera, Helena Schjerfbeck se destacó no solo por su técnica, sino también por la capacidad de transformar su estilo y explorar diferentes enfoques. Su primera exposición pública tuvo lugar en 1879, y desde entonces sus obras fueron siendo apreciadas por la crítica y el público. En 1880, se trasladó a París, donde continuó su formación en la Academia Trélat de Vigne, bajo la dirección de destacados maestros como Léon Bonnat y Jean-Léon Gérôme. Su estancia en la capital francesa fue determinante para su evolución, ya que comenzó a experimentar con nuevas formas de expresión, especialmente con las influencias del arte francés.

En los primeros años de la década de 1890, Schjerfbeck centró sus composiciones en temas históricos, de acuerdo con las tendencias finlandesas de la época. No obstante, su interés pronto se amplió, y comenzó a explorar temas más cosmopolitas, participando en el Salón de Artistas Franceses a partir de 1883. En estos años, vivió en St. Ives, Cornualles, junto a otras artistas como Maria Wiik y Marianne Preindelsberger, y comenzó a experimentar con escenas al aire libre que mostraban la influencia de artistas como Gauguin y los Nabis.

A pesar de su éxito, Helena Schjerfbeck se enfrentó a la crítica y a la presión de su entorno artístico. La propia autora calificó esta etapa como un “período impersonal e inexpresivo” de su obra. No obstante, estos años fueron decisivos, ya que durante este tiempo realizó dos de sus composiciones más emblemáticas: La Panadería (1887) y La Convalecencia (1888), en las que se reflejaban sus influencias tradicionales y su inclinación hacia lo más clásico en su estilo.

Una serie de autorretratos

Uno de los logros más destacados de Schjerfbeck es su serie de autorretratos, que comenzó en 1884 y que se convirtió en una obsesión a partir de 1910. Estos autorretratos, que son considerados hoy como algunas de sus mejores obras, no solo muestran su habilidad técnica, sino también una profunda reflexión sobre la identidad, el paso del tiempo y la fragilidad humana. A lo largo de esta serie, se aprecia una evolución en su estilo, volviéndose más sencilla y sintética en sus trazos, lo que reflejaba tanto su madurez artística como su salud debilitada.

Momentos clave en la vida de Schjerfbeck

A continuación, algunos de los momentos más significativos en la vida de la pintora:

  • 1873: Comienza sus estudios en la Escuela de la Asociación Finlandesa de Artistas de Helsinki.

  • 1876: Muere su padre, lo que obliga a Helena a trabajar para costear sus estudios.

  • 1880-1881: Se traslada a París, donde estudia en la Academia Trélat de Vigne y la Academia Colarossi.

  • 1883: Se establece en St. Ives, Cornualles, y comienza a experimentar con el estilo de los artistas de Concarneau y Por-Aven.

  • 1887-1888: Crea sus obras La Panadería y La Convalecencia, que reflejan su estilo tradicionalista.

  • 1900: Su salud comienza a deteriorarse, lo que la lleva a hacer frecuentes estancias en sanatorios.

  • 1902: Se traslada a Hyvinkää con su madre, donde experimenta una transformación en su estilo, volviéndose más minimalista.

  • 1917: Su obra comienza a ganar reconocimiento con la exposición organizada por Gösta Steman.

  • 1930s: En su última etapa, realiza diferentes versiones de obras previas y adopta un estilo más austero y sintético.

  • 1946: Fallece en Estocolmo, dejando un legado inmenso.

Relevancia actual

A pesar de haber fallecido en relativo olvido, el reconocimiento de la obra de Helena Schjerfbeck ha experimentado un notable resurgimiento en las últimas décadas. En 1987, su obra fue incluida en la exposición Lumiéres du Nord-La Pintura Scandinave 1885-1905 en el museo Petit Palais de París, y al año siguiente participó en la exposición Vision du Nord en el Museo de Arte Moderno de París. Estas exposiciones contribuyeron a la revalorización de su figura y a la consolidación de su lugar como una de las pintoras más importantes de Finlandia.

Su estilo, que ha sido interpretado como una mezcla de influencias de los grandes maestros clásicos y las tendencias más vanguardistas de su tiempo, sigue siendo estudiado y admirado en todo el mundo. Hoy, Schjerfbeck es considerada una de las figuras más representativas del arte finlandés, y su obra continúa siendo un referente dentro del arte independiente del siglo XX.

Su legado perdura tanto en la pintura como en el impacto que tuvo en la evolución del arte moderno en Finlandia y más allá de sus fronteras. Sin duda, Helena Sofía Schjerfbeck sigue siendo una de las artistas más influyentes de la historia del arte europeo.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Schjerfbeck, Helena Sofía (1862-1946): La pintora finlandesa que conquistó los lienzos del siglo XIX". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/schjerfbeck-helena-sofia [consulta: 29 de septiembre de 2025].