Pérez de Montalbán, Juan (1602-1638). El dramaturgo y biógrafo que dejó su huella en el Siglo de Oro
Juan Pérez de Montalbán, nacido en Madrid en 1602 y fallecido en 1638, fue una de las figuras más representativas de la literatura española del Siglo de Oro. Su vida y obra, a pesar de ser relativamente breve, dejaron una marca importante en la dramaturgia, la biografía y la literatura de la época. A través de sus comedias, su estilo culterano y su dedicación al estudio de la teología, Montalbán se destacó tanto como escritor como religioso. A lo largo de su vida, compartió momentos significativos con algunas de las personalidades más influyentes del momento, como Lope de Vega, y su legado sigue siendo objeto de estudio y admiración.
Orígenes y contexto histórico
Juan Pérez de Montalbán nació en Madrid en 1602, en una familia de conversos. Estos orígenes influirían de manera significativa en su vida y en su carrera literaria, marcando tanto sus relaciones sociales como su percepción del mundo. La situación de los conversos en España durante el Siglo de Oro era compleja, pues se trataba de individuos de ascendencia judía que, para evitar la persecución, se habían convertido al cristianismo. Esta circunstancia probablemente influyó en su desarrollo como escritor y en su postura frente a los temas religiosos, que serían recurrentes en sus obras.
A los 17 años, Pérez de Montalbán mostró su talento literario al escribir una comedia titulada Morir y disimular, obra que marcaría el inicio de su carrera en la dramaturgia. Aunque joven, el estilo de Montalbán ya se distinguía por su agudeza y su capacidad para tratar temas profundos con un enfoque único. Más tarde, continuó su formación académica en la Universidad de Alcalá, donde conoció al gran Lope de Vega, quien sería una de sus principales influencias y un amigo cercano.
Durante su estancia en Alcalá, Montalbán se doctoró en teología, lo que marcó una de las características más distintivas de su vida: su profunda relación con la religión y su dedicación al sacerdocio. En 1625, se ordenó sacerdote y, un año después, ingresó en la congregación de San Pedro. Este aspecto religioso de su vida no solo se reflejó en su actividad pastoral, sino también en sus escritos, los cuales contenían una notable carga teológica y moral.
Logros y contribuciones
Pérez de Montalbán fue un escritor prolífico que dedicó gran parte de su vida a la creación literaria. Su obra más conocida es su producción teatral, que incluye más de 60 comedias, divididas en varios géneros. Entre ellas, destacan las obras históricas como La monja alférez, Diego García de Paredes y El señor don Juan de Austria. También escribió comedias de intriga, como La más constante mujer y No hay vida como la honra, y obras con un claro contenido religioso, como Santa María Egipcíaca y La gitana de Menfis.
Una de sus contribuciones más significativas al ámbito literario fue su capacidad para mezclar la tradición clásica con las innovaciones del teatro barroco. Su estilo culterano, influenciado por autores como Luis de Góngora, se reflejaba en su uso del lenguaje y en la complejidad de sus construcciones literarias. Obras como Orfeo, escrita en 1624, son un claro ejemplo de su dominio del culteranismo, un estilo que se caracteriza por el uso de un lenguaje florido y complicado, buscando la belleza a través de la dificultad y la ornamentación verbal.
Además de su labor como dramaturgo, Pérez de Montalbán fue un biógrafo destacado. Su obra más importante en este ámbito fue Fama póstuma a la vida y muerte del doctor fray Lope Félix de Vega Carpio y elogios panegíricos a la inmortalidad de su nombre (1636), una biografía que, además de ser un homenaje a su amigo y mentor Lope de Vega, también refleja la admiración y respeto que Montalbán sentía por el autor de Fuenteovejuna.
Momentos clave
A lo largo de su vida, Pérez de Montalbán vivió varios momentos clave que marcaron tanto su carrera literaria como su vida personal. Uno de estos momentos fue su polémica con Francisco de Quevedo, que tuvo lugar después de la publicación de su obra Para todos. Esta obra, al igual que Los Cigarrales de Tirso de Molina, desató una violenta polémica literaria entre los dos autores. Quevedo aprovechó la publicación de Para todos para difundir una serie de sátiras contra Montalbán en su obra La Perinola, lo que dio lugar a una de las disputas literarias más destacadas del Siglo de Oro.
Otro momento significativo en la vida de Montalbán fue su nombramiento como notario apostólico de la Inquisición, una posición que le permitió estar más cerca del poder religioso y que le proporcionó un estatus elevado en la sociedad de su tiempo. Sin embargo, esta relación con la Inquisición también reflejaba las contradicciones de su vida, ya que, por un lado, se dedicaba al estudio de la teología y, por otro, se mantenía alejado de las controversias religiosas que dominaban la época.
Finalmente, el deterioro de su salud mental, que lo llevó a la locura en los últimos años de su vida, marca un final trágico para una figura literaria que, a pesar de sus logros, no logró encontrar la paz interior. Esta tragedia personal, que acabó con su vida en 1638, añade una capa de melancolía a la figura de Pérez de Montalbán, cuya obra sigue siendo relevante en la historia de la literatura española.
Relevancia actual
A pesar de haber fallecido a una edad temprana, la obra de Pérez de Montalbán sigue siendo estudiada y apreciada en la actualidad. Su influencia en la literatura del Siglo de Oro es indiscutible, y su capacidad para combinar lo religioso, lo histórico y lo literario lo coloca entre los grandes nombres del barroco español.
Su teatro, en particular, ha sido objeto de numerosos estudios, ya que ofrece una visión única de la sociedad de su tiempo, con una profunda reflexión sobre los valores y las contradicciones de la época. Obras como La monja alférez y La doncella de labor siguen siendo representadas en teatros y siguen inspirando a nuevos dramaturgos.
Además, su biógrafo Lope de Vega ha sido una figura clave para comprender la vida y la obra de Montalbán. La biografía que escribió de él no solo sirve como homenaje a un amigo, sino también como una ventana al mundo literario de la época, mostrando las luchas y rivalidades entre los escritores del Siglo de Oro.
Obras destacadas de Pérez de Montalbán
A continuación, se presenta un listado de algunas de las obras más importantes de Pérez de Montalbán:
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Morir y disimular (comedia escrita a los 17 años)
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Orfeo (1624, estilo culterano)
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Sucesos y prodigios de amor en ocho novelas (1627)
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Fama póstuma a la vida y muerte del doctor fray Lope Félix de Vega Carpio (1636)
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Para todos (comedia polémica)
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La monja alférez (comedia histórica)
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Diego García de Paredes (comedia histórica)
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Santa María Egipcíaca (comedia religiosa)
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La gitana de Menfis (comedia religiosa)
A lo largo de su carrera, Pérez de Montalbán también escribió comedias de intriga y de tema moral, lo que lo convierte en uno de los autores más versátiles de su época. Su legado continúa siendo relevante en el estudio de la literatura del Siglo de Oro, y su obra sigue siendo un referente para los estudios literarios de hoy.
MCN Biografías, 2025. "Pérez de Montalbán, Juan (1602-1638). El dramaturgo y biógrafo que dejó su huella en el Siglo de Oro". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/perez-de-montalban-juan [consulta: 29 de septiembre de 2025].