Roxas Acuña, Manuel (1892-1948). El primer presidente de la República Independiente de Filipinas

Manuel Roxas Acuña, nacido el 1 de enero de 1892, se erige como una figura clave en la historia de Filipinas, siendo el primer presidente de la República Independiente del país. Su vida y carrera estuvieron marcadas por su incansable dedicación al servicio público, así como por los desafíos políticos y sociales que enfrentó a lo largo de su mandato. Su legado, aunque complejo y controvertido, es fundamental para entender el proceso de independencia de Filipinas y su transición hacia un estado soberano después de la Segunda Guerra Mundial.
Orígenes y contexto histórico
Manuel Roxas nació en Capiz, una provincia ubicada en el centro de Filipinas, en una familia que contaba con una rica tradición en la política local. Desde sus primeros años, demostró un notable interés por el derecho y la política. Ingresó a la Universidad de Filipinas en Manila, donde se graduó en Derecho. Su carrera en el servicio público comenzó en 1917 cuando fue elegido miembro del consejo municipal de Capiz, lo que marcó el inicio de su destacada participación en la política filipina.
Durante sus primeros años de servicio público, Roxas asumió el cargo de gobernador de la provincia de Capiz entre 1919 y 1921. Posteriormente, fue elegido como miembro de la Cámara de Representantes de Filipinas, donde se destacó como un líder capaz y efectivo. En 1923, su carrera dio un giro significativo cuando, junto con Manuel Quezón, presidente del Senado, dimitió del Consejo de Estado en protesta por las políticas impuestas por el gobernador general estadounidense, Leonard Wood, quien vetaba las leyes propuestas por la legislatura filipina. Esta acción subrayó su postura de independencia frente al dominio estadounidense.
A pesar de su creciente notoriedad, fue en la década de 1930 cuando Roxas se involucró más profundamente en la lucha por la independencia de Filipinas. En 1932, se unió a Sergio Osmeña, líder del Partido Nacionalista, en un viaje a Washington D.C. con el fin de negociar la independencia de Filipinas. Sin embargo, durante este proceso, surgieron discrepancias con Manuel Quezón, lo que provocó una enemistad entre ambos políticos. A pesar de las tensiones, Roxas se consolidó como un defensor de la soberanía filipina.
Logros y contribuciones
El ascenso de Roxas al liderazgo en Filipinas se dio en un contexto complicado, marcado por los últimos años de dominación estadounidense, la Segunda Guerra Mundial y la lucha por la independencia. Después de la guerra, fue elegido presidente de la Commonwealth de Filipinas en 1946, bajo el ala liberal del Partido Nacionalista, que posteriormente se convertiría en el Partido Liberal. En este rol, Roxas fue fundamental en el proceso de declaración de la independencia de Filipinas, que se formalizó el 4 de julio de 1946.
Una de las primeras acciones de su presidencia fue la obtención de fondos de rehabilitación de los Estados Unidos, destinados a la reconstrucción del país tras la devastación causada por la guerra. Sin embargo, esta ayuda vino acompañada de condiciones severas. Los Estados Unidos pidieron a cambio la concesión de bases militares en Filipinas durante 99 años, la imposición de restricciones comerciales y la concesión de privilegios especiales a los ciudadanos y empresas estadounidenses. Estas condiciones generaron controversia, ya que muchos filipinos consideraban que la soberanía del país estaba siendo comprometida.
Roxas también enfrentó varios desafíos internos durante su mandato, como el aumento de la corrupción dentro de su administración. La corrupción y los abusos de poder fueron un problema constante durante su tiempo en el cargo, lo que afectó la imagen de su gobierno. Además, la represión de los movimientos izquierdistas, como el Hukbalahap (Huk), por parte del gobierno de Roxas, aumentó el descontento en las áreas rurales, donde el campesinado se sintió cada vez más marginado. La mano dura de su gobierno para sofocar estos movimientos contribuyó a la polarización social.
Momentos clave
Durante su vida y carrera, Manuel Roxas vivió y participó en varios momentos clave que marcaron tanto la historia de Filipinas como su propio destino político. Algunos de los eventos más importantes incluyen:
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1917: Inicia su carrera política al ser elegido miembro del consejo municipal de Capiz.
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1919-1921: Gobernador de Capiz, donde consolidó su liderazgo local.
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1923: Dimisión del Consejo de Estado en protesta por la política estadounidense, junto con Manuel Quezón.
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1932: Viaje a Washington D.C. con Sergio Osmeña para negociar la independencia de Filipinas.
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1946: Asume la presidencia de la Commonwealth de Filipinas y se convierte en el primer presidente de la República Independiente de Filipinas tras la declaración de independencia.
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1948: Fallecimiento en el cargo, siendo sucedido por Elpidio Quirino.
Relevancia actual
La figura de Manuel Roxas sigue siendo un tema de debate en la historia de Filipinas. Por un lado, su liderazgo en el proceso de independencia de Filipinas le ha ganado el reconocimiento como uno de los arquitectos fundamentales del Estado filipino moderno. Su contribución a la obtención de la independencia es innegable, aunque sus políticas de postguerra y sus acuerdos con los Estados Unidos, en particular la concesión de bases militares, continúan siendo un tema polémico.
Roxas también dejó una huella profunda en la política filipina, no solo por su presidencia, sino por la influencia que ejerció sobre las generaciones posteriores de políticos. A pesar de las críticas a su gobierno, su figura es recordada como un hombre de acción, dedicado a asegurar la estabilidad y el futuro de su nación recién independizada. El legado de Roxas se mezcla con las complejidades de un país que, tras siglos de colonización, buscaba afirmar su identidad nacional y construir un sistema político y social viable.
Su influencia sigue vigente en el debate sobre la relación de Filipinas con Estados Unidos, la lucha por la justicia social y el desarrollo económico en las zonas rurales. A lo largo de su vida, Roxas demostró una fuerte orientación hacia la preservación de la independencia filipina, pero también dejó un legado de tensiones entre la soberanía nacional y las necesidades de cooperación internacional.
Manuel Roxas falleció el 15 de abril de 1948 en el ejercicio de la presidencia, y su legado fue continuado por su vicepresidente, Elpidio Quirino, quien asumió la presidencia después de su muerte. Aunque la historia de Roxas está marcada por desafíos y controversias, su contribución al nacimiento de la República Independiente de Filipinas y su papel en la política filipina siguen siendo elementos fundamentales para entender la historia moderna del país.
MCN Biografías, 2025. "Roxas Acuña, Manuel (1892-1948). El primer presidente de la República Independiente de Filipinas". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/roxas-acunna-manuel [consulta: 28 de septiembre de 2025].