Ramón Pignatelli de Aragón y Moncayo (1734-1793). El ingeniero aragonés que transformó la infraestructura hidráulica
Ramón Pignatelli de Aragón y
Moncayo, nacido el 18 de abril de 1734 en Zaragoza, fue un ingeniero,
político y canónigo español cuya figura ha perdurado en la historia de
Aragón y España gracias a sus vastas contribuciones en el ámbito de la
ingeniería civil, la administración pública y la gestión religiosa.
Pignatelli es especialmente conocido por su incansable trabajo en el
proyecto de construcción del Canal Imperial de Aragón, que comenzó en
1772 y se mantuvo hasta su fallecimiento el 30 de junio de 1793. Este
proyecto, que transformó el paisaje y la economía de la región, sigue
siendo un referente en la historia de la ingeniería española. Además,
su legado también incluye la construcción de la Plaza de Toros de
Zaragoza y su labor en la política y la beneficencia local.
Orígenes y contexto histórico
Nacido en una familia noble,
Pignatelli vivió sus primeros años en Aragón, pero la muerte de su
madre en 1740 llevó a la familia a mudarse a Nápoles, donde residiría
junto a su padre, el conde de Fuentes, y sus hermanos. Años después, se
trasladó a Roma para continuar sus estudios en el Colegio Clementino.
Su formación académica fue variada, ya que además de estudios
religiosos, se dedicó a las ciencias y las letras. Al regresar a
Zaragoza, inició estudios universitarios en Cánones, obteniendo
finalmente el grado de doctor. A pesar de sus estudios religiosos,
siempre destacó por su versatilidad y por la capacidad para asumir
roles relevantes tanto en la iglesia como en la administración pública.
A lo largo de su vida, Pignatelli
estuvo vinculado a importantes instituciones de la ciudad de Zaragoza.
Fue canónigo y prior de la Colegiata de Mora de Rubielos y, más tarde,
canónigo del Cabildo Catedralicio de Zaragoza desde 1753. En esta
última institución, además de ocuparse de la administración de las
rentas, contribuyó a la restauración del palacio arzobispal. Su
capacidad de gestión y su talento para la política se reflejaron en la
diversidad de responsabilidades que asumió a lo largo de su vida.
Logros y contribuciones
Canal Imperial de Aragón
El principal legado de Pignatelli,
y quizás la obra que lo inmortalizó, es el Canal Imperial de Aragón. En
1772, a instancias del conde de Aranda, Pignatelli asumió el papel de
protector de este colosal proyecto de ingeniería. Su visión no se
limitó a una simple obra hidráulica, sino que abarcó un proyecto
integral de reforma social y agraria. En este sentido, Pignatelli pensó
en los beneficios que este canal podría traer al pequeño campesino,
permitiendo una mejor comunicación entre los mares Cantábrico y
Mediterráneo y favoreciendo la navegación fluvial. Su trabajo no estuvo
exento de dificultades. Los elevados costes financieros, los problemas
técnicos y los enfrentamientos con la aristocracia aragonesa y el
propio cabildo no lograron frenar el avance de su proyecto. A lo largo
de más de veinte años, Pignatelli luchó por hacer realidad el Canal,
que pasaría a ser uno de los logros más emblemáticos de la ingeniería
hidráulica del siglo XVIII en España.
El Canal Imperial de Aragón no
solo fue un avance técnico, sino también un catalizador de la
transformación social y económica en Aragón. A través de la mejora de
la infraestructura de riego y la navegación, Pignatelli contribuyó al
desarrollo agrícola y al comercio de la región, beneficiando
especialmente a la pequeña y mediana agricultura. Este canal continúa
siendo un símbolo del ingenio y la tenacidad del canónigo, cuya visión
sobrepasó su tiempo.
La Plaza de Toros «La Misericordia»
Otro de los logros importantes de
Pignatelli fue la construcción de la Plaza de Toros de Zaragoza en
1764. Esta plaza, conocida como «La Misericordia», se levantó con el
fin de recaudar fondos para la beneficencia zaragozana. Esta plaza, que
aún sigue en pie, lleva el nombre de «Coso de Pignatelli», en honor a
su impulsor. Además, la plaza está situada al final de la avenida que
también lleva el nombre del insigne ingeniero aragonés. Esta obra es un
testimonio de su capacidad para combinar la política, la beneficencia y
el desarrollo urbano.
Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País
En el ámbito político y económico,
Pignatelli fue el principal impulsor de la Real Sociedad Económica
Aragonesa de Amigos del País, una entidad que desempeñó un papel
crucial en el fomento de la economía y el progreso social de la región.
Fue director de esta sociedad durante varios años, promoviendo
iniciativas de desarrollo social y educativo. Además, ocupó el cargo de
rector de la Universidad de Zaragoza durante cinco cursos académicos,
contribuyendo a la modernización de la enseñanza y el desarrollo
intelectual de la región.
La Real Casa de Misericordia
Desde 1764 hasta 1788, Pignatelli
fue regidor de la junta encargada del gobierno y la administración de
la Real Casa de Misericordia. Durante su gestión, promovió una serie de
reformas que modernizaron la institución. Entre sus iniciativas,
destacó la instalación de una industria textil que contribuyó al
sustento económico de la institución. A lo largo de más de dos décadas,
Pignatelli demostró su habilidad para la gestión administrativa y su
dedicación al bienestar social.
Momentos clave
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1764: Pignatelli impulsa la construcción de la Plaza de Toros de Zaragoza y de la Real Casa de Misericordia.
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1772: Se inicia la construcción del Canal Imperial de Aragón, con Pignatelli como protector del proyecto.
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1776: Pignatelli es candidato a primer secretario de Estado, aunque el conde de Floridablanca ocupa finalmente el cargo.
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1790: Encargo de un retrato a Francisco de Goya en reconocimiento a su labor en el Canal Imperial.
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1793: Fallecimiento de Ramón Pignatelli en Zaragoza, dejando un legado duradero en la región.
Relevancia actual
Hoy en día, el nombre de Ramón
Pignatelli sigue siendo una figura relevante en la historia de Aragón.
Su contribución a la ingeniería hidráulica y a la modernización de la
región es ampliamente reconocida. El Canal Imperial de Aragón sigue
siendo uno de los mayores logros de la ingeniería civil en España, y su
influencia en la economía y la sociedad aragonesa es incuestionable.
Además, su legado como promotor de la educación, la beneficencia y el
progreso social sigue vivo en las instituciones que fundó y en las
obras que impulsó.
Pignatelli no solo fue un
ingeniero y político destacado, sino también un hombre visionario que
entendió la importancia de la infraestructura en el desarrollo de la
sociedad. Su figura ha sido homenajeada a través de varias estatuas y
monumentos en Zaragoza, entre ellos una estatua realizada por el
escultor Antonio Palao en 1859, que fue colocada inicialmente en la
glorieta Pignatelli (actual Plaza de Aragón) y más tarde trasladada al
parque que lleva su nombre.
En conclusión, Ramón Pignatelli de
Aragón y Moncayo fue un hombre de gran visión, cuya obra ha perdurado a
lo largo de los siglos. Su legado en la ingeniería, la política y la
beneficencia sigue siendo una fuente de inspiración para generaciones
futuras.
MCN Biografías, 2025. "Ramón Pignatelli de Aragón y Moncayo (1734-1793). El ingeniero aragonés que transformó la infraestructura hidráulica". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/pignatelli-de-aragon-y-moncayo-ramon [consulta: 29 de septiembre de 2025].