Yakov Isidorovich Perelman (1882–1942): El Científico que Popularizó la Ciencia en Rusia

Yakov Isidorovich Perelman (1882–1942): El Científico que Popularizó la Ciencia en Rusia

Introducción a la vida de Yakov Perelman

Yakov Isidorovich Perelman nació el 4 de diciembre de 1882 en Bielostock (actualmente en Bielorrusia, entonces parte del Imperio Ruso). Provenía de una familia humilde: su padre, un administrativo en una fábrica textil, y su madre, profesora de educación primaria, fueron figuras clave en su infancia. La temprana muerte de su padre dejó a su madre con la responsabilidad de criar a Perelman y a sus hermanos. A pesar de las dificultades económicas, su madre pudo asegurarse de que sus hijos recibieran educación, una influencia determinante en la vida de Perelman.

A una edad temprana, mostró un interés notable por el conocimiento y la ciencia, algo que se consolidaría a lo largo de su vida. En 1890, comenzó su educación primaria, y con solo 13 años, ingresó en la Escuela de Oficios de Bielostock. Fue en este entorno educativo donde Perelman, gracias al apoyo de sus profesores y su propia curiosidad, se sintió atraído por el mundo de la ciencia. Su interés por el conocimiento se vio reflejado en sus primeros esfuerzos como escritor, ya que desde 1899 comenzó a publicar artículos bajo el pseudónimo «Y. P.» en el periódico local Las noticias provinciales de Grodniy.

Primeros pasos en la divulgación científica

Perelman se destacó desde joven por su capacidad para abordar temas científicos de manera accesible y comprensible para el público en general. Su primer artículo, titulado “Con motivo de la lluvia de fuego que esperamos”, se publicó en 1899 y desmentía la creencia popular de que un desastre apocalíptico se produciría debido a una lluvia de meteoritos que acabaría con la vida en la Tierra. En este artículo, Perelman utilizó un lenguaje sencillo para explicar que la lluvia de meteoros de Leónidas era un fenómeno natural y totalmente inofensivo. Este enfoque de divulgación científica, que más tarde caracterizaría toda su obra, reflejaba su habilidad para acercar la ciencia a las personas comunes.

Este primer paso en la divulgación científica marcaría el inicio de una vida dedicada a popularizar la ciencia. Con el tiempo, Perelman continuó escribiendo para diversos periódicos y revistas, usando su estilo único para transformar conceptos complejos en ideas comprensibles. Desde una edad temprana, su carrera de escritor científico estaba en marcha, lo que lo convertiría en uno de los divulgadores más importantes de la ciencia en Rusia durante el siglo XX.

Formación académica y profesional

A pesar de que sus inclinaciones científicas y su pasión por el conocimiento lo llevaron a escribir desde joven, Perelman no se dedicó de inmediato a la investigación científica formal. En lugar de seguir el camino académico tradicional, ingresó en 1900 en el Instituto Forestal de San Petersburgo, donde cursó materias relacionadas con la silvicultura. A pesar de que las ciencias naturales como la física y las matemáticas eran de su interés, la situación económica de su familia lo obligó a seguir una carrera práctica. Durante su tiempo en el instituto, Perelman se destacó no solo en los estudios relacionados con la silvicultura, sino también en sus investigaciones sobre la física, matemáticas y astronomía, materias que pronto dominarían su vida profesional.

La vida universitaria de Perelman estuvo marcada por dificultades económicas que lo llevaron a buscar maneras de subsistir. Para poder continuar sus estudios, comenzó a colaborar con la revista La naturaleza y los hombres, donde escribió artículos de divulgación científica. Este trabajo no solo le permitió ganarse la vida, sino también hacer sus primeras incursiones serias en el campo de la divulgación científica en Rusia. La trágica muerte de su madre en 1903, que dejó a Perelman con pocos recursos, también fue un punto de inflexión en su vida. Sin embargo, esta desgracia le permitió acceder a becas que le permitieron continuar sus estudios y completar su formación en 1908, obteniendo el título de silvicultor con diploma de honor.

A pesar de su título, Perelman nunca ejerció su profesión como silvicultor. En lugar de eso, decidió dedicar su vida al periodismo y la divulgación científica. Su pasión por las ciencias, en particular la física, las matemáticas y la astronomía, lo llevó a convertirse en uno de los más grandes divulgadores científicos de su tiempo, influyendo en generaciones de científicos y estudiantes a través de sus escritos.

El auge de la divulgación científica

A partir de 1908, cuando completó su formación, Perelman se dedicó por completo a la divulgación científica. Su primer gran éxito fue la publicación de su libro Física recreativa, que fue bien recibido por la comunidad científica. La obra fue tan impactante que un reconocido profesor de la Universidad de San Petersburgo, Opest Danilovich Xvolson, lo animó a seguir en esta línea. A pesar de que Perelman no era un físico formalmente entrenado, su enfoque innovador y su estilo de escritura desenfadado atrajeron la atención de expertos y amateurs por igual. Su trabajo logró hacer que las ciencias complejas fueran accesibles y divertidas, un logro significativo en una época en la que la divulgación científica no estaba tan desarrollada como hoy en día.

Además de Física recreativa, Perelman escribió una serie de otros libros populares en los que abordaba temas como la astronomía, la matemática y la mecánica de manera sencilla y entretenida. Durante este período, comenzó a colaborar estrechamente con figuras influyentes en la ciencia rusa, como Konstantin Tsiolkovski, el padre de la cosmonáutica soviética. A través de su revista La naturaleza y los hombres, Perelman no solo publicó sus propios trabajos, sino que también ayudó a dar visibilidad a otros científicos destacados, incluyendo a Tsiolkovski, cuyos trabajos sobre la gravedad y la exploración espacial fueron publicados gracias a la intervención de Perelman.

La relación con Tsiolkovski sería fundamental en la carrera de Perelman. Además de ser un apoyo clave en su labor como divulgador científico, Perelman mantuvo correspondencia con Tsiolkovski hasta la muerte de este último en 1935, intercambiando ideas sobre astronomía, física y los avances en la ciencia espacial. Esta relación también marcó un punto clave en la historia de la cosmonáutica rusa, ya que Perelman contribuyó a la difusión de ideas que serían fundamentales para los desarrollos posteriores en la exploración del espacio.

Aportes y proyectos relevantes

En 1918, tras la Revolución de Octubre y el establecimiento del régimen soviético, Yakov Perelman continuó con su labor como divulgador científico, pero esta vez en un contexto muy diferente. En un país que se encontraba en plena transformación, el gobierno soviético entendió la importancia de educar a la población en ciencia y tecnología para el desarrollo del nuevo orden social. Así, Perelman fue nombrado inspector del Comisariado Nacional de Educación, un cargo que le permitió crear nuevos materiales educativos y programas para la enseñanza de física, matemáticas y astronomía.

Sin embargo, uno de los proyectos más destacados de Perelman en este período fue la creación de la revista En el taller de la naturaleza en 1919, que se convirtió en la primera revista de divulgación científica en la nueva Rusia soviética. Dirigida por Perelman hasta 1929, la revista se centró en promover el conocimiento científico de una manera accesible, utilizando el estilo ameno y educativo que tanto lo caracterizaba. En sus páginas, colaboraron figuras prominentes de la ciencia soviética como Tsiolkovski, A. E. Fersman, M. Y. Piotrovski y N. A. Rimin, quienes también compartieron sus investigaciones y descubrimientos con el público.

Durante este período, Perelman también se convirtió en editor de varias publicaciones adicionales, como Aritmética recreativa, Álgebra recreativa, Astronomía recreativa y Mecánica recreativa. Además, su autoría de más de 40 libros de divulgación científica y manuales escolares lo convirtió en una figura central en el campo de la educación científica en la Unión Soviética. Su obra más famosa, Física recreativa, fue publicada en más de 30 ediciones en ruso y se tradujo a varios idiomas, convirtiéndose en un referente para estudiantes y aficionados de la ciencia.

El compromiso de Perelman con la divulgación científica no se limitó solo a su país. Su capacidad para hacer que temas complejos fueran comprensibles le permitió ganarse la admiración en el ámbito internacional. Sus libros fueron traducidos a varios idiomas, incluidos el alemán, francés, español, inglés, italiano, checo, portugués, búlgaro y finlandés, lo que le permitió llegar a una audiencia global y difundir la ciencia en todo el mundo.

La Casa de las Ciencia Recreativas

Uno de los proyectos que más pasión despertó en Perelman fue la creación de la Casa de las Ciencia Recreativas en Leningrado. Este ambicioso proyecto tenía como objetivo acercar la ciencia a la población de una manera interactiva y accesible, permitiendo a los visitantes experimentar de forma práctica los principios científicos. En la Casa de las Ciencia Recreativas, se exhibían instrumentos científicos y experimentos que permitían a los estudiantes y al público en general aprender sobre la física, la astronomía, la biología y otras ramas de la ciencia de una manera práctica y entretenida.

A pesar de la magnitud de este proyecto, que logró atraer a miles de estudiantes y adultos de toda la ciudad, la Casa de las Ciencia Recreativas fue gravemente afectada por la Segunda Guerra Mundial. Durante el bloqueo de Leningrado, el proyecto se vio truncado, y muchos de los materiales y exposiciones fueron destruidos o abandonados debido a la escasez de recursos y la devastación de la ciudad. A pesar de la frustración que esto causó, la idea de Perelman de hacer la ciencia accesible para todos sigue siendo uno de sus legados más importantes.

Últimos años y legado científico

La vida de Yakov Perelman sufrió un golpe devastador cuando la invasión alemana a la Unión Soviética llevó a Leningrado a estar bajo un feroz bloqueo durante la Segunda Guerra Mundial. En este contexto, Perelman se volcó en el esfuerzo de guerra, utilizando sus conocimientos científicos para apoyar al ejército soviético. Se convirtió en un lector de soldados y marineros, preparando material informativo útil para las operaciones militares soviéticas, y continuó escribiendo, adaptando sus textos a las necesidades urgentes de la nación en tiempos de guerra.

La guerra y las privaciones del bloqueo de Leningrado tuvieron un alto costo en la vida de Perelman. La desnutrición y el frío extremo fueron devastadores para su salud. A pesar de su dedicación y trabajo incansable, la situación empeoró con la muerte de su esposa en enero de 1942. Finalmente, el 16 de marzo de 1942, Perelman falleció a causa de las secuelas de la hambruna y las difíciles condiciones en las que vivió durante el bloqueo. Tenía 59 años en el momento de su muerte.

Aunque Perelman no hizo descubrimientos científicos radicales, su contribución al conocimiento y la educación científica fue de un valor incalculable. Sus libros, traducidos a numerosos idiomas, continúan siendo una fuente de inspiración para quienes desean aprender ciencias de una manera accesible y divertida. En total, sus obras fueron publicadas en más de 300 ediciones en Rusia, con una tirada de casi 15 millones de ejemplares, lo que demuestra el impacto de su trabajo en la sociedad soviética y más allá.

La huella que dejó Yakov Perelman como divulgador científico es duradera. Su habilidad para hacer que la ciencia fuera comprensible para todo el público, su trabajo como editor y su visión de la educación científica continúan influenciando a científicos, educadores y divulgadores en la actualidad. En un tiempo en el que la ciencia no estaba tan al alcance de todos, Perelman rompió barreras y acercó el conocimiento a millones de personas.

A pesar de no haber sido un inventor o descubridor de renombre, su labor divulgativa sigue siendo un pilar fundamental en el campo de la divulgación científica y en la educación científica a nivel mundial.

Cómo citar este artículo:
MCN Biografías, 2025. "Yakov Isidorovich Perelman (1882–1942): El Científico que Popularizó la Ciencia en Rusia". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/perelman-yakov-isidorovich [consulta: 29 de septiembre de 2025].